La AFIP debería haber publicado ayer las nuevas escalas trimestrales del impuesto al lujo para los autos, pero la resolución todavía no salió; las automotrices esperan su difusión para definir precios
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La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) debería haber publicado ayer la nueva escala del llamado “impuesto al lujo” que afecta a los autos 0km, pero no lo hizo todavía y las automotrices están gestionando desde la cámara sectorial Adefa su difusión cuanto antes. Las escalas del tributo interno se actualizan cada tres meses, en función de la evolución de precios, y a partir de esos parámetros las terminales definen los valores de los autos.
El organismo recaudador suele dar a conocer las actualizaciones trimestrales varios días antes de que llegue la fecha estipulada para el cambio, pero el rebrote inflacionario luego de la devaluación del lunes 14 de agosto alteró el calendario y la industria está a la espera de que se publique la resolución para definir sus listas de precios correspondientes a septiembre. Hay marcas que sacaron los precios de sus páginas web y aguardan una definición.
Desde una automotriz señalaron a LA NACION que Adefa se está ocupando del tema y que esperan que la AFIP publique la información hoy. En el organismo indicaron a lo largo de esta semana ante las reiteradas consultas de este diario que la publicación venía demorada, sin explicar los motivos.
Hasta ayer jueves 31 de agosto, pagaban la primera escala del 20% del impuesto los 0km con un precio superior a los $5.893.963,10 salido de fábrica o distribuidor, lo que equivalía a $8,4 millones de precio de venta al público (al incorporar los otros impuestos, como el IVA, y la comisión del concesionario, que suele ser 14%). Sobre ese monto se aplicaba el 20% para determinar el precio final que pagaba el comprador.
La segunda escala del impuesto, que grava con el 35% a los modelos, arrancaba en $10.881.162,65 de precio salido de fábrica, lo que se traducía en $15,5 millones de precio de venta al público de base, sobre el que hay que añadirle el 35%.
Entre el 1° de junio al 31 de agosto, y el trimestre anterior (1° de marzo al 31 de mayo), la AFIP efectuó un ajuste de los montos del orden del 20%, en línea con los aumentos mensuales que venían registrando los precios de los 0km (en torno al 7% promedio). Pero ahora no está claro qué porcentaje de incremento adoptará porque la inflación se aceleró en agosto y, adicionalmente, las automotrices recibieron el impacto del nuevo impuesto PAIS del 7,5% sobre las importaciones.
El sacudón sobre los precios del sector en agosto fue tal que algunas terminales aplicaron dos incrementos durante el mes, primero por el impuesto PAIS y luego por la devaluación, con subas acumuladas de hasta el 20%. En otros casos, optaron por no tocar los precios durante 15 días, a la espera de la nueva escala del impuesto al lujo, demorada por estas horas.
La distorsión que provoca este impuesto desde que se aceleró la inflación lleva a que las automotrices “topeen” sus modelos para evitar que caigan dentro de la primera o la segunda escala del tributo. Como resultado, aparecen en las listas autos de distinta versión y equipamiento al mismo precio, o toda la gama de un mismo 0km publicada a igual valor, a contramano de cualquier política comercial razonable. Durante agosto, se vieron muchos ejemplos en ese sentido.
Un caso representativo de las vueltas para eludir el impacto del impuesto pudo verse en el precio del Fiat Cronos, el auto más vendido del mercado, que quedó en $8.291.500 para toda la gama, justo por debajo de la primera escala del tributo. Un modelo que está lejos de ser considerado “de lujo” y sin embargo llegó al borde de verse afectado.
Además, ante la falta de unidades por las restricciones a las importaciones, en muchos concesionarios se piden sobreprecios para acceder a los pocos autos disponibles, lo cual distorsiona todavía más el valor de las listas de precios.
Por la forma en la que se calculan los impuestos internos, la aplicación del 20% del impuesto al lujo se transforma en una suba del 25% en el precio que paga el comprador en el concesionario. Y, en el caso de la segunda escala, del 35%, el modelo se encarece hasta un 50%. Cuando la AFIP difunda las nuevas escalas para el trimestre del 1° de septiembre al 30 de noviembre, las terminales ajustarán sus precios y reacomodarán las distintas gamas de sus modelos en función de los nuevos techos que marcará el tributo.
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