Mercedes-Benz presentó la renovación del Clase C

Mercedes-Benz Argentina presentó la quinta generación de su sedán del segmento C, que desde su lanzamiento se convirtió en el modelo insignia de la marca (lleva más de 11 millones de unidades vendidas en el mundo y de 16.300 en la Argentina desde que se introdujo en 1996).

Llega importado de Sudáfrica en una sola versión, la C 300 AMG–Line MHEV, que tiene un precio sugerido al público de US$ 104.000.

Este Clase C adopta varios elementos del Clase S (el modelo más lujoso de la estrella) en lo que hace a confort, seguridad y diseño. Para comenzar, muestra nuevas dimensiones (aumentó 6,5 cm de largo, 1 cm de ancho y 2,5 cm de distancia entre ejes) lo que se traduce en más espacio para los pasajeros delante y detrás. Estas modificaciones, más algunos retoques en el diseño, hacen que siga conservando la elegancia y modernidad características de este modelo.

El interior fue replanteado con un estilo futurista y adopta ítems de confort del Clase S como el concepto de manejo, la visibilidad y el diseño envolvente de los equipos en torno al conductor. Además, el tablero completamente digital es de 11,9″ mientras que la pantalla central es de 12,3″ de alta definición.

El carácter AMG-Line está dado por los asientos delanteros deportivos con ajuste eléctrico y función de memorias, el volante sport multifunción forrado en napa con nuevo diseño, el tablero, pantalla y líneas de cintura en símil cuero , y la iluminación ambiente en 64 colores.

Cuenta con el motor turbonaftero de 4 cilindros en línea que entrega 258 CV a 5800 rpm y un torque de 400 Nm desde las 2000 rpm, acoplado a una transmisión automático 9G-Tronic de 9 cambios. El impulsor cuenta con el sistema de alternador arrancador integrado (ISG) de segunda generación capaz de entregar hasta 15 kW de potencia adicional y 200 Nm de par motor adicional.

En cuanto al turbocompresor se diseñó uno de doble entrada con unión transversal de flujos (evolución de la tecnología Twin-Scroll) que asegura una respuesta más rápida y directa de la sobrealimentación y que fue desarrollada con la escudería de Fórmula 1.

Además, la mecánica se complementa con tecnología Mild-Hybrid con una batería de 48 V, que ayuda a la mecánica en determinadas funciones que requieran de electricidad. Con todo esto se buscó reducir el consumo de combustible y mejorar la sustentabilidad.

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