Una réplica del futuro
Rick Deckard, un Blade Runner retirado, se pasea por una ciudad de Los Angeles más bien estrecha, cerrada al cielo, lluviosa, atestada de neón, publicidad oriental y mercados persas. Sin espacio para el asfalto, los autos se desplazan por los aires, sorteando rascacielos y torres infinitas. Una ciudad en la que el "futuro" explotó, llegó de pronto sin darle tiempo para acomodarse y planear cómo recibirlo.
Los Blade Runner son una división especial de la fuerza policial encargados de detectar y capturar replicantes, seres fabricados mediante la ingeniería genética, fugitivos en la tierra a la que llegaron escapando de las colonias exteriores. Creados a imagen y semejanza de los humanos, los replicantes no tienen capacidad de emoción y eso es lo que los mantiene bajo control. Cuatro replicantes modelo Nexus 6, hábiles y brutales, están sueltos en la ciudad y Deckart es el elegido para capturarlos.
Es entonces que el ex policía comienza una persecución por una urbe posmoderna en la que los más disímiles estilos se yuxtaponen y conviven de manera forzada. Edificios futuristas con detalles y aberturas art déco, galerías con columnas persas, fachadas neogóticas e interiores con amplios salones prerrafaelistas. Las viejas construcciones no son preservadas, sino que sobreviven entre los nuevos edificios que se aglomeran y funden unos con otros. Lo nuevo y lo viejo en esta ciudad conviven sin un diálogo real en una ciudad sin un desarrollo planeado. Las paredes en monoblock del edificio del Departamento de Policía puede asociarse directamente con la Ennis House y la torre de oficinas de la fábrica Jonhson & Jonhson, ambas obras de Frank Lloyd Wright.
"Blade Runner", film de género ciberpunk estrenado en 1982, la acción narrativa en un 2019 no muy lejano al que podremos llegar a encontrar como real: ciudades superpobladas en las que, por falta de espacio horizontal, la vida se desarrolla en forma vertical y hasta el infinito.
La vigilancia permanente sobre el individuo desde los patrulleros voladores, el cambio climático, globalización, sociedades coptadas por otras culturas, el culto a la tecnología, mientras el resto decae y envejece, y la manipulación genética como un arma de doble filo son algunos de los temas que esta película anticipó en forma muy acertada.
Sobre el director
Ridley Scott nació en 1937, en Gran Bretaña. Estudió arte y cine antes de iniciarse como diseñador de escenarios para la BBC, donde comenzó su carrera como director. En 1977 y con su propia productora montada, dirigió y estrenó su primer largo, “Los duelistas”. Poco después, ya en Estados Unidos, llegaron films con los que Scott se consagró como director de industria, el thriller fantástico “Alien, el octavo pasajero” y el largo de género ciperpunk “Blade Runner”.
Ambas realizaciones cautivaron tanto al público especializado que no tardaron en convertirse en objeto de culto e influyeron en la estética del género fantástico posterior. En la filmografía de Scott se destacan también producciones como la road movie feminista, de 1991, “Thelma y Louise”, que le valió su primera nominación al Oscar al mejor director, y “Gladiador”, con el que ganó el premio Oscar a la mejor película en 2000.
Ficha técnica
Título: "Blade Runner"
Año: 1982
Director: Ridley Scott.
Guión: Hampton Fancher y David Peoples.
Actores: Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Edward James Olmos y Daryl Hannah.
Duración: 117 minutos.
Edita y distribuye en Argentina: AVH.
Dónde conseguirla: las dos versiones estrenadas en la Argentina: aquélla de 1982, con el final feliz y la voice over del personaje de Harrison Ford con un mensaje de esperanza y la "Versión del director", editada en 2001 y reestrenada en los cines en 2002 con otro final. La última, en DVD, puede encontrarse en videoclubes y en Blockbuster.