Mercedes-Benz lanzó en la Argentina el sedan con motor naftero de 211 CV y caja automática de 7 marchas. Se destaca por su equipamiento y prestaciones
Cuando en cualquier país del planeta se le pide a la gente que nombre las marca de automóviles que son reconocidas por su calidad y prestigio siempre aparece el nombre de Mercedes-Benz. Y quienes hemos tenido la oportunidad de visitar el corazón de la marca en Alemania y ver cómo se diseñan y fabrican sus vehículos entendemos fácilmente el por qué de esa bien ganada reputación.
Allí, cientos de especialistas trabajan, cada cual en su área, con el único objetivo de estar lo más cerca posible de la excelencia. Desde el diseño de los asientos hasta los cueros de los tapizados, desde los laboratorios de insonorización hasta el área que diseña las ópticas, desde los especialistas en motores hasta quienes se ocupan de las cajas de velocidad. Cada uno de los sistemas que componen un automóvil moderno es desarrollado, analizad y testeado una y mil veces. Finalmente, todo se une y el todo es muchísimo más que la suma de las partes.
Si bien la calidad de Mercedes es indiscutible, la marca tenía una deuda en materia de diseño. Porque en comparación con sus rivales directos, tanto Audi como BMW lucían una estética mucho más moderna.
Pero los de la estrella cambiaron; ya el nuevo Clase A fue un soplo de frescura y rebeldía, no sólo en sus líneas exteriores sino también en sus interiores, inspirados en el AMG SLS, uno de los autos más deseados del planeta y que sorprende por sus prestaciones.
Con el lanzamiento del nuevo Clase C en la Argentina, Mercedes-Benz demuestra que lo del A no es casualidad; su diseño es moderno, dinámico y deportivo, y a primera vista es fácil advertir que no sólo estamos frente a un modelo de excelente calidad sino que también es uno de esos modelos que seducen por sus líneas.
En comparación con la generación anterior, este Clase C creció en dimensiones. La distancia entre ejes aumentó 8 centímetros (a 2,840 metros), es 9,5 centímetros más largo (mide 4,686 metros) y 40 centímetros más ancho (1,810 metros). También es mayor la capacidad del baúl, que ahora es de 480 litros, aunque en este punto hay que lamentar que ya no tiene, como la versión anterior, una rueda de auxilio del tamaño de las otra cuatro sino un kit de reparación. No es lo más aconsejable para salir de viaje en un país de enormes distancias, con una red vial que no ofrece ni las mejores condiciones ni buenos servicios en todos lados.
La versión que se comercializa en la Argentina es la C 250 Automático Avantgarde.
Apenas subimos se percibe la excelente calidad de los materiales y las terminaciones.
A primer golpe de vista se destaca la pantalla color de 8,4 pulgadas, las salidas de aire y el panel táctil touch pad desde donde se seleccionan distintos sistemas del auto. Tal como se hace con un smartphone, el conductor puede manejar todas las funciones de la unidad central con sólo deslizar los dedos. El panel táctil permite además introducir letras, cifras y caracteres especiales
Y quiero detenerme en ese punto porque además del salto adelante que significa ofrecer esa tecnología, también se pueden comandar las funciones con un dial tradicional o con órdenes de voz. Así, distintas generaciones de usuarios pueden optar por el sistema preferido. Tiene instrumentos redondos de estilo deportivo, con velocímetro y cuentavueltas, y el display de la computadora de a bordo en medio de ambos. Pero además ofrece de serie el Head Up Display que proyecta sobre el parabrisas datos sobre velocidad del vehículo, navegación y limites de velocidad.
El motor de 211 CV de potencia máxima se complementa de maravillas con la caja automática de 7 marchas y doble embrague 7G-DCT. Se puede elegir entre el modo totalmente automático o seleccionar la marcha desde las levas en el volante.
Además, de acuerdo con su gusto, el usuario puede elegir entre cuatro programas de conducción: Confort, ECO, Sport y Sport + para obtener respuestas más dóciles o más deportivas del auto.
El equipamiento es completísimo, y podemos mencionar los 7 airbags, los controles de tracción y estabilidad, frenos ABS con asistencia en urgencias, entre otros.
Una vez en marcha, el nuevo Clase C pone de manifiesto que estamos al volante de un auto de categoría superior, tanto por el confort de marcha como por las respuestas dinámicas en distintas situaciones de tránsito.
Ágil en la ciudad, en la ruta demuestra su aplomo. El auto va siempre bien apoyado y la dirección permite ir por la trayectoria elegida con mucha seguridad.
Y uno de los grandes puntos a favor es el grip del auto: el trabajo conjunto de una dirección de asistencia progresiva con un chasis muy equilibrado brinda una gran experiencia de manejo, especialmente para los conductores muy experimentados.
Las mayores dimensiones de la carrocería se aprecian además en un interior más espacioso para todos los pasajeros, especialmente para quienes van atrás.
En síntesis, el nuevo Clase C ofrece calidad, confort, seguridad y tecnología con un diseño moderno y atractivo. Elegante y deportivo, sin dudas es uno de los mejores sedanes del mundo en su categoría.
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