Silencio, confort, seguridad, facilidad de conducción y una generosa autonomía son varios de los atributos que hacen del Nissan Leaf 100% eléctrico un auto ideal para moverse en el congestionado tránsito urbano
Cuando viene una ola, hay surfistas que se suben antes que otros. Algo parecido pasa con las empresas automotrices y la electrificación del automóvil. Hay algunas que vieron el potencial antes que las demás.
Entre esas pioneras está Nissan y no es casualidad. En 2015 pudimos visitar el centro de R&D (Investigación y Desarrollo) de la marca en Yokohama. No solo estaban muy adelantados en materia de autos eléctricos (de hecho, la primera generación del Leaf, que hoy nos convoca, data de 2009), sino también en la conducción autónoma. ¿Exageración? Para nada, ya por entonces Nissan y toda la industria japonesa estaba de acuerdo en avanzar en dos rumbos: cero emisión y cero accidentes de tránsito.
El Nissan Leaf (el eléctrico más exitoso del mundo, con más de 365.000 unidades vendidas) es producto de esa visión (que la marca llama Nissan Intelligent Mobility). Ciento por ciento eléctrico, es un modelo diseñado como tal, lo que significa que además de ecológicamente amigable, también aprovecha un tren de fuerza mucho más compacto que uno convencional (con motor de combustión) para ofrecer un espacio interior muy amplio, un confort de marcha estupendo y un andar tan silencioso, gracias a una gran insonorización de los ruidos exteriores y aerodinámicos (tiene un coeficiente Cx de 0,28), que da placer circular en medio del caos de tránsito sin que nada perturbe nuestra quietud, a la que también contribuye la gran facilidad de manejo. Claro está, no es para pisteros de escape libre.
Sin embargo, hasta estos usuarios encontrarán una veta especial en los autos eléctricos, que en el Leaf, un modelo pensado para la familia y la movilidad urbana, está presente aunque en forma moderada: la aceleración. Aunque de aspecto inofensivo, esta segunda generación del Leaf (lanzada en 2017), con 150 CV (110 kW) de potencia y 320 Nm de torque (constantes, lo que es una gran ventaja para impulsar el vehículo), es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 7,9 s (e incluso menos) y de 80 a 120 km/h en 4,6 s; más que suficiente para vapulear a unos cuantos nafteros. Eso sí, como en todo EV, la velocidad máxima está limitada; el Leaf no pasa de 145 km/h, pero esto tiene una razón: la autonomía.
Oficialmente, gracias a las nuevas baterías de 40 kWh de capacidad, el rango entre cargas es de es de 378 km (según el antiguo ciclo europeo NEDC), aunque en la práctica ronda con facilidad los 250/280 km. Para esto, en ruta a velocidad constante, hay que ir tranquilos con el acelerador (100 / 110 km/h sería lo óptimo), porque no podemos generar electricidad con el frenado, lo que sí se puede hacer en la ciudad (el hábitat natural, por ahora, de los EV). De todas formas, en un ciclo mixto (urbano y autopista) de 209 km con una velocidad promedio de 18 km/h rindió 6,3 km/kWh y le insumió el 37% de la carga de las baterías. Con los 40 kWh totales, la autonomía sería de unos 252 km.
El Nissan Leaf se puede manejar en forma normal, como un auto de caja automática con dos pedales. Al desacelerar y frenar, el sistema de recuperación de energía carga las baterías (cuenta además con el modo B Mode para incrementar la capacidad del frenado regenerativo). Pero más electricidad genera aún el sistema e-Pedal, que se acciona con un botón para pasar a comandar el auto solo con el pedal del acelerador: al soltarlo, el auto se frena (con mucha fuerza), por lo que la generación de electricidad es mayor.
Sin embargo, hay que acostumbrarse al e-Pedal, porque el poder de freno debido a la fricción del sistema de regeneración es grande y a baja velocidad el auto se "clava" de golpe, lo que puede ser peligroso. Sin embargo, es cuestión de tomarle la mano y para la ciudad puede resultar muy cómodo; no tanto para las autopistas, porque también la aceleración es más forzada. La recarga se hace conectándolo a la red domiciliaria con un Wall Box (6,6 kW) demora unas 8 horas; en tanto que con un cargador rápido (50 kW) el 80% se repondrá en 40 minutos.
El Leaf es un hatchback familiar de diseño moderno y atractivo (es el primer auto eléctrico en el mercado argentino), pero lejos de ser extrañamente futurista. El interior, como se dijo, es muy amplio: cinco adultos pueden acomodarse bastante bien y cuatro viajarán muy cómodos; además, ofrece un baúl de 435 L, una medida comparable con las de un sedán de 4 puertas.
Por si fuese poco, a la muy buena calidad de materiales y terminaciones hay que sumarle un equipamiento de alta gama, tanto de confort como de seguridad con varios controles activos como cruise-control adaptativo, de estabilidad (o de trazo inteligente de curvas), alerta de tránsito cruzado, de colisión frontal y de punto ciego, control de cambio involuntario de carril y mucho más.
El 11 de enero es la fecha clave para conocer el precio y para que comience la preventa. Los autos eléctricos no son baratos, pero algo es seguro: el Leaf es todo un placer sensorial.
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