Diseño 2020: los autos más destacados de un año muy particular

Termina un año atípico. Seguramente el más extraño que nos ha tocado vivir a toda una generación. Pandemia, confinamiento, distanciamiento social, cuarentena… Muchas realidades que aún hoy, después de casi 12 meses desde que apareció el maldito Coronavirus, nos siguen pareciendo parte de una película catástrofe. Pero aún con todas esas desgracias –incluido un derrumbe económico en casi todos los países del mundo–, la rueda siguió girando. Y la industria automotriz no fue la excepción. Incluso con fábricas paralizadas durante semanas, una fuerte caída en la demanda y cancelación de salones y eventos, hubo muchísimas novedades. Y por ende mucha tela para cortar desde el punto de vista del diseño, que es de lo que trata esta nota. Veamos.

Sin salones, pero con concept cars

Si los tradicionales salones del automóvil ya venían en franca decadencia, la pandemia fue el tiro de gracia para la mayoría de ellos. Y lo lógico es que eso también hubiese representado un duro revés para los concept cars, que en general encuentran en esos espacios multitudinarios el terreno propicio para prosperar. Pero no fue tan así. Los fabricantes apelaron a las mismas herramientas que otros rubros: presentaciones por streaming y eventos más chicos (y exclusivos) para dar a conocer sus “visiones de futuro”.

Uno de los más destacados del año fue el Hyundai Prophecy Concept, un sedán deportivo que es una muestra de lo que la marca coreana está viendo en el horizonte de los autos eléctricos y autónomos. Hyundai eliminó de cuajo toda la agresividad y el exceso de ornamento reinantes hoy en día, y propuso líneas muy suaves y fluidas, con énfasis en la aerodinámica y en el equilibrio de las proporciones. La caída de cola estilo 911 es muy novedosa para este formato sedán; no se veía algo similar desde el legendario Citroën DS. En cierto sentido, el Prophecy resulta esperanzador: es una muestra que el diseño todavía está vivo y puede sorprendernos con formas bellas e innovadoras.

Otro vehículo interesante fue el Renault Morphoz Concept, un SUV eléctrico y autónomo que puede adaptar su tamaño según se viaje en ciudad o en ruta. Efectivamente, tanto la trompa como el baúl pueden extenderse a voluntad, tanto para ganar capacidad de batería como de equipaje. Por dentro tiene unos asientos que también pivotean sobre su eje longitudinal, para generar una especie de living en la cabina. Lo bueno del Morphoz es que es un verdadero auto conceptual, en el sentido de proponer nuevas ideas. Aunque es difícil verla aplicada en un corto plazo, la propuesta transformer del concept de Renault es muy interesante. Bien por el rombo, siempre sorprendiendo.

El tercer concept car de esta lista fue uno de los más festejados del año y vino de China: el Great Wall Ora Futurist. Es un sedán eléctrico de una de las nuevas marcas (Ora) del gigante chino Great Wall. El Futurist sorprendió a todo el mundo por su estilo retro-setentoso, sobre todo en sus proporciones, que recuerdan a las de un Fiat 125 (y también a muchos sedanes británicos y japoneses de la época). Más allá de cualquier crítica a la filosofía retro, el Futurist (hay claramente un dejo de ironía en su nombre, ¿no?) es encantador en su rareza, su frescura y su excelente ejecución. La palabra “lindo” le calza a la perfección, y es una demostración de que la creatividad china está hoy está por delante de la de muchos fabricantes tradicionales.

Dos en las antípodas conceptuales

Yendo al terreno de los autos de serie, uno de los más sobresalientes fue el pequeño Citroën Ami. Ya había sido anticipado el año pasado por el Ami One Concept, pero sorprendió lo rápido que llegó a las calles (al menos a las de París). El Ami es un microcoche biplaza y eléctrico que puede circular hasta 45 km/h (no necesita licencia de conductor) y es ideal para el car sharing.

Le apunta al mercado de la micromovilidad urbana, el mismo que el Renault Twizzy, que nunca logró convertirse en un producto masivo. Aun siendo menos lindo que el concept original, el Ami es diseño en estado puro. Está totalmente concebido desde un criterio de “solución de problemas”, empezando por el de la movilidad urbana. El otro gran objetivo es que sea muy accesible, y es por eso que –con mucha creatividad– ahorra costos de fabricación mediante la utilización de paneles comunes distintas partes de la carrocería (la cola y la trompa son iguales) e incluso en las puertas, que usan solo una matriz y por eso tienen apertura invertida. El Ami es el tipo de producto rupturista que le pueden devolver a Citroën el aura de marca innovadora y vanguardista. Pero, más importante aún, es el tipo de vehículo inteligente que el mundo necesita para hacer que las ciudades sean más vivibles.

En las antípodas conceptuales del Ami está el nuevo GMC Hummer, un modelo se presentó como prototipo con vistas a su lanzamiento comercial en 2022. El Hummer es una bestial pickup de 1000 CV, 15.000 Nm de torque (sí, leyó bien, 15.000), una aceleración de 0 a 100 km/h en 3 segundos y un tamaño 6 m de largo por 2,5 m de ancho. Eso sí, al igual el que Ami, es 100% eléctrico, así que vendría a ser eco-friendly. ¿Dos toneladas de baterías no degradables; huella de carbono monumental? Detalles. Por supuesto que el Hummer se presenta como un “verdadero” vehículo off-road, capaz de llegar a cualquier confín del planeta, con una autonomía entre cargas de 500 km. ¿Qué pasa si el km 501 es en el medio de la montaña? Bueno, hacer puente con la batería del celular puede ser un poco complicado, así que lo más probable es que haya que esperar un helicóptero de rescate. Al fin de cuentas –y como su versión original de fines del siglo pasado–, lo más probable es que este nuevo Hummer termine siendo mayormente usado por celebridades para pasear por Beverly Hills o Rodeo Drive. Así las cosas, el problema que parece estar destinado a solucionar el Hummer es de autoestima.

Un favorito y dos controversias

Mucho más racional, aún en su carácter de vehículo netamente recreativo, es el nuevo Bronco de Ford. Representa la esperadísima vuelta (luego de 25 años) de la tradicional “4x4 rústica” del óvalo y tiene como objetivo recuperar la mística que Ford alguna vez tuvo en el terreno de los verdaderos off-road. El nuevo Bronco superó ampliamente las expectativas. Es clásico pero moderno; aguerrido pero simpático; rústico pero inteligente; aspiracional pero honesto... La lista de virtudes del diseño –totalmente modular y configurable– del nuevo 4x4 es interminable. Realmente dan ganas de meterse en el barro y la arena con él.

Un modelo que armó bastante revuelo fue el nuevo Hyundai Tucson. Plantea un diseño muy osado, tanto en el frontal como es el trabajo de superficies laterales. La trompa fusiona luces y parrilla de una manera muy original, logrando que formen una gráfica muy integrada (desde acá vaticinamos que será tendencia). Las superficies laterales están facetadas de una manera muy llamativa sin dudas, pero que desde ciertos ángulos luce como cuando desplegamos un papel que fue mal doblado. El nuevo Tucson es un auto que sin dudas va a polarizar opiniones, pero su carácter rupturista y transgresor es más que bienvenido. Sí resulta llamativo que su estilo sea tan antagónico con el del fluido Prophecy Concept, reseñado arriba. Habrá que ver si Hyundai se decide por un lenguaje de diseño específico, o si hará convivir los dos en el futuro.

El otro nuevo modelo que generó polémica en el ambiente del diseño es el nuevo BMW iX, el primer SUV eléctrico de la marca alemana, que se presenta como “portaestandarte de una nueva era en el diseño y la tecnología de la marca”. Más allá de la controversia que genera su diseño (que a primera vista parece tener algunos problemitas de proporciones), lo que realmente levantó polvareda fue la manera poco elegante en la que, desde su Twitter, BMW se burló de sus detractores, acusándolos de “boomers” incapaces de entender los cambios que se vienen. A juzgar por la cantidad y el tenor de las respuestas que recibió, podría decirse que la canchereada les salió como un tiro por la culata. Pero también hay quien dice que toda publicidad es buena publicidad…

Para los fierreros

Por supuesto que también hubo novedades para los fans de la alta performance y los diseños espectaculares. Ya nos hemos referido en estas mismas páginas al lanzamiento del Maserati MC20, la nueva joya de la marca del Tridente. El MC20 resultó menos innovador y rupturista de lo que muchos esperaban, pero es indiscutiblemente bello por el lado de la elegancia y el clasicismo.

El otro auto superauto destacado de 2020 fue el Gordon Murray T.50, el “sucesor espiritual del McLaren F1” (diseñado justamente por el gran Gordon Murray, que ahora tiene su propia compañía). Y hay que decir que le hace bastante justicia a su antecesor. El T.50 luce compacto, ligero, provocador, y es a la vez muy clásico (eso incluye un V12 aspirado). Se nota que es un auto concebido para andar rápido, más que para hacer alarde de poder, lujo y potencia. Y el detalle del ventilador trasero –que homenajea al Brabham BT46B de 1978– es un poquito border, pero le da muchísima personalidad.

Los expedientes secretos de Porsche

Más allá de todos los nuevos lanzamientos, la mejor noticia para los entusiastas del diseño fue la “desclasificación” que hizo Porsche de varios concept cars que nunca antes habían sido presentados al público. Fueron nada menos que 15 modelos, realizados entre 2005 y 2019, y realmente hubo para todos los gustos. Desde posibles sucesores del 911, hasta versiones descartadas de lo que podría haber sido el Taycan. Pero el elegido para cerrar esta nota es el más atípico de todos: el Vision Renndienst de 2018, un estudio de diseño para una minivan eléctrica (con capacidades autónomas) de apoyo a la competición. El Vision Renndienst –que ilustra la tapa de este suplemento– es una demostración de buen diseño para aquellos que creen que un monovolumen no puede ser sexy y divertido. Es una pena que Porsche lo haya tenido oculto estos años, y ojalá que algún día un producto similar sea producido en serie.

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