En primera persona: recorrieron 400 kilómetros en dos días arriba de un Volvo de casi 50 toneladas

La propuesta de Volvo Trucks sonaba más que interesante: pasar 48 horas a bordo de un camión de última generación recorriendo cientos de kilómetros por las rutas de Mendoza. Y la respuesta fue claramente un sí, ya que no es habitual tener la oportunidad de experimentar qué se siente estar a bordo de estas moles experimentando en tiempo real las sensaciones y exigencias que afrontan los conductores profesionales mientras se desplazan por los caminos.

El punto de partida elegido fue en las afueras de la ciudad de Mendoza, desde donde comenzamos una travesía que nos llevó por Potrerillos, Uspallata, Las Cuevas, Tupungato y otras localidades a lo largo de las rutas 40 y 7 por valles y caminos de montaña entre túneles y cornisas.

Los vehículos estaban al mando de Andrea Paredes y Sergio Nogués. Ambos son conductores profesionales “desde siempre” e instructores del programa de capacitación y perfeccionamiento de la marca.

Las unidades elegidas fueron de las nuevas líneas FM y FH, ambos 6x2 y con transmisión automática I-Shift de 12 marchas: un FM410, con motor 11 L y 410 CV, y el restante un FH500, de 13 L de cilindrada y 500 CV. Los dos estaban cargados con unas 35 toneladas de arena como para que la experiencia sea lo más real posible.

Lo primero que impacta de estas unidades es su altura y visibilidad: desde la elevada cabina (ubicada a unos dos metros del piso) se tiene una visión excepcional tanto de la ruta como del entorno. Luego, lo que sobresale es la comodidad interior, ya que no solo se entra parado, sino que hay espacio de sobra para todo y las butacas tienen cantidad de regulaciones y están ergonómicamente diseñadas para no producir fatiga tras varias horas al volante. Además, cuentan con climatizador, sistema de audio, sistema de cortinas con blackout y una o dos cuchetas (dependiendo el modelo) de casi dos metros de largo por un metro de ancho que permiten un buen descanso a los choferes.

Una vez en marcha, la Negra Paredes nos empieza a explicar los diversos asistentes con los que cuentan estas unidades, que están a la altura (e incluso más) de cualquier auto de alta gama. “Hay cantidad de sistemas que ayudan a la conducción; por ejemplo, ahora estamos con el control crucero permanentemente activado con lo cual prácticamente no tocamos el acelerador; la dirección asistida hace que sea super liviana y que tenga un radio de giro increíble; y el frenado o disminución de velocidad lo realizamos con el freno motor, que en el caso de estos Volvo tiene tres distintos y que se comandan desde una palanca en el volante, por lo que el freno tradicional lo usamos solo en situaciones de emergencia. O sea, no tienen nada que envidiarle a un auto”, cuenta.

Mientras el camión va comiendo kilómetros de ruta, aparecen otros detalles interesantes: los motores, pese a ser unos monstruos, prácticamente no se escuchan ya que las cabinas tienen una insonorización excepcional. Además, cuentan con grandes pantallas que ofrecen toda la información que puede requerir el conductor y hasta activar las cámaras exteriores para ver qué sucede en el entorno. “No sé si se manejan solos, pero estos camiones tienen una cantidad de ayudas que permiten un manejo más cómodo y seguro”, cuenta Paredes ante la pregunta.

El punto de la seguridad es crucial en el transporte de larga distancia . Y Volvo Trucks tiene como filosofía “accidentes cero”. Lo explicó Luz Jurado, titular de la marca en nuestro país: “Tenemos una visión clara. Sólo hay un número aceptable de accidentes: cero. Por eso, incorporamos de serie más dispositivos de seguridad activa y pasiva, tecnología que se traduce en vehículos que reducen riesgos y son más seguros”. De ahí que las nuevas líneas de pesados cuenten con un paquete de elementos de seguridad completísimo: además del control de velocidad crucero con Start & Stop (se setea la distancia a la que se quiere estar del vehículo precedente y, en caso que ése frene, el camión también lo hará; luego, retomará la marcha automáticamente); frenos electrónicos de varios tipos (entre ellos, el EBS que distribuye la fuerza de frenado entre todas las ruedas); controles de estabilidad y tracción; asistentes de mantenimiento de carril con dirección automática y de arranque en pendiente; alerta de punto ciego y de línea de banquina; control de velocidad en descenso programable, y un largo etcétera.

Eficiencia controlada

Cuando se trata de manejos de flota, el consumo es un punto crucial, ya que una mala conducción no solo implica enormes gastos en combustible sino un mayor desgaste de las piezas y componentes que repercuten en services y compras de repuestos. O sea, un aumento de costos exponencial.

Federico Reser, ingeniero de producto de la marca, comentó durante una de las escalas que “en el pasado el ahorro de combustible dependía básicamente de la pericia y capacidad del conductor. Sin embargo, en ese aspecto hoy la tecnología es una aliada de los propietarios. Por ejemplo, estos camiones cuentan con el sistema I-See que es un mapeo inteligente que trabaja con el GPS y que al tener detalles como, por ejemplo, de cuántos metros es el ascenso o el desnivel de un descenso, si la próxima curva es cerrada o no, etcétera, permite anticipar las maniobras y llegar con el cambio correcto y la potencia necesaria para enfrentar esa topografía. Entonces, ya no depende del que maneja sino de los sistemas electrónicos. Y eso implica gastar menos”.

A esto suma el sistema de monitoreo permanente Volvo Connect que permite seguir en tiempo real y desde cualquier dispositivo no solo la trayectoria de la unidad sino la velocidad, si hay detenciones innecesarias, si hay algún problema mecánico, y demás.

Tras dos días y unos 400 kilómetros recorridos, la travesía por los siempre imponentes paisajes de la provincia cuyana llegó a su fin. Y valió la pena, ya que pudimos comprobar en vivo los tremendos avances tecnológicos de estos pesados, que sin duda están entre los más avanzados del mundo.

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