La pickup llegará a la Argentina este año con motores diésel de 158 y 188 CV, cajas manual y automática, y versiones 4x2 y 4x4. Desde 2017 se fabricará en el país
MÉXICO. - Cuando el sábado último, desde estas páginas, sugerimos que tanto la pickup Nissan NP300 Frontier (que habíamos probado en México una semana antes) como la Mercedes-Benz podrían ser fabricadas en la Argentina, y lo que es más, en la misma fábrica, no imaginábamos que los anuncios que confirmarían ambas ideas serían inminentes.
Pero lo cierto es que el martes de esta semana, Nissan Motor Company anunció su desembarco en la Argentina como fabricante, ya que desde 2017 producirá la pickup en la planta de Renault en Santa Isabel, Córdoba.
El chairman de Nissan Latinoame´rica y vicepresidente senior de Nissan Motor Company, José Valls, y el director de Renault Argentina, Thierry Koskas, le dieron la noticia en persona a Cristina Fernández de Kirchner. Pero al mismo tiempo, desde Stuttgart llegaba un comunicado de Mercedes-Benz donde confirmaba que su pickup será producida también en la planta cordobesa, sobre la plataforma de Nissan, pero con diseño y desarrollo propio. Y para completar los anuncios, la frutilla del postre fue la confirmación oficial de que también desde esa planta mediterránea saldría un tercer modelo, pero con la marca Renault.
A primera vista
Lo primero que impacta en el nuevo modelo es el diseño. Deportivo y robusto, de gran porte, transmite de inmediato la sensación de fortaleza.
Obviamente el frente demuestra el nuevo ADN de la marca con el logo en la parrilla cromada y detalles redondeados en los arcos de las llantas.
Con la extensa experiencia de Nissan en la producción de pickups, los diseñadores no quisieron dejar nada librado al azar.
Cada detalle, tanto de fierros como de diseño, fue pensando con un criterio funcional, donde la estética, muy atractiva, también tiene una razón de ser que va más allá de simplemente agradar, debe ser útil.
Un vehículo de este tipo se diseña desde abajo. Allí sobresale el chasis con largueros y travesaños de doble C, lo que le otorga una enorme robustez para enfrentar cualquier tipo de camino. Pero eso no es todo; cada pieza mecánica está por encima de la línea de ese chasis, de modo que cualquier golpe en los bajos va a impactar contra los largueros, pero no contra las piezas vitales del vehículo (caja, motor, transmisión). Hasta los sensores del ABS trasero están dispuestos de manera tal que están protegidos de cualquier impacto accidental en una imperfección del terreno.
La otra premisa de sus diseñadores fue, además de confiabilidad, darle confort.
Las butacas delanteras, que en la marca los denominan gravedad cero, fueron especialmente diseñadas para otorgar comodidad aun en trayectos muy largos de viaje. En el mismo sentido, en el interior hay disponibles tres puertos de 12V, entradas auxiliares, conexión para iPod, Bluetooth y pantalla con diseño original de cinco pulgadas; también cuenta con portavasos, controles de audio en el volante y control de velocidad crucero.
Comparada con la Frontier anterior, la altura interior incrementó en 874 mm, en especial para la segunda fila de asientos en que el espacio entre la cabeza y el techo aumentó un 110%. También el espacio a lo ancho para los hombros de los pasajeros creció en 4,46 por ciento a 1,450 mm y 1,441 para la primera y segunda fila, respectivamente.
Otro elemento que tiene que ver tanto con el confort como con la seguridad son las suspensiones. En este caso, la NP300 Frontier combina un sistema multilink de cinco brazos con eje rígido (no tiene elásticos), lo que minimiza los movimientos generados por el pavimento sin transmitirlos de una llanta a la otra en el mismo eje, asegurando la posición correcta de los neumáticos.
Pudimos ponernos al volante de distintas versiones; sólo no estuvo disponible la de 188 CV que sí llegará a la Argentina.
La primera que pudimos manejar fue la de 158 CV diésel con caja manual de 6 marchas.
El motor tiene un comportamiento impecable, entregando mucho par desde bajas revoluciones. En nuestro ruta, con mucha altura sobre el nivel del mar, encontramos la mejor respuesta por encima de las 2000 rpm que es cuando el turbo realmente empuja con fuerza.
El comportamiento de las suspensiones le otorga gran estabilidad en distintos terrenos, tanto sobre el asfalto como fuera de él.
Otro punto fuerte es la insonorización y la excelente aislación del habitáculo; después de transitar por caminos de polvorientos ni una partícula entró al interior.
Después de varios caminos de pavimento (ciudad, ruta, autopistas) llegó el turno del off-road. Allí la pickup también demostró el ADN de Nissan.
Comenzamos la travesía con caja manual y cambiamos a mitad de camino por la automática, donde apreciamos el trabajo de los controles de ascenso o descenso en pendientes. Con una capacidad de carga de 1100 kilogramos, la doble cabina es un modelo que se adapta tanto al trabajo como al tiempo libre.
Un dato especial es que la versión que llegará a la Argentina tiene mayor despeje que las que se venden en el resto del continente. Esta adaptación es producto de miles de kilómetros de prueba, muchos en nuestro país. ABS, doble airbag, luces de Led, buenos ángulos para el off-road son otros de los elementos que ofrece este modelo.
Los argentinos podrán tener el primer contacto con la NP300 Frontier en el Salón del Automóvil de Buenos Aires y llegará a los concesionarios antes de 2015. Y en un par de años más saldrá la primera pickup Nissan de la línea de montaje argentina.
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