La evolución de las cubiertas tuvo varias idas y vueltas hasta llegar a las pioneras de las que hoy conocemos
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A comienzos del siglo XIX el químico escocés John Mcintosh (inventor del impermeable), fue el primero en experimentar con la savia de diversos árboles en el Amazonas para crear goma o caucho. El problema de este material era su escasa durabilidad. Hasta que el norteamericano Charles Goodyear descubrió la vulcanización en 1839, proceso que mezcla el caucho con azufre y a la que se le aplica calor y presión, lo que mejora su plasticidad y resistencia. Allí comenzó el boom del uso de la goma maciza en las ruedas de bicicletas. Pero… no aportaban demasiado confort.
En 1845, el ingeniero escocés Robert William Thomson patentó el primer “neumático”; es decir, una rueda rellena con aire. Su diseño contaba con múltiples finos tubos rellenos con aire dentro de una cubierta de cuero. Sin embargo, nunca llegó a la producción por sus limitaciones.
Para eso hubo que esperar a otro escocés, el veterinario cirujano John Boyd Dunlop (radicado en Dublin, Irlanda), quien realmente introdujo el primer neumático útil y práctico. Lo desarrolló a partir de observar cuan incómodo y lento se desplazaba el triciclo (con ruedas de goma maciza) de su hijo para ir a la escuela. Dunlop tomó finas láminas de goma, las pegó entre sí hasta armar un tubo y les puso aire con un inflador de pelotas de fútbol. La idea fue revolucionaria: mayor confort y más velocidad. Los neumáticos rápidamente se difundieron entre los ciclistas (de hecho, solo un año más tarde de su creación empezaron a utilizarse en las carreras de bicicletas) y, claro está, entre los autos que venían asomando a finales del siglo XIX. Hasta se usaron en la primera carrera de la historia entre París y Rouen, en 1894.
El aporte de los hermanos franceses André y Édouard Michelin fue también crucial: desarrollaron el primer neumático desmontable. En 1946, la empresa francesa creó el neumático radial, que terminó imponiéndose sobre el de telas por mejorar la maniobrabilidad y ahorrar combustible.