El nuevo SUV para el segmento B de la marca italiana llega con una mecánica muy confiable y rendidora, un nivel de equipamiento acorde y una estética atractiva
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Que los SUV están teniendo un avance arrollador no es ninguna novedad. Tampoco lo es que dentro de ese formato los del segmento B son los de mayor demanda y crecimiento en nuestro mercado. De ahí que todas (o casi todas) las marcas tengan al menos un modelo compitiendo en esa porción de la plaza tan codiciada.
Fiat había incursionado hace unos años entre los sport utility con el 500 X, un vehículo excelente –hasta contaba con tracción integral– pero que al llegar importado de Europa tenía un precio prácticamente inaccesible, por lo que sus ventas fueron escasas. Pero unos años atrás la firma italiana del Grupo Stellantis comenzó a desarrollar lo que hoy es el Pulse, que fue presentado a fines de abril último y que para la compañía representa una de sus mayores apuestas de los últimos años. Y tan fuerte es la apuesta por esta silueta, que la firma se prepara para lanzar en los próximos meses su SUV de estilo coupé Fastback.
- Largo: 4,099 m
- Ancho sin y con espejos: 1,774 y 1,989 m
- Alto: 1,547 m
- Distancia entre ejes: 2,532 m
- Capacidad del baúl: 370 L
- Capacidad del tanque: 47 L
- Peso: 1234 kg
- Neumáticos: 205/50 R17″
El Pulse es un producto enteramente regional que se fabrica en Brasil y que aquí se comercializa en tres versiones, de las cuales este Impetus (que probamos) es el tope de gama (la restante es la Drive con motor 1.4 L de 99 CV y 13 kg de par y opciones de caja manual de 5 marchas o automática tipo CVT).
Está basado sobre la plataforma MLA, la misma del Argo –con el cual comparte numerosos elementos– pero a la cual se le realizaron cambios sustanciales para poder adaptarle suspensiones, mecánica y nuevos elementos de confort y tecnología.
Estéticamente tiene un diseño muy logrado, con un frente voluminoso pero estilizado (dado por la caída del capot) en el que resaltan las amplias parrilla y toma de aire, las ópticas aguzadas con luces full LED y sistema cornering y los prominentes antiniebla, todo acompañado por abundantes detalles en cromado.
El factor Argo puede verse en parabrisas, puertas y luneta (son los mismos), aunque se diferencia por los plásticos que cubren los laterales y guardabarros. Otros detalles salientes: la pintura bitono, los espejos en negro brillante, las llantas de aleación de diseño exclusivo y el amplio portón trasero.
El interior está muy bien planteado (luce moderno), con una correcta calidad de materiales y terminaciones y espacio suficiente para cuatro adultos. La posición de manejo es fácil de encontrar y cómoda gracias a las múltiples regulaciones que permiten tanto la butaca como la columna de dirección. Sin embargo, la visión hacia atrás está un poco reducida debido al tamaño de la luneta, mientras que el tablero completamente digital y configurable a gusto del conductor es de fácil lectura y ofrece una abundante cantidad de información.
Claro que si la idea es competir en igualdad de condiciones, la dotación de elementos de confort no puede fallar. Y en este aspecto cuenta con cámara de retroceso, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, climatizador, cargador inalámbrico de smartphones, encendido remoto, sensor de lluvia y crepuscular, GPS, entradas USB A y C y el nuevo sistema multimedia Uconnect que opera una pantalla flotante táctil de 10,1″ pulgadas compatibles con Android Auto y Apple CarPlay mediante Bluetooth.
Hecho a la medida
Para completar el cuadro, estrena la nueva familia de motores T200. Se trata del impulsor turbonaftero de 3 cilindros en línea con cadena de distribución, 1 L y 12 válvulas, que genera interesantes 120 CV a 5750 rpm y un muy buen torque de 20,4 kgm desde las 1750 rpm, asociado a una transmisión automática del tipo CVT (variador continuo) con 7 marchas simuladas.
Es un propulsor que destaca tanto por su potencia como por el par para su cilindrada, lo que se traduce en muy buenas respuestas ante la exigencia del acelerador en cualquier rango del cuentavueltas; además, nunca se lo nota forzado (a 130 km/h trabaja cerca de 2500 rpm). La caja está adecuadamente escalonada y lo complementa muy adecuadamente (no se enrosca como suele suceder con otras CVT), aunque a veces genere algunos tironeos molestos cuando se desacelera en velocidad. Más allá de eso, se nota que es un conjunto pensado específicamente para este modelo y al público al que apunta y le queda realmente muy bien.
Los consumos son adecuados: gasta unos 7,5 L/100 km en ruta a 130 km/h y 9,8 L/100 km en ciclo urbano.
En cuanto a la performance, necesita 10 s para acelerar de 0 a 100 km/h, 7,4 s para recuperar de 80 a 120 km/h y alcanza una velocidad máxima declarada por el fabricante de 186 km/h.
Para garantizar el confort de marcha los ingenieros de Fiat trabajaron mucho en el reglaje del conjunto de suspensiones basándose en el estado general de las calles y rutas del Mercosur. Y la verdad es que esa labor dio sus frutos, ya que el andar es notable ya sea en autopista o sorteando baches, reductores de velocidad, cunetas y lomos de burros. En esto colaboran, también, la buena elección de neumáticos (205/50 rodado 17″ para esta variante), la excelente insonorización de la cabina y la escasa vibración del motor (pese a tratarse de un tricilíndrico).
- Motor: turbonaftero
- Cilindros: 3 en línea
- Cilindrada: 999 cc
- Válvulas: 12
- Potencia: 120 CV a 5750 rpm
- Par: 20,4 a 1750 rpm
- Caja: automática tipo CVT
- Tracción: delantera
El comportamiento dinámico es también destacable, ya que la carrocería pese a ser alta (tiene un despeje de 19 cm) está convenientemente balanceada y la dirección es extremadamente suave en baja velocidad (estacionar o moverlo en espacios reducidos es realmente un placer) pero con la dureza justa cuando se lo conduce en velocidad, por lo que siempre se lo siente muy agarrado al piso.
En ese sentido, no está descuidado el rubro seguridad: frenos con ABS y EBD, controles de estabilidad y tracción avanzado, asistente de arranque en pendiente, 4 airbags y anclaje Isofix, además de sumar algunas ADAS, como frenado autónomo de emergencia y sistema de mantenimiento de carril.
Este Pulse Impetus tiene un precio sugerido al público de $4.219.000. Es un valor muy competitivo y que justifica ampliamente la ecuación precio-producto.