La demorada obra en la ruta 2 que podría complicar el viaje a la costa en el verano

SAMBOROMBÓN.— El calendario de feriados de este segundo semestre jugó a favor y tardó en asomar fuerte el contratiempo inevitable. Las vacaciones de invierno no implicaron grandes volúmenes de tránsito en las rutas de la costa atlántica y recién en estos últimos días apareció en escena el primer fin de semana largo que con decenas de miles de viajeros en la ruta 2 expuso el cuello de botella en que se convierten dos obras en ejecución sobre esa traza, en particular la que alcanza al puente del Río Samborombón y lleva hacia Capital Federal.

El domingo último, en particular desde primeras horas de la tarde, e incluso el lunes desde temprano y hasta pasado el mediodía se formaron larguísimas filas de vehículos frente a la reducción de calzada que se da en ese tramo, a la altura del kilómetro 95, donde la calzada se reduce a un único carril.

Según registros de Aubasa, concesionaria de la Ruta 2, pasaron por allí 26.668 vehículos el domingo y otros más de 20.000 al día siguiente. Fue tal la congestión, con picos de casi 2300 automóviles por hora, que el personal afectado al control vial debió instrumentar un “by pass” para agilizar la circulación, de tal manera que mitad de los automotores que marchaban con rumbo norte debieron hacerlo a contramano, por la mano izquierda de la ruta que lleva a Mar del Plata.

Así se salvaron estas circunstancias que implicaron demoras importantes, que tampoco fueron las únicas. Es que los viajeros debieron sortear algunos inconvenientes similares entre el kilómetro 62 y 40, en este caso por obras de repavimentación que son parte de un plan integral de recuperación de esta autovía.

La inquietud frente a lo vivido se acrecienta porque son obras que están en curso, a las cuales todavía les queda un buen porcentaje pendiente y la cuenta regresiva empieza a mirar hacia el inicio de la temporada de verano, el pico anual de tránsito de esta autopista que se empezará a vivir allí desde mediados de diciembre, en poco menos de dos meses.

“El domingo fue bravísimo de autos, con colas muy largas, pero nos sorprendió mucho más el lunes porque fue parecido con gente que ha salido sin tanto apuro”, contó a LA NACIÓN uno de los operarios afectados a la reparación del puente que cruza sobre el curso del Río Samborombón, justo en el límite entre Chascomús y Brandsen.

En vísperas del inicio del fin de semana largo desde Aubasa, la empresa concesionaria de la Autovía 2, se había advertido a los automovilistas sobre esta posibilidad de demoras. Marcó los kilómetros 64 a 57 y 95 a 93, siempre en sentido a la ciudad de Buenos Aires.

De acuerdo a lo establecido en el plan de trabajos licitado y adjudicado por el Gobierno bonaerense, es uno de los hitos centrales sobre una extensión total de 146 kilómetros, con inicio extremos en los kilómetros 57 y 203. Implica entonces el fin de la autovía Buenos Aires La Plata hasta los accesos a la ciudad de Dolores.

Ese puente sobre el río Samborombón presenta hoy un único carril habilitado, el derecho, y otro bloqueado por una hilera de tanques plásticos y señales lumínicas para mayor seguridad en horario nocturno. Así se protege el sector donde ya se completó la reparación de las defensas laterales, que eran de piezas individuales de hormigón y ahora se cambiaron a un muro compacto y continuo, del tipo New Jersey.

Ensanche del puente

Según informaron a LA NACION desde Vialidad Provincial, que administra y supervisa estas obras, también se está logrando un ensanche de este puente del orden de los 35 centímetros por cada lado. “Esto dotará al antiguo puente una seguridad que se había ido deteriorando con el paso del tiempo y lo modernizará en cuanto a su estándar de seguridad ampliando el ancho que se consideraba ajustado”, indicaron las fuentes.

Ese sector, además, contempla iluminación que, ya en la instancia final de los trabajos, se proveerá mediante la instalación de columnas de 15 metros de altura.

La gran duda que emerge es si el ritmo de marcha de máquinas y obreros alcanzará para llegar a concluir el otro lateral del puente y la posterior pavimentación antes de fin de año. “Comenzaron a fines de junio y quedarán terminados aproximadamente el 15 de diciembre”, anticiparon desde la Provincia.

La obra en conjunto sobre esos 146 kilómetros tiene un presupuesto del orden de los 80.000 millones de pesos, afrontados por la provincia, en parte con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo.

El titular de Vialidad Provincial, Roberto Caggiano, destacó que después de casi una década se interviene sobre esta autovía, la más importante para llegar a los destinos de playa de la provincia. “Resulta fundamental para fomentar el desarrollo turístico y garantizar que puedan viajar seguros y con la tranquilidad de que la ruta está en condiciones”, dijo. Y recordó que “es obra pública a cargo del Estado bonaerense”.

Asusta ver el estado en que se encontraban los guardrails que se retiraron en ese sector del puente de Samborombón, sobre el curso así como en los tramos previos y posteriores. Los perfiles de metal aparecen arrugados, consecuencia de múltiples choques que allí se han dado en un tramo que se reconocía por lo angosto y la complejidad de la salida con una pronunciada curva hacia la izquierda.

En ensanche mínimo pero importante que se está logrando con la actual obra, según se consigna en el plan de obras, también aparece como un beneficio y aporte a la seguridad de vehículos menores. No solo motocicletas sino también, según advierten quienes viven por allí y frecuentan el recorrido, ciclistas aún cuando no está permitido hacen uso de esta traza.

El cambio del sistema de protección y defensas laterales del puente se completó del lado izquierdo y por eso es probable e inminente que en estos días el mismo trabajo se mude a la mano contraria, lo que también implicará que los automovilistas sigan circulando por único carril. En este caso el izquierdo.

“La gente igual siempre protesta”, reconocen los operarios sobre los momentos en los que por flujo, en particular los fines de semana, se forman algunas hileras o el tránsito vehicular se torna más lento.

Por eso para los más apurados, durante aquellas horas de tránsito muy intenso y demorado, se recomendaba una alternativa a tener en cuenta. Un camino que en parte es de tierra al que se accede desde Gándara, para derivar luego a Brandsen y desde allí por ruta 29 al Cruce Echeverry.

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