Retoma el frustrado proyecto del Gumpert Apollo, de la mano de capitales de Hong Kong
Cuando el proyecto alemán del Gumpert Apollo se frustró (quiebra de la empresa que lo llevaba adelante), parecía que aquél superdeportivo terminaría en apenas uno de los tantos concept que nunca pasaron de eso: ser solo un prototipo. Pero hace tres años, la idea fue resucitada gracias a una inversión millonaria y finalmente entró en fase de producción. Denominado ahora Apollo IE (o Intensa Emozione), este hypercar tiene un diseño tremendamente intrincado al que acompaña un motor V12 6.3 L de 780 CV a 8500 rpm con un par de 760 Nm a 6000 rpm, asociado a una caja de 6 marchas, que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 2,7 s y alcanzar los 335 km/h. ¿Poco? Seguramente, pero este IE es un auto concebido para disfrutar en los track days y no busca competir por ser el auto más veloz del mundo.
LA NACION