Cómo anda y qué ofrece el nuevo Renault Megane 100% eléctrico
Ahora con formato crossover y mecánica 100% eléctrica, el icónico modelo del rombo no defrauda en nada
- 7 minutos de lectura'
LA NACIONDiego Cúneo
La historia del Renault Megane es larga. Se lanzó en nuestro país en 1997 para reemplazar al exitoso R19 y competir en el que por entonces era el segundo segmento de mayores ventas del mercado, el de los sedanes medianos (o sea, el C). Producido en la planta de Santa Isabel, Córdoba, cumplió sobradamente su misión, pues hasta que se discontinuó en 2017 tuvo excelentes volúmenes de patentamientos y se convirtió en uno de los mayores referente del sector.
Hace unos años Renault decidió darle una vuelta de tuerca al modelo, y no solo le cambió totalmente el estilo (ahora es un crossover) sino que lo reconvirtió en formato 100% eléctrico. Presentado a nivel global en septiembre de 2021, hace menos de un mes comenzó a comercializarse aquí en una sola versión (es la tope de gama), que llega importada de Francia y que evaluamos.
Planteado sobre la plataforma CMF-EV (concebida específicamente para autos eléctricos), tiene dimensiones más que acertadas: 4,2 m de largo, 1,768 m de ancho, 1,505 m de alto y 2,685 m de distancia entre ejes.
Más allá de las medidas, hay que admitir algo: estéticamente, este Megane es realmente muy lindo. La silueta es futurista –se parece más a la de un concept que a la de un auto de producción– y se basa en el nuevo lenguaje de diseño que el rombo está aplicando a todos sus modelos denominada “emo-tek”, en clara alusión a apelar a lo emocional y a lo techy.
Proporcionado, con líneas robustas que fluyen armónicamente desde el frente hasta la parte trasera, muestra una parrilla ciega (por debajo están las tomas de aire en forma de panal de abejas), un capot plano con nervaduras, paragolpes anguloso, los guardabarros traseros anchos que sobresalen de la carrocería, las ventanillas posteriores y luneta chicas y una paulatina caída del techo que remata en un spoiler.
- Largo: 4,2 m
- Ancho: 1,768 m
- Alto: 1,505 m
- Distancia entre ejes: 2,685 m
- Capacidad del baúl: 440 L
- Peso en orden de marcha: 1685 kg
- Neumáticos: 195/60 R18″
Y hay otros elementos peculiares, como por ejemplo la firma lumínica (adelante las ópticas son afinadas y con proyectores y las DRL trazan un dibujo muy especial, mientras que atrás tienen efecto 3D); las manijas de las puertas delanteras se “esconden” cuando el auto empieza a circular (las de atrás están embutidas en el pilar C); las llantas diamantadas de aleación de 18″ (con neumáticos 195/60), los apliques en cromado y negro brillante, la terminación bitono... Todo está perfectamente pensado para otorgarle un look entre deportivo y sofisticado.
Hay una mezcla entre minimalismo, tecnología y elegancia en el interior. Minimalismo, porque no hay componentes de más sino los que son útiles y necesarios, sin aditamentos extra. La tecnología aparece en la ambientación en LED (personalizable), el tablero full digital de 12,3″ que se une a la pantalla táctil de 9″ (ambas de una definición notable) desde la cual se opera la central multimedia; el cargador inalámbrico de celulares dispuesto como una mini bandeja, y el espejo retrovisor, que funciona como tal o como otra pantalla que transmite lo que registra la cámara posterior. Y la elegancia se relaciona con las terminaciones y la elección de los materiales: el torpedo combina plásticos suaves al tacto con un revestimiento en tela, las puertas poseen detalles en alcántara mullidos y los asientos son en combinación de telas.
Mucho espacio (atrás viajan tres pasajeros sin problemas ya que el piso es llano), una óptima posición de manejo (la butaca y el volante de diseño truncado se regulan en múltiples posiciones) y un baúl acorde (440 L) completan lo más destacable del habitáculo.
Conexión con Android Auto y Apple CarPlay (estrena una interfaz llamada OpenR que deja, entre otras utilidades, programar el horario de recarga), climatizador bizona, sensores de estacionamiento delanteros, traseros y laterales, volante y butacas delanteras calefaccionados, tomas USB C, audio premium Arkamys (con un sonido magnífico) y control de velocidad crucero son algunos de los ítems de confort.
Dos cuestiones negativas: primera, la ubicación de la selectora está en el volante justo por encima de la palanca de los limpiaparabrisas y a veces lleva a confundirlas; y, segunda, no dispone de rueda de auxilio ni de kit de reparación, lo cual puede ser un problema.
En seguridad es vastísimo: 7 airbags, frenos con ABS y EBD, controles de tracción y estabilidad, asistente de arranque en pendiente, activación automática de luces bajas y luces altas y anclajes para SRI, entre otros, a los que suma 26 sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS), entre los que se destacan: frenado autónomo de emergencia, alerta e intervención de punto ciego (esta última función corrige automáticamente la trayectoria al momento de cambiar el carril en presencia de otro vehículo en el camino), alarma para estacionamiento cruzado, control de velocidad crucero adaptativo con limitador de velocidad, reconocimiento de señales de tránsito con alerta de exceso de velocidad, advertencia de colisión frontal, alarma de estacionamiento cruzado en reversa con frenado de emergencia, frenado de emergencia, detector de fatiga del conductor, asistente de mantenimiento de carril, etcétera.
Potencia con rendimiento
Cuenta con un motor eléctrico ubicado bajo el capot que genera 220 CV de potencia (160 kW) y 30,6 kgm de par, asociado a una caja de una única relación que traslada el poder al eje delantero. La alimentación del sistema es mediante un grupo de baterías de iones de litio de 60 kWh de capacidad máxima refrigerada por líquido (algo muy positivo cuando se busca evitar que recaliente, ya que esto afecta su capacidad).
Permite seleccionar entre tres modos de manejo, Eco, Confort y Sport, para adecuarlo a las necesidades del momento.
Y es un EV con todas las letras: empuja, reacciona rapidísimo, mantiene la polenta de manera constante, frena bien, ofrece un confort de marcha superlativo (gracias a los esquemas de suspensiones y el silencio absoluto)… no hay nada que reprocharle. Por eso, la performance es para destacar: en modo Sport acelera de 0 a 100 km/h en 6 segundos, recupera de 80 a 120 km/h en 5 segundos y la velocidad máxima está limitada a 170 km/h.
- Motor: eléctrico
- Potencia: 220 CV
- Par: 30,6 kgm
- Caja: automática de 1 marcha
- Tracción: delantera
- Batería: 60 kWh
- Dirección: asistida eléctricamente
La búsqueda constante apunta a cómo mejorar el rendimiento. Para eso, se logró una distribución de peso optimizada, una mayor distancia entre ejes y un centro de gravedad extremadamente bajo, los cuales sumados a los detalles de la carrocería logran una aerodinámica de 0,29 y, por ende, menor consumo de energía. Pero, además, los primeras tres ítems provocanm que tenga un comportamiento dinámico espectacular tanto en rectas como en curvas en velocidad.
En cuanto a los consumos, en promedio demandó 15,4 kWh cada 100 km en conducción mixta (ciudad y autopista), lo cual daría una autonomía promedio de 380 km (la marca declara 450 km), que no está para nada mal. Claro que, como en cualquier EV, llevarlo rápido en forma constante reduce notablemente los kilómetros disponibles.
Respecto de la recarga de los acumuladores, Renault asegura que en cargador rápido de corriente continua (130 kW) es posible reponer 100 km en 8 minutos y 300 km en 30′. Pudimos probar solo en semi rápidos de corriente alterna (22 kW) y conseguimos pasar del 40 al 80% en 1h35′, en tanto que si queríamos llegar al 100% demoraba 2h10m.
Por otro lado, se consigue ir reponiendo la energía con la desaceleración y el frenado, y la intensidad de esa regeneración se regula desde las levas del volante (brinda cuatro niveles de dureza).
En síntesis, el Megane felizmente está de regreso; con otra conformación y otra mecánica, es cierto, pero con las mismas viejas y buenas virtudes de siempre, y con un precio sugerido al público de $71.000.000.
Por Diego Cúneo
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