El Baic EX260 es el primer EV a la venta en nuestro país; suave, silencioso y confortable para moverse por la ciudad sin contaminar
Con el tiempo siempre te pueden superar, pero ser el primero generalmente queda en la historia. Y este rótulo de pionero no se lo podrán sacar nunca al Baic EX260, el auto eléctrico que esta nueva marca china ya vende en nuestro país.
Baic es el acrónimo de Beijing Automotive Industry Holding, compañía que se fundó en 1958, tiene doce plantas productivas, lleva fabricados desde entonces 17 millones de unidades y es el socio estratégico nada menos que de Mercedes-Benz, marca para la que también fabrica modelos que se venden en el mercado chino, amén de haber adquirido en 2009 las licencias tecnológicas de la sueca Saab. Es, además, el segundo productor de autos eléctricos de China, cuenta con unos 130.000 empleados y tiene sedes centrales en Beijing y en el Turin Styling Center, en Italia.
Así es el BAIC EX260 S
El Baic EX260 S es un clásico B-SUV; es decir, un utilitario deportivo compacto. Como otros modelos 100% eléctricos, parte de la plataforma de un vehículo convencional; en este caso, el SUV Baic X25, en el que se adaptó la tecnología e-Motion Drive, compuesta por: motor BJEV (la subisidiaria de Baic para vehículos eléctricos (EV) de 72 CV de potencia (53 kW) y 26,5 kgm de par; el controlador electrónico de velocidad con frenado regenerativo (que carga las baterías cuando apretamos el freno); el inversor (inverter), que transforma la corriente continua de las baterías (DC) en la alterna que necesita el motor (AC), y el pack de baterías de ion-litio (marca Farasis), instalado debajo del piso para minimizar el efecto del peso en la dinámica del vehículo, con una capacidad de carga de 38,6 kWh. Esta carga ofrece una autonomía de 250 km con homologación NEDC (New European Driving Cycle) de ciclos de consumo certificados (obviamente, en condiciones ideales de prueba: 90 km/h, sin viento, terreno llano, etcétera).
Para cargar dicho pack de baterías, el Baic EX260 tiene dos tomas: una frontal, escondida en el escudo de la marca, para los cargadores rápidos DC (80% de la capacidad en 30 minutos), y otra lateral, que aprovecha la tapa de la boca de carga de combustible tradicional, para los de carga lenta (entre 6 y 7 horas). Para esta carga domiciliaria, el EX260 se vende provisto de una interfaz de carga entre la red común de distribución (220 V) y el automóvil. Claro está, debemos tener un garaje propio; si no, sería un poco difícil. La alternativa son los cargadores que prometen YPF (hay dos en el ACA de Godoy Cruz y Demaría, pero no funcionan) y Edesur, que instaló dos en su sede de San José y Alsina a modo de prueba para su futura flota. De todos modos, habrá que esperar que la petrolera estatal instale los 220 cargadores en 110 estaciones de servicio de todo el país, a un costo de una US$13 millones, que anunció en 2017.
Cero emisión
Como todos los vehículos eléctricos, el Baic EX260 ofrece una marcha muy suave, silenciosa y eficiente. En un circuito urbano de 47 km (por ahora, el hábitat natural de los EV), sin escatimar el uso del aire acondicionado (que obviamente hace que el gasto energético sea mayor) ni un manejo absolutamente normal en cuanto a acelerar, frenar y detenciones, el EX260 necesitó un 20% de la carga de sus baterías que, en términos de gasto son 17,6 kWh/100 km de la electricidad de las baterías. Muy aproximado a los 15,4 kWh de gasto promedio que se asume para un vehículo del tipo del EX260 y que ratifica, además, una cómoda autonomía de más de 200 km.
La aceleración no es deslumbrante, unos 13 s de 0 a 100 km/h en Sport y 16,3 s en Drive (un dial permite seleccionar los modos Neutral, Reversa, Drive y Sport), pero más que suficiente para moverse con soltura por calles y avenidas. Además, la dirección (eléctrica, claro está) es muy rápida y suave. La velocidad máxima está limitada a 125 km/h y recupera de 80 a 120 km/h en 13,5 s.
Las suspensiones son mullidas (se destaca el confort de marcha) y el espacio para los pasajeros traseros es muy amplio (y con el piso plano), además de buenas terminaciones y materiales.Por supuesto, solo nos enteraremos que está en marcha cuando se enciendan las luces del tablero (en chino en este vehículo de prueba; se espera que estén al menos en inglés las que se vendan), la pantalla (con navegador, pero también en chino) y la mencionada selectora. Esta cuenta con dos pequeños botones identificados con los símbolos B+ y B-; con ellos se modifica la cantidad de recarga al frenar. Si exageramos, el auto recuperará mucha carga, pero ofrecerá gran resistencia al avance al soltar el acelerador.
¿Conviene más que un vehículo convencional? Haciendo unas cuentas rápidas y considerando que el gobierno aún no estableció cuánto cobrará el kWh de carga (como si tiene un precio la nafta) definitivamente sí. Tomando un valor domiciliario del kWh (en mi caso, $0,931), con un consumo promedio de 15,4 kWh/100 km tenemos un gasto de $14,37. Casi 12 veces menos que un gasolero que gastaría $170 para realizar esos 100 km (a un consumo de 7 L/100 km a $24,22/L) y casi 15 veces menos que un naftero con súper a $23,57 ($212) y 17 menos que uno que use premium a $27,33 ($246). Eso sí, los eléctricos son caros: el EX260 cuesta 40.400 dólares.
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