Los problemas y errores de la señalización en Buenos Aires
Buenos Aires parece ser una ciudad sólo apta para ser recorrida por los que la conocen. Si no es así, difícilmente alguien pueda hacerlo con seguridad y certeza, usando la señalización existente. Por ejemplo, imaginemos a alguien que llega conduciendo desde el interior o exterior del país por vez primera y no tiene GPS ¿Qué carteles lo guiarán al Centro, aeropuertos, terminales de micros o trenes, hospitales, o tan sólo barrios?
Peor será su desorientación ante la falta de nombre de las calles, del sentido de circulación (mano/contramano), altura de la numeración, división de carriles, falta de demarcación de lugares para estacionar, dársenas de giro o paradas de transporte público, cuando no errónea señalización, que generan en los conductores dudas, equívocos, paradas inesperadas o maniobras bruscas, que muchas veces generan accidentes.
Ni qué decir sobre las calles o avenidas cortadas por reparaciones, piquetes o espectáculos organizados por las autoridades, en las cuales no hay una cartelería anticipatoria cientos de metros antes, para evitar la supercongestión en el lugar y ofrecer recorridos alternativos pre e inteligentemente organizados.
A esto agregaremos la falta de algunos de los semáforos peatonales en más del 90% de los cruces semaforizados, inexistencia de sendas peatonales marcadas, reductores de velocidad sin pintar y sin tachas reflectantes ni carteles que los anuncien (a veces, semidestruidos), avenidas adoquinadas donde no hay marcación de carriles, así como la falta de carteles que autoricen el estacionamiento sobre la izquierda en algunas calles, pese a que la Ley N° 3530/10 lo autoriza.
El concepto más actual en seguridad vial de la Visión Cero enfatiza la responsabilidad del Estado en generar un sistema de tránsito seguro que reduzca las posibilidades del error humano.
El loable propósito de las autoridades de la Ciudad de reducir los muertos en el tránsito en un 30% en tres años requiere, primero, una pronta solución de la señalización faltante, confusa o errónea.