La quinta generación de este sedán mediano toma muchos elementos del Clase S, al tiempo que estrena una mecánica micro-híbrida que le confiere un poco más de potencia y eficiencia
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El Clase C es el modelo más exitoso de Mercedes-Benz. Con más de 11 millones de unidades vendidas a nivel global y de 16.000 en la Argentina desde que se presentó en 1996, este sedán del segmento D es un emblema para la marca de la estrella y un auto que siempre tuvo un dejo aspiracional.
A fines de 2021 se lanzó mundialmente la quinta generación, que llegó a nuestro país importado de Sudáfrica hace poco más de un mes en una sola versión, la C 300 AMG–Line MHEV, que cuenta con tecnología Mild-Hybrid (también llamada micro-híbrida o híbrida soft).
Desde MB hacen hincapié en que este Clase C adopta muchos de los elementos de tecnología, confort y los guiños estilísticos del buque insignia de la compañía, el Clase S. Y de ahí que el lema que lo impulsa (“disfrutá de tu zona de confort”) tenga de qué apalancarse. A las nuevas dimensiones exteriores (es 6,5 cm más largo, 1 cm más ancho y tiene 2,5 cm más de distancia entre ejes) sumó más espacio entre butacas delanteras (+22 mm) y traseras (+15 mm), en la altura hasta el techo (+13 mm) y en la separación entre las dos hileras de asientos (+35 mm). Todo esto, claro, implica más comodidad para los pasajeros.
- Largo: 4,751 m
- Ancho s/c espejos: 1,82/2,033 m
- Alto: 1,438 m
- Distancia entre ejes: 2,865 m
- Capacidad del baúl: 455 L
- Capacidad del tanque: 55 L
- Neumáticos delanteros: 225/45 R18″
- Neumáticos traseros: 245/40 R18″
Por otra parte, el interior fue replanteado con un estilo más futurista y es mucho más confortable y amigable para el uso. Por ejemplo, tiene una disposición más envolvente, con todos los elementos apuntando levemente hacia el conductor; la visibilidad es más amplia, el tablero es completamente digital (de 11,9″) mientras que la pantalla central ahora es una enorme tablet de 12,3″ de alta definición, en el que funciona el nuevo sistema MBUX 2.0, compatible además con Android Auto y Apple Carplay mediante Bluetooth. Además, todos los mandos son por contacto y se controlan deslizando los dedos.
El carácter AMG se nota, en tanto, en el volante sport multifunción forrado en napa de nuevo diseño, el tablero y la pantalla con predominancia de rojos, la iluminación ambiente, y las butacas delanteras de corte sport, entre otros.
En el exterior, las superficies de la carrocería fueron suavizadas para darle una mayor continuidad a la silueta, resaltar la línea de cintura y acentuar la deportividad, dada por la caída del techo, las grandes llantas de 18″ (con neumáticos 225/45 adelante y 245/40 atrás), el voladizo delantero corto, el capot con mayor caída, el parabrisas más atrasado y con mayor ángulo y la parrilla amplia con efecto diamante y la estrella en cromo, que definen el estilo AMG (no es un AMG puro, sino que toma los factores distintivos de los modelos deportivos de la firma). De hecho, se lo nota más moderno, elegante y atractivo que antes.
Climatizador bizona, techo panorámico completo, butacas delanteras de regulación eléctrica con 3 memorias, cámara de retroceso con visión 360°, asistente de estacionamiento, sensor de lluvia, control de velocidad crucero, limitador de velocidad, cargador inalámbrico de smartphones, tapizados en cuero, y un largo etcétera, forman parte del equipamiento de confort.
Más potencia, menos gasto
El corazón de este C300 es el motor naftero con turbo de 4 cilindros en línea y 2.0 L de cilindrada que entrega 258 CV a 5000 rpm y 41 kgm de torque entre 2000 y 3200 rpm. Se acopla a una caja automática 9G-Tronic de 9 marchas que lleva la potencia al eje trasero.
¿Qué se puede decir de este conjunto mecánico? Simplemente, que es un Mercedes (con todo lo que eso implica): el impulsor derrocha potencia y reacción cuando se lo demanda (independientemente del régimen en el que se lo lleve) o se muestra relajado y ágil para la conducción en tránsito o en ruta a un ritmo tranquilo (a 130 km/h en modo Eco trabaja por debajo de las 2000 rpm); la transmisión, en tanto, está perfectamente relacionada y es veloz en el paso de cambios y no muestra tironeos ni retardos.
Además, el turbocompresor se diseñó uno de doble entrada con unión transversal de flujos (evolución de la tecnología Twin-Scroll) que asegura una respuesta más rápida y directa de la sobrealimentación y que fue desarrollada con la escudería de Fórmula 1.
Los consumos son realmente bajos, ya que en promedio demanda unos 6,5 L/100 km.
Lo interesante, entonces, es explicar cómo funciona la tecnología micro-híbrida. Básica y resumidamente, consta con una batería de 48 V (o sea, del cuádruple de capacidad de las que se usan en cualquier vehículo normal) más un alternador/generador (ISG). El acumulador produce energía y el “motorcito eléctrico” se ocupa de distribuirla y administrarla para ser usada en funciones que normalmente demandarían gasto de combustible (sistema Start-Stop, situación de planeo, funcionamiento del climatizador, etcétera) y también para recargar la batería común. Pero no solo eso, sino que además es capaz de producir 21 CV adicionales y sumarlos a los del motor para situaciones de alta demanda (un sobrepaso –función Boost–, una acelerada fuerte desde cero, etcétera).
Por eso es que las prestaciones son excelentes: acelera de 0 a 100 km/h en 6 segundos, recupera de 80 a 120 km/h en 4,5 (ambas en modo Sport) y alcanza una velocidad máxima declarada por el fabricante de 250 km/h.
- Motor: naftero con turbo
- Cilindros: 4 en línea
- Cilindrada: 1999 cc
- Válvulas: 16
- Potencia: 258 CV a 5800 rpm
- Par: 41 kgm entre 2000 y 3200 rpm
- Generador eléctrico: capacidad 15 kW
- Potencia: 21 CV
- Par: 20,5 kgm
- Caja: automática de 9 marchas
- Tracción: trasera
Superlativos son el confort de marcha y el comportamiento dinámico (un único detalle: al ser tan bajo, hay que pasar cunetas y lomos de burro con mucho cuidado ya que suele tocar abajo siempre). De nuevo, es un Mercedes con todas las letras.
El paquete de componentes de seguridad y de ayudas a la conducción es completo e incluye 7 airbags, anclajes Isofix, frenos con ABS, EBD y Adaptive Brake, asistente de arranque en pendiente, control de estabilidad, alerta de colisión frontal con frenado de emergencia, alerta de punto ciego, asistente de mantenimiento de carril y de cansancio del conductor, encendido de luces automático y varios más.
Este Clase C tiene un precio sugerido al público de US$110.000. Esto, debido a que tener una mecánica alternativa tributa solo el 5% de impuestos y en muchas localidades está exento del pago de patentes.
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