Hoy se cumplen 125 años desde que Carl Benz patentó en Alemania el Motorwagen, el primer automóvil de la historia. Desde entonces, la casa de la estrella mantuvo intacta su pasión por la innovación y la calidad.
Seguro de lo que hacía, a pesar de que muchos consideraban que aquella idea no prosperaría, el hombre solicitó la patente para su invento.
Era un 29 de enero como hoy, pero de 1886, hace exactamente 125 años. Ese día, el gobierno alemán le concedió a Carl Benz la patente número 37.435 para el vehículo conocido como Motorwagen; en definitiva, el primer automóvil del mundo.
Claro que estaba lejos de parecerse a lo que hoy llamamos automóvil. Era un triciclo, un carruaje ligero que en vez de estar tirado por un caballo tenía un motor de combustión interna.
Pocos imaginaron que aquel pequeño modelo, frágil y de escasa potencia (apenas 0.89 CV) sería el inicio de una revolución como pocas. El mundo, desde aquel momento, jamás volvería a ser el mismo.
Por aquellos años, Benz no era el único que soñaba con vehículos autopropulsados. Muy cerca de él, a poco más de 20 kilómetros, Gottlieb Daimler hacía lo suyo, inventaba la primera motocicleta casi al mismo tiempo que Benz hacia su automóvil.
El destino los uniría. En 1924, las empresas Benz & Cie (fundada en 1883) y Daimler Motoren Gesellschaft (fundada en 1890) firmaron un acuerdo, aunque continuaron las operaciones comerciales de manera independiente hasta que en 1926 se unieron para crear una única compañía llamada Daimler-Benz y una única marca para los automóviles: Mercedes-Benz.
El siglo comenzó con el automóvil en plena expansión y las marcas empezaron a multiplicarse. Para dar sólo algunos ejemplos, basta mencionar que comenzaron a producir sus primeros automóviles Renault en 1889, Peugeot en el mismo año, Ford en 1903, General Motors en1908, Bugatti en 1909, Alfa Romeo en 1910, Citroën en 1919 y Toyota en 1933.
Las fábricas lanzaban modelos más rápidos, lujosos y equipados. La carrera no se detendría y la industria del automóvil se convertiría en una fuente importante de trabajo e ingresos en muchísimos países.
Mercedes-Benz tiene una larga y estrecha relación con nuestro país, en el que hace 60 años instaló la primera fábrica fuera de Alemania. Juan Manuel Fangio, el múltiple campeón que conquistó dos de los cinco títulos mundiales de Fórmula 1 con Mercedes, fue también presidente honorario de Mercedes-Benz Argentina.
Pero además de ostentar el orgullo de estos 125 años, la casa muestra que siempre ha estado a la vanguardia de la innovación y el diseño.
Entre los hitos más importantes se puede mencionar que en 1959 desarrolla la primera carrocería de seguridad del mundo; en 1978 es la primera marca en ofrecer el sistema antibloqueo de frenos (ABS) en un auto de serie; en 1980 ofrece por primera vez un auto con airbag pirotécnico y pretensor de cinturón; en 1995 brinda el programa electrónico de estabilidad, y en 2003 vuelve a ser pionero con las luces activas, por mencionar solamente algunos de los muchos dispositivos de seguridad que ha desarrollado. Desde el invento de Benz hasta nuestros días, la tecnología ha evolucionado notablemente, pero el principio del motor de combustión interna no ha cambiado.
Sin embargo, se ha comenzado a escribir una nueva página en la historia del automóvil con la llegada de los modelos eléctricos.
En la carrera por generar automóviles de cero emisiones, los motores eléctricos son la respuesta real e inmediata.
Ya hay varias firmas que fabrican y venden autos híbridos, que combinan un motor naftero y otro eléctrico; Nissan acaba de lanzar el Leaf, auto totalmente eléctrico al que rápidamente se sumarán los de otras marcas, y Chevrolet ya vende en Estados Unidos el Volt, un eléctrico que tiene un motor naftero, pero solamente para cargar las baterías.
¿Y el inventor del automóvil? No se queda atrás. Ya muestra sus modelos eléctricos denominados E-Cell, cuya última estrella se presentó en el Salón de Detroit.
Se trata del concept SLS AMG E-Cell, una versión eléctrica del nuevo alas de gaviota con cuatro motores eléctricos.
Tiene tracción en las cuatro ruedas, acelera de 0 a 200 km/ h en 11 segundos y cuenta con una potencia de 533 CV.
Carl Benz dijo: "La pasión por inventar no tiene fin". Gottlieb Daimler expresó: "Lo mejor o nada".
Esas son las dos premisas que después de 125 años siguen marcando el rumbo de la marca de la estrella.