El motor de avión más grande del mundo superó su última prueba; lo hizo Rolls-Royce y consume un 25% menos que los motores anteriores
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Dentro del panorama de cambios planteados -y esperados- en la nueva era de la movilidad, el de la aviación es uno de los sectores que enfrenta el desafío más grande, literalmente. No solo por el porcentaje de contaminación que representa en la torta global de emisiones de dióxido de carbono -que es, según estadísticas, de entre un 2 y un 5% del total-, sino por el tamaño de este medio de transporte.
En este campo, los motores juegan un rol crucial, y en la escena hay una nueva promesa: el UltraFan, el motor de avión más grande del mundo que es silencioso y un 25% más eficiente que un motor normal.
Los autores del invento son muy conocidos en la industria ya que cuentan con un estatus consolidado hace décadas en el nicho de los vehículos de alta gama: es el equipo de Rolls-Royce.
La firma británica, que lleva más de una década de desarrollo en el proyecto UltraFan, realizó con éxito la prueba de máxima potencia del propulsor en sus instalaciones de Derby, en el centro de Inglaterra.
“Este anuncio es crucial. Estamos siendo testigos de una mejora histórica en la eficiencia de los motores presentes y futuros”, dijo Tufan Erginbilgic, CEO de Rolls-Royce, en uno de los comunicados oficiales que hizo la fabricante al respecto.
De acuerdo con los números del directivo, este tipo de tecnología podría contribuir al 80% de la solución total. “Junto con los combustibles de aviación sostenibles, los motores de turbina de gas eficientes van a ser esenciales para alcanzar la meta de la industria de vuelos con cero emisiones de dióxido de carbono netas para 2050. Hoy estamos más cerca de cumplirla”.
El compromiso de la industria del transporte aéreo se aprobó en el marco de la 77ª Asamblea General Anual de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), en línea con el objetivo del Acuerdo de París de no sobrepasar el aumento de la temperatura de 1,5 °C.
Ya a finales del año pasado, Rolls-Royce había anunciado que se había completado la etapa de diseño y ensamble del UltraFan y que estaba listo para atravesar las primeras pruebas.
Cómo es el motor de Rolls-Royce
El motor que desarrolló Rolls-Royce es superador en muchos sentidos. De hecho, es la primera vez en 54 años que la firma elabora una arquitectura de motor completamente nueva, fundamentalmente diferente a los 4200 motores de gran tamaño que el fabricante tiene actualmente en servicio.
Tiene un diseño engranado que ningún otro actor del sector produjo a esta escala, y fue construido con un nuevo proceso de fabricación de materiales compuestos en 3D controlado robóticamente, que es capaz de producir formas complejas que mejoran la aerodinámica de las palas de hélice.
Con 3,56 metros de diámetro y un tamaño casi un 5% más grande que el hasta hace poco motor más grande del mundo (el GE9X de General Electric), el UltraFan cuenta con un ventilador de 356 centímetros y alrededor de 65 megavatios (equivalente a 87.000 CV) de potencia.
En los ensayos generó un empuje máximo de más de 378.098 Newtons y puede escalarse entre 111.206 y 490.000 Newtons, que quiere decir que tiene el potencial para propulsar los nuevos aviones de fuselaje estrecho y ancho de la década de 2030 que se aproxima.
Por otro lado, su composición basada en fibra de carbono -y titanio en menor proporción- logra que, a pesar de ser el motor más grande del mundo, sea más ligero que muchos motores de la misma categoría. Además, las turbinas en su interior son más compactas que el estándar y cuentan con un nuevo sistema de gestión del aire que le permite reducir el ruido hasta en un 35%.
Todos estos factores hacen que el consumo de combustible del UltraFan sea un 25% menor que la generación anterior de motores Trent XWB de Rolls-Royce.
Aunque en una etapa inicial, el nuevo propulsor está diseñado para operar con combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), un biocombustible que se puede producir a partir de desechos y residuos tratados previamente para eliminar impurezas, la compañía ya dijo que se está estudiando cómo sería la implementación de una propulsión híbrida, eléctrica y a base de hidrógeno para una instancia de uso posterior.
Desde la Secretaría de Comercio Internacional del Reino Unido, que apoya la iniciativa de Rolls-Royce a través del programa del Instituto de Tecnología Aeroespacial, Kemi Badenoch elogió los avances de la firma y habló del impacto que podría tener el UltraFan en la industria de la aviación.
“Esta tecnología avanzada va a contribuir a la transición hacia una aviación más verde, atrayendo nuevas inversiones a la industria aeroespacial del Reino Unido y fomentando el crecimiento económico”, expresó Badenoch. “Seguiremos colaborando con fabricantes como Rolls-Royce para incrementar la cuota del Reino Unido en el mercado aeroespacial mundial”, concluyó.
Qué están haciendo los fabricantes de aviones
Si se considera el crecimiento proyectado de la industria de la aviación en las próximas décadas, es fundamental que sean cada vez más las marcas que se comprometen con el desafío de cómo contaminar menos.
Para los próximos 20 años, Airbus prevé un crecimiento medio anual del tráfico de pasajeros en aviación comercial del 4,3% a nivel global, siendo más intenso en los primeros años del período y más suave en los últimos. Las regiones que más contribuirán a dicha tasa serán Asia-Pacífico y Oriente Medio.
La fabricante de aviones francesa también prevé un aumento significativo en la flota de aviones comerciales. De acuerdo con sus estadísticas, si a comienzos de 2021 había en actividad casi 22.000 aeronaves comerciales Airbus, se espera que para 2041 esta cifra se duplique, llegando casi a los 45.000 aviones.
Según explican, en el mismo lapso de tiempo se prevé la entrega de más de 39.000 nuevas aeronaves, que en parte suplirán las más antiguas que siguen funcionando, y cuya función será la de modernizar la flota mundial.