Autos clásicos: hicieron competir a cuatro modelos legendarios, cuál fue el más rápido

En sus marcas, listos, ya. Los motores rugen mientras los conductores aprietan el acelerador. Sale humo, se huele la combustión, se respira carrera. Cuatro amigos llevaron sus cámaras a una pista liberada y pusieron a un Volkswagen Beetle, un Mini Cooper, un Citroën 2CV y un Fiat 500 a competir en una carrera que sacó chispas, risas y despejó dudas.

Fueron varias las pruebas a las que fueron sometidos estos autos. A través de TFLClassics, un canal de YouTube dedicado a este tipo de videos, los conductores llevaron al extremo a estos vehículos y demostraron cuál es el más rápido en distintas categorías.

Muchos vieron el video y recordaron a la popular serie animada Wacky Races o Los autos locos hecha por Hanna-Barbera Productions en 1968. Claro, faltó Pierre Nodoyuna y los demás corredores, pero la competencia estuvo a la altura.

Tal como aclaran los expertos al inicio del video, ninguno de los vehículos puestos a prueba en este desafío fueron creados para el alto rendimiento. Eran autos de uso diario, pequeños y accesibles. Sin embargo, el objetivo de la prueba era llevarlos al extremo y constatar cuál es el que más lejos puede llegar si se lleva a otro nivel sus capacidades de fábrica.

Uno por país, un representante de cada mecánica y forma de trabajo distinta. Los cuatro autos fueron sometidos a tres pruebas: una carrera de 1/4 de milla, un Braking Test (o prueba de frenado) y un Top Speed Run.

Prueba uno: 1/4 de milla

Se alinearon los vehículos y cada conductor se subió a un auto. El Volkswagen Beetle intentaría hacer lo suyo con 60CV y un motor de 1.6 litros, el Citroën 2CV con 29CV y un motor de dos cilindros, el Mini Cooper estaba listo con un motor de 1.275 litros y 62CV y el Fiat 500 quedaba un poco relegado en términos de mecánica con apenas 18CV de potencia para esta primera prueba.

Una ajustada competencia cerró con un claro ganador: el modelo británico completó el circuito en 23.17 segundos y alcanzó una velocidad de 93km/h. El segundo lugar se lo llevó su competencia alemana con un tiempo de 26.64 segundos y no más de 78km/h y los últimos puestos estuvieron bastante parejos: 32.86 segundos para el francés y 32.93 para el italiano; 69 y 65km/h de máxima alcanzada respectivamente.

Prueba dos: Braking Test

El objetivo de este desafío fue que los cuatro autos alcancen velocidades similares para luego frenar a toda potencia y poder chequear cuál es el que responde mejor y más rápido a una frenada brusca. Costó que todos los modelos quedaran a niveles parejos pero tras unos segundos y dada la orden, todos accionaron el freno al mismo tiempo.

A una velocidad constante de 56km/h cada uno, el claro ganador de esta prueba fue el Fiat 500 que logró frenar a diez metros por detrás de los demás. En cuanto a los otros tres, el resultado fue bastante parejo: 12 metros para el Beetle, 13,16 para el 2CV y 13,19 para el Mini Cooper.

Prueba tres: Top Speed Run

Hasta el momento, el británico había ganado una prueba y el italiano otra. Quedaba un último desafío para ver si alguno sería el gran ganador de la jornada o si otro vehículo se sumaría al podio. Para este desafío, el objetivo era llevar a la máxima velocidad posible a cada auto en una pista de más de 1200 metros.

Cada uno fue testeado por separado y se lo midió con un vehículo americano con el velocímetro calibrado. Esto se hizo para evitar que algún modelo tenga dañado el medidor y marcara una velocidad que no alcanzara realmente. Tras testearse uno por uno, el Mini Cooper ganó la tercera prueba y se llevó el premio de la jornada.

El podio del Top Speed Run Test quedó de la siguiente manera: Mini Cooper primero alcanzando una velocidad de 120.7km/h, el Volkswagen Beetle segundo con una máxima de 104,6km/h, el Citroën 2CV tercero logrando los 82km/h y el Fiat 500 último no habiendo podido superar los 75,6km/h.

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