Los incrementos fueron publicados en el Boletín Oficial y ya están en vigencia; “no han sufrido actualización alguna desde 2023″, argumentaron
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Con la firma del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, se publicó en el Boletín Oficial una resolución que actualiza los aranceles cobrados por el Registro Automotor en las transferencias de vehículos. Según consta en el texto, estos valores no se modificaban desde el 31 de octubre de 2023.
“Dicha necesidad se fundamenta en el equilibrio que debe regir entre el valor de los bienes alcanzados por ese sistema registral y los aranceles que por los trámites referidos a aquellos deben solventar los usuarios”, argumentaron en la Resolución 122/2024.
Para que se tenga una noción del volumen burocrático que se maneja en una oficina registral, apenas el rubro automotor acumula un total de 43 aranceles, número que crece exponencialmente si se contemplaran también los motovehículos y maquinarias. Se estima, aproximadamente, que en la Argentina los traspasos de autos entre particulares tienen un costo promedio de US$1123 únicamente en el pago de 11 aranceles.
Las últimas actualizaciones de estos montos habían sido en 2023: una en junio y la otra en el citado octubre, aunque entraron en vigencia el 1° de noviembre último. Según qué operación se lleve adelante, los costos y aranceles a abonar varían, pero, en este caso, todos sufrieron aumentos.
Por ejemplo, la expedición del Título del Automotor o su duplicado implicaba un pago de $920 y la certificación de firmas (que se abona una vez por firma y en cada trámite), $1300. Con esta nueva disposición, los valores subieron a $3870 y $2990 respectivamente.
La transferencia de automotores para transporte de pasajeros o de carga tenía un costo de $60.000, ahora actualizado a $157.000 y la transferencia de autos subastados, armados fuera de fábrica o clásicos se pagaba $19.500, hoy actualizado a $45.000. En algunos casos, se acumulan varios aranceles a abonar en la misma operación, según corresponda en cada caso.
El proyecto de ley para eliminar el Registro Automotor
Patricia Vásquez, diputada nacional de Juntos por el Cambio, impulsa un proyecto de ley que busca eliminar el Registro Automotor así como varios trámites que hoy son obligatorios, como el grabado de autopartes; además de plantear una completa reformulación de la VTV.
Según pudo saber LA NACION, el texto ya fue enviado a la Cámara de Diputados y contaría con el apoyo del bloque de La Libertad Avanza (LLA) y del poder Ejecutivo. A su vez, también tendría el aval de ADEFA, AFAC, AFAT, FADEEAC, MOTTOS, CAFMA, FACMA y CAFAS, las cámaras del sector.
Por otro lado, el cambio en el Registro Automotor quedó afuera de la nueva Ley Ómnibus enviada por el Gobierno de Javier Milei.
Puntos clave del proyecto de ley
El objetivo principal del proyecto de ley es que la patente pertenezca al usuario y no al vehículo, teniendo “tantas patentes únicas como vehículos tenga, siempre unidas al DNI”, como comentó la legisladora ante la consulta de LA NACION.
Además, incluye varios puntos clave que modificarían la normativa vigente. Entre ellos, contempla la creación del denominado Registro Único Nacional Digital (RUNDA), a través del cual los usuarios podrían autogestionar sus propias transferencias así como las inscripciones de vehículos 0km sin intermediarios.
El RUNDA sería también de acceso libre, público y con datos abiertos, vinculado a las bases de datos de otras entidades, como RENAPER, ARBA, AGIP, Aduana, multas, para tener en tiempo real toda la información pertinente a las unidades.
Este sistema estaría bajo la órbita del DNRPA, entidad dependiente del Ministerio de Justicia, que tendrá también la tarea de digitalizar todos los documentos que, al momento de promulgación de la ley, no estén en formato online. La normativa busca eliminar por completo los formatos físicos, por lo que los plásticos de las cédulas verde y azul dejarían de existir.
El segundo cambio importante que propone el proyecto de ley es asociar las patentes no a una unidad sino a una persona. Es decir, cada persona física o jurídica asociaría una identificación alfanumérica a su DNI o CUIT, según corresponda, y lo tendría para toda la vida. Si quisiera adquirir un nuevo vehículo, le transferiría esa patente a la unidad, siendo siempre la misma y no debiendo ser cambiada en cada transferencia.