La SAE estableció seis grados de automatización de la conducción de 0 (sin ayuda alguna) hasta 5 (control total del sistema)
Desde hace unos años, buena parte del desarrollo del auto del futuro se centra en dos requerimientos: cero emisión y cero accidentes.
Con sus variantes, la respuesta a la primera exigencia es la electrificación del automóvil. Ya sea mediante el uso de baterías recargables o de las denominadas celdas de combustible (o fuel cell).
Para la segunda, el camino es la automatización de la conducción. No se puede luchar contra las estadísticas: entre el 93 y el 95% de los accidentes viales se producen por errores humanos.
Hoy se habla mucho de los autos autónomos; pero, hay que tener en cuenta qué grado de automatización tienen. Para dilucidar la cuestión, la Society of Automotive Engineers (la famosa SAE) ha establecido seis niveles (del 0 al 5) divididos en dos categorías: del 0 al 2 están englobados dentro de la automatización en la que “el conductor humano monitorea el entorno de la conducción”, mientras que los niveles del 3 al 5 están dentro de lo que denominan “los sistemas automatizados de manejo (de ahora en más, el sistema) monitorean el entorno de conducción”. Así, tenemos:
Nivel 0. Sin automatización. Toda la conducción está en manos del conductor; esto implica la ejecución de maniobras con la dirección, la aceleración y el frenado; así como el control del entorno del tránsito.
Nivel 1. Asistencias a la conducción. El conductor sigue a cargo, pero recibe la ayuda de dispositivos como las alertas de cambio de carril, control de velocidad crucero, alertas de proximidad, así como de modos de configuración de la respuesta del motor, la transmisión y las suspensiones, entre otros dispositivos.
Nivel 2. Automatización parcial. Estos son autos semiautónomos en los que maniobras de dirección, aceleración y desaceleración pueden ser realizadas por el sistema, pero el monitoreo del entorno de conducción está bajo control humano. El auto se mantiene en el carril, regula la velocidad y frena para no acercarse demasiado a otro coche. Pero la persona debe estar siempre pendiente, porque si hay cualquier problema, la máquina cede automáticamente el control. Ejemplos: el sistema ProPilot de Nissan (páginas precedentes) y el AutoPilot de Tesla, entre otros.
Nivel 3. Automatización condicional. Tanto las maniobras de dirección y aceleración/desaceleración, más el control del entorno lo realiza el sistema, pero el conductor debe todavía tener capacidad de tomar el control ante imprevistos. Así, en este nivel el auto puede cambiar de carril, sobrepasar y permitir el sobrepaso, pero en autopistas: sin peatones, ciclistas o rotondas en el camino. Audi, por ejemplo, ha hecho pruebas de este nivel entre Los Ángeles y Las Vegas,
Nivel 4. Alta automatización. El vehículo tiene todo bajo su control, pero en entornos controlados; es decir, el coche es capaz de manejar por sí solo la gran mayoría de las situaciones de tránsito en una circulación en la que no haya elementos fuera de lo común. Ford dijo poder mostrar un auto de este nivel en 2021.
Nivel 5. Automatización total. Todo lo hace el sistema de conducción autónomo bajo cualquier condición.