Las luces diurnas o Daytime Running Lights de LED son eficientes, ecológicas y suficientes para circular por rutas nacionales, según la Ley Nacional de Tránsito; pero, hay provincias que no adhieren a este adelanto
En materia de seguridad vial el hecho de "ver bien y de que nos vean bien" es fundamental para un tránsito más previsible y seguro. Generalmente tendemos a pensar que el problema de la correcta visión se circunscribe al horario nocturno. Sin embargo ha quedado técnicamente demostrado que mejora la visión diurna cuando los vehículos tienen sus luces bajas encendidas, sobre todo en lo referido a estimación de distancias y en situaciones en las que la proporción de luz cambia rápidamente (ingreso en zona boscosa). Además, los otros conductores y los peatones disponen de más tiempo de reacción, ya que perciben el vehículo antes y mejor.
Desde principios de los años ‘70 se empezaron a hacer estudios sobre las mejoras en la seguridad vial que aporta el uso de la luz diurna (Daytime Running Lights o DRL por sus siglas en inglés) y fueron los países escandinavos los primeros en implementarla, dada la baja visibilidad que sufren sobre todo en época invernal. En Europa se convirtió en obligatorio el uso de la luz diurna y su encendido automático desde principios de 2011, aunque con algunos condicionantes que veremos más adelante. Según investigaciones de la DGT de España el uso de DRL ayuda a reducir en un 5% la posibilidad de sufrir un siniestro.
Sin embargo, no todo es tan positivo cuando hablamos de este tipo de iluminación. Como se mencionó anteriormente, el encendido de las luces bajas convencionales (halógenas) supone una mejora en la visión de nuestro vehículo para los terceros pero genera un mayor consumo de combustible, ya que están encendidos los faros y las luces de posición. Generar luz tiene su costo ya que todas las ópticas del vehículo necesitan corriente eléctrica y esta se produce con el combustible del automóvil. En un vehículo normal con motor a nafta se genera un consumo extra de aproximadamente 0,21 litros más por cada 100 kilómetros cuando la luz está encendida. Considerando un recorrido de 30.000 km al año esto implica un consumo extra de más de 60 litros. Consecuentemente, también crecen las emisiones de los gases de escape en la misma proporción. Además, por el hecho de tener las luces bajas continuamente prendidas, aumenta el desgaste de las lámparas y se reduce su vida útil.
Los LED y las lámparas de baja potencia, alta eficacia y larga vida producen cantidades adecuadas de luz para tener un sistema de DRL efectivo sin incrementar el consumo de combustible o las emisiones de manera significativa. En el caso que mencionamos de Europa, su entrada en vigencia obligatoria se produjo con la condición de que no se pueden usar en los sistemas basados en faros ya existentes en el vehículo.
El nuestro país, el viejo texto de nuestra Ley Nacional de Tránsito (Ley 24.449) decía en su artículo 47 que "mientras el vehículo transite por rutas nacionales, las luces bajas permanecerán encendidas, tanto de día como de noche, independientemente del grado de luz natural, o de las condiciones de visibilidad que se registren…" Recién el 22 de diciembre de 2017, con la promulgación de la Ley 27.425 (modificatoria de la Ley 24.449) se cambió el texto del artículo 47, inciso a) que ahora dice: "a) Luces bajas o luces diurnas (sistema DRL: Day Time Running Light): mientras el vehículo transite por rutas nacionales, las luces bajas o las luces diurnas permanecerán encendidas, tanto de día como de noche, independientemente del grado de luz natural, o de las condiciones de visibilidad que se registren…" Esta modificación también incluye el encendido automático de luces de acuerdo a los plazos y reglamentación de la ley.
Tribulaciones federales y legales
La modificación impuesta por la Ley 27.425 parece ser un paso adelante, pero (siempre hay un "pero") no todo es tan fácil en nuestra tierra. Al ser la Argentina un país federal, debemos recordar que las provincias nunca le delegaron a la Nación las potestades sobre el tránsito. En consecuencia, las provincias pueden adherir o no a una nueva legislación nacional. Algunas provincias, como es el caso de Córdoba, no adhirieron a dicha ley por lo que siguen obligando a circular con la "luz baja encendida" y no aceptan la circulación con la "luz diurna" por más que se lo haga en rutas nacionales que atraviesan dicha provincia. Una muestra más de burocracia, de sed recaudatoria, de desconocimiento técnico y de desprecio por la economía y el medio ambiente. Este tipo de reacciones son las evidencias claras de que nuestro país está condenado a seguir padeciendo la "inseguridad vial" gracias, en gran medida, a la inoperancia y desconocimiento técnico de nuestros funcionarios de las áreas de Tránsito y Seguridad vial que están más preocupados en recaudar por medio de controles tramposos que en mejorar las condiciones de circulación, la educación, la concientización y la multiplicación de controles nobles.
Dentro de la temática del "ver y ser vistos" otra de las dudas que generalmente se plantean es el uso de las "Luces intermitentes de emergencia", más conocidas como balizas. Hemos escuchado a mucha gente opinar, pero a pocos que conozcan el texto de la ley. En lo que respecta a la Ley Nacional de Tránsito (Ley 24.449) en su artículo 47, inciso e) dice: "Luces intermitentes de emergencias: deben usarse para indicar la detención en estaciones de peaje, zonas peligrosas o en la ejecución de maniobras riesgosas;"
Este inciso de la Ley está sin reglamentar en el Decreto 779/95 por lo que surgen una serie de cuestiones en las que nada está claro. ¿Qué se entiende por "detención"? ¿El hecho de estar detenido o el proceso hasta detenernos? ¿A qué se refiere la ley cuando menciona "zonas peligrosas"? ¿A la circulación por zonas peligrosas o a la detención en zonas peligrosas? En cualquiera de los dos casos la ley no define "zona peligrosa" en ninguno de sus artículos. ¿Qué es una maniobra riesgosa? Acá aparece eso de "cada maestrito con su librito" en el que cada uno te da su versión como una verdad revelada cuando ni siquiera la ley es clara. Para no tratar de inventar la sopa de ajo (que ya fue inventada hace mucho), nos pusimos a revisar la legislación de otros países sobre este tema y nos encontramos que hay consideraciones disímiles. El común denominador es que debe encenderse ante una situación riesgosa más adelante de nuestra posición como por ejemplo un choque, un vehículo lento, etcétera. En varios países se recomienda encender las balizas cuando haya situaciones de malas condiciones climáticas como niebla o nevadas, lo cual para muchos especialistas argentinos es un pecado mortal.
A título de ejemplo les mostramos en qué ocasiones deben activarse las balizas, a las que llaman "luces de advertencia de peligro", según la Ley de Tránsito de Australia: "Cuando se detuvo y obstruyó el camino a otros vehículos o peatones. Tenga en cuenta que el uso de las luces de advertencia de peligro no significa que se le permita estacionar ilegalmente, como en una zona sin paradas.
"Movimiento lento y obstrucción a otros usuarios de la carretera: si conduce un vehículo que no es capaz de mantenerse al mismo ritmo del flujo del tráfico pero que todavía tiene derecho a estar en la carretera.
"Detenido en un carril de parada de emergencia: esto le permite a los servicios de emergencia saber que necesita asistencia.
"Se detuvo para vender un producto como por ejemplo comida o refresco.
"Conducir en condiciones climáticas peligrosas: esto lo hace más visible si conduce lentamente en la niebla, por ejemplo.
"Funcionamiento de su dispositivo antirrobo o de bloqueo de alcohol.
"Un autobús escolar que deja o recoge a los niños (en cuyo caso las luces deberían funcionar automáticamente)".
Las balizas de los patrulleros
Por último, y ya que estamos hablando de visión, nos referiremos a las balizas azules de los patrulleros policiales. La potencia y la intensidad de brillo que propagan las balizas policiales se consideran efectivas en la prevención de delitos; se cree que tienen cierto carácter persuasivo y que, además, frente a un posible siniestro, es una luz que rápidamente da cuenta de una emergencia. La policía encuentra también como ventaja que esa luz tiene un alcance de hasta 100 metros y que representa una advertencia no sólo en la calle por la que va el móvil sino también en las perpendiculares. Lo cierto es que afectan la visión de las personas ya que satura la capacidad de respuesta que tiene el ojo por el cambio brusco de la intensidad. Si bien resulta ser muy molesto, no causa daño. Para que afectara la salud, la vista tendría que estar un tiempo muy prolongado bajo esa exposición. Lo increíble es que hay un vacío legal sobre este tema y si bien es mayoría la gente que pide que se las prohiba, no hay un sustento escrito para basar ese pedido. Va siendo hora que los organismos de seguridad y control se ocupen también de este tema.
El autor es ingeniero y presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam)
Luces LED, una ayuda para el bolsillo y el planeta
La tecnología de iluminación LED , como la que se utiliza en las DRL (Daytime Running Lights) de los automóviles, tiene varios beneficios respecto de las convencionales: ahorran energía, duran más (por lo que a la larga son más baratas) y son respetuosas con el medio ambiente. LED es la sigla de Light Emitting Diode o diodo emisor de luz; son semiconductores de estado sólido que, al recibir una corriente eléctrica de muy baja intensidad emite luz de forma eficiente y con alto rendimiento. Son capaces de convertir electricidad directamente en luz.
ahorro de combustible. Los nuevos Opel Corsa y Astra pueden estar equipados con faros LED que gastan 13 W/h cada uno, contra 70 W/h de uno halógeno. Esto supone un ahorro de energía del 81,4% y una emisión de 1,3 g/km de CO2 menor. Algunos estudios afirman que en un país con uso obligatorio de las luces todo el día, si todos los vehículos utilizaran faros y ópticas LED en reemplazo de las halógenas y las de xenón se ahorrarían unos 10 millones de litros de combustible por año.
cambio no tan rápido. Aunque las ventajas de la tecnología LED son incuestionables (y ya se trabaja en iluminación por láser y OLED, diodos orgánicos de emisión de luz), lo cierto es que en la actualidad más del 80% de los faros de los automóviles son halógenos o de xenón. Según fabricantes como Philips, que sigue evolucionando la tecnología de las lámparas halógenas, éstas son entre 4 y 5 veces más baratas que los faros LED, y que también hay espacio para la evolución de los de xenón o lámparas de descarga de alta intensidad (HID), que en los últimos años han incrementado entre un 15% y un 70% su capacidad lumínica, lo que redunda en 20 metros más de alcance. G.T.