Ford y Chevrolet, desde 1915 hasta hoy frente a frente en los comercios y en las pistas
Aseguran los expertos que la rivalidad entre Ford y Chevrolet arrancó, exactamente, en 1915, cuando la General Motors, creada en 1908, lanzó el Chevrolet 490 (llamado así porque costaba 490 dólares) para competir directamente contra el Ford T, que costaba US$ 495 y fabricaba la compañía homónima de Detroit, concebida en 1903.
Pero las semillas del enfrentamiento, de lo que se ha llamado “la madre de todas las rivalidades corporativas”, se habían sembrado mucho antes, tanto en Estados Unidos como en nuestro país. En 1921 se estableció la Ford Motor Argentina; tres años más tarde, empezó sus operaciones la General Motors Argentina.
Los primeros Ford fabricados en el país salen de la fábrica de Villafañe 40, en el barrio de la Boca, en 1922; la administración de la compañía estaba en San Telmo, en Perú 752. A pocas cuadras de ahí, en Garay 1, en una vieja barraca de lana, comienzan a armarse los primeros Chevrolet; el modelo Especial Argentino sale en 1925.
La rivalidad comercial en la Argentina está instalada desde los ’20. La deportiva debió esperar década y media más.
Por entonces, los Grandes Premios argentinos eran para baquets y durante la década del ’20 dominaron los Studebaker y los Hudson. En el GP de 1926, Trofeo Diario La Nación, solo hay un Ford y ningún Chevrolet entre los 18 anotados.
El Ford A de Roberto Lozano conquista el GP de 1933, pero esa fórmula de carreras no lleva a ningún lado: el trágico GP de 1934 replantea el automovilismo del país y los coches standard salen a competir a los caminos.
En el GP de 1936, las cupé Ford V8 y Chevrolet 6 cilindros son mayoría: 63 autos sobre 115 inscriptos. Pero gana una Terraplane…
Hasta que al año siguiente, con el lanzamiento de la especialidad de ruta (que recién en 1953 va a adquirir oficialmente la denominación Turismo de Carretera), Ford y Chevrolet se hacen dueñas de las rutas. La marca del óvalo tiene los mejores representantes en el comienzo: Lo Valvo, Supicci Sedes, Pedrazzini, Garbarino, Risatti. Para la marca contraria, el primer espadachín es el porteño Tadeo Taddía. Sin embargo, en 1939 debutan los hermanos Gálvez con su cupé V8, Juan Manuel Fangio se pasa de Ford a Chevrolet, y la rivalidad se torna plena. El Gálvez vs. Fangio y el Ford vs. Chevrolet se vuelven sinónimos.
En 80 años de TC, Ford ganó 40 títulos y Chevrolet otros 21 (14 de ellos entre 1995 y este año). En la década del ’70, las cupés le dejaron su lugar a los Falcon y las Chevy, y los seis cilindros se adueñaron de la escena. Con el nuevo siglo, los autos emblemáticos ya se fabricaban en los talleres de competición conservando las siluetas; hoy, la Asociación Corredores Turismo de Carretera (ACTC) concentra la construcción de esas máquinas en un solo taller.
Los apellidos también cambiaron: de Fangio y Gálvez a Gradassi y Mouras, Ortelli y Martínez. Los ídolos de hoy ya no son sus propios mecánicos. Cambió todo. Menos la rivalidad.