La actualización del SUV de la marca japonesa suma equipamiento a sus ya probadas virtudes: comodidad, seguridad y calidad. Además, ofrece una mecánica potente y confiable
Durante muchos años, el Honda CR-V fue uno de los principales referentes entre los SUV medianos de nuestro país. Con la llegada de nuevos competidores más accesibles, fue perdiendo un poco de protagonismo, pero siempre estuvo en las preferencias de un sector de público que buscaba un vehículo cómodo, seguro, equipado y, fundamentalmente, confiable.
Este CR-V 2021 es un restyling de la quinta generación que se lanzó en nuestro país en 2018, viene en tres versiones producidas en la planta de la marca de los Estados Unidos (reemplaza al que se fabricaba en México), por lo que es castigado por los impuestos extrazona (paga un 35% más). La que probamos es la EXT AWD, tope de gama.
El sello estilístico de la marca está bien presente en este modelo y sigue los parámetros habituales: sobriedad, robustez y modernidad por partes iguales. En lo que respecta a los cambios, son pocos y leves y se encuentran casi todos en parte frontal: luce una parrilla rediseñada en la que la barra cromada que la atravesaba es ahora más angosta; el paragolpes fue reformulado para estirarlo un poco más hacia los laterales, y abajo en la toma de aire aparece una nueva barra en cromado más ancha; los faros antiniebla también fueron reconfigurados y las luces en esta versión son full LED. Fuera de ahí, la otra modificación importante es el estilo de las nuevas llantas de aleación de 18″ que calzan neumáticos 235/60.
- Motor: naftero con turbo
- Cilindros: 4 en línea
- Cilindrada: 1498 cc
- Compresión: 10:3
- Válvulas: 16
- Potencia: 190 CV a 5600 rpm
- Par: 24,5 kgm 2000-5000 rpm
- Caja: automática CVT
- Tracción: integral AWD
Otro dato importante es que este CR-V estrena una flamante plataforma que es cuatro centímetro más larga. ¿En qué se traduce esto? En que el gran volumen interno que siempre caracterizó al modelo ahora es aún más amplio y cinco adultos pueden viajar con mucha comodidad. Confortables y ergonómicas, las butacas delanteras son calefaccionadas y la del conductor ofrece múltiples ajustes eléctricos y dos memorias, mientras que los traseros son reclinables y se pueden plegar en 60/40 para aumentar la capacidad del baúl (ya de por sí amplio y con buenos 646 L). En el habitáculo, igualmente sobrio, destacan los aplique en plástico símil madera que buscan darle un toque elegante, y la muy buena calidad de materiales y terminaciones (típicos de productos destinados a América del Norte).
La posición de manejo (de por sí alta, como es habitual en los sport utility) es muy sencilla de encontrar gracias a que la columna de dirección también se puede ajustar en altura y profundidad.
La seguridad, una prioridad
EL CR-V siempre se lució por ser un vehículo seguro. Y en esta versión tope de gama, la gente de la marca fue por más: incorporó el paquete de asistencias de la conducción (ADAS) Honda Sensing que ya había sido estrenado en el país con el mayor de los SUV, el Pilot. Este sistema está compuesto por un radar, cámaras y un conjunto de sensores que realizan una mapeo permanente de las situaciones de conducción y las condiciones del tránsito y activan las funciones de control de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, alerta de riesgo de colisión frontal y asistente de mantenimiento de carril con alerta de cambio involuntario. A eso suma algunos otros elementos ya conocidos en el modelo: sensores de estacionamiento traseros y delanteros, cámara de retroceso, 6 airbags, asistentes de arranque en pendiente y de conducción ágil AHA (mediante los frenos reparte el torque entre las ruedas en curvas y de esa forma la tendencia a que el vehículo se desvíe es mínima), monitor de cansancio del conductor y el Honda Lanewatch, una cámara ubicada en el espejo derecho que se activa cuando se pone la luz de giro para ese lado y proyecta lo que ocurre en la pantalla central para tener una visión más acabada de lo que sucede en el entorno (proporciona un ángulo de visión cuatro veces más amplio que lo normal), entre otros.
Y otra de sus grandes virtudes siempre fue la del equipamiento: en eso también se luce al ofrecer head up display (todos los indicadores del vehículo son proyectados en una lámina trasparente sobre el volante lo cual evita quitar la mirada del camino), techo panorámico, climatizador bizona, cargador inalámbrico de celular, sistema multimedia con pantalla táctil de 7″ compatible con Android Auto y Apple Carplay, GPS, dos puertos USB en las plazas traseras, portón trasero de apertura eléctrica, y mucho más.
Esta generación estrena un motor turbonaftero 1.5 L de 4 cilindros en línea con inyección directa y sistema variable de válvulas i-VTEC, que genera 190 CV a 5600 rpm y 24,5 kgm entre 2000 y 5000 rpm de torque. Este se asocia a una transmisión automática del tipo CVT (variable continua) con 7 marchas prestablecidas, con levas al volante; la tracción es integral permanente.
Es un conjunto correcto para este tipo de vehículo, con un impulsor de muy buena potencia pero con un torque un poco corto y una caja (como todas las CVT) que tiene tendencia a patinar o quedarse enroscada arriba, con lo cual solo cuando se suben mucho las revoluciones muestra lo que puede dar. Las prestaciones en modo Sport (ofrece dos modos de manejo, el otro es Eco) son muy buenas teniendo en cuenta sus dimensiones: necesita 9 s para acelerar de 0 a 100 km/h y 6,1 s para recuperar de 80 a 120 km/h; además, alcanza una velocidad máxima de 200 km/h (limitada de fábrica), y frena de 100 km/h a 0 en 40 m.
- Largo: 4,631 m
- Ancho: 1,855 m
- Alto: 1,689 m
- Despeje: 209 mm
- Distancia entre ejes: 2,66 m
- Capacidad del baúl: 646 L
- Capacidad del tanque: 57 L
- Peso: 1619 kg
- Neumáticos: 235/60 R18″
El sistema de tracción integral Real Time AWD es de funcionamiento rápido e imperceptible (se puede monitorear en el panel de instrumentos), y fue mejorado para aumentar la velocidad máxima en las ruedas traseras de manera de otorgar mayor agarre en situaciones complicadas, y también fue recalibrado para ofrecer un mayor control en diferentes superficies.
Otro aspecto en el que siempre destacan los modelos de Honda es en el comportamiento dinámico: ágil en el tránsito, muy estable y firme en ruta, se puede incursionar fuera del asfalto pero sin abusar (no es un 4x4). Lo mismo puede decirse del confort de marcha: es silencioso, cómodo, mullido. En resumen, ambos son excelentes.
El precio, como se dijo, está alcanzado por todos los impuestos y es de US$76.000.
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