Un talento que ama la computadora
Cristian Dzwonik
Cristian Dzwonik, más conocido como Nik, es diseñador gráfico graduado de la FADU-UBA, pero desde siempre su pasión ha sido el humor gráfico y las computadoras, logrando publicar más de 10 libros y obtener varias distinciones nacionales e internacionales por su labor en muchos medios del país. Algunos de los más importantes son los otorgados por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en 1994, 1997, 1999, y un premio especial del Comité de Selección de Yomiuri Shimbum, Japón.
-¿Trabajaste como diseñador gráfico mientras estudiabas?
-Hice algunos trabajos de diseño, pero cursé toda la carrera trabajando como humorista gráfico, luego diseñé libros para chicos y mis propios libros de humor, desde las tapas y los interiores hasta el número de la página. Debo decir que mis diseños están apoyados mucho en la ilustración, por lo que no es diseño puro; el verdadero diseñador ni siquiera necesita saber dibujar, lo importante siempre es transmitir la idea, el concepto, y es un error que alguien se dedique al diseño porque le gusta dibujar , para ese rubro está Bellas Artes.
-¿Cuál fue tu mejor experiencia con el diseño gráfico?
-Mientras estudiaba participé en muchos concursos, pero recuerdo con cariño uno en especial, el que ganamos junto con mi amigo Gaston Dubovis. Hicimos el isologo de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Bs. As., fue en 1991, y creo que todavia está vigente; era muy pregnante: un libro con las hojas abiertas, que se convertían en hojas vegetales.
-¿Se trabajaba de manera muy diferente cuando estudiabas?
-Sí, por supuesto, apenas si había alguna Mac perdida por ahí. Lo que nunca va a poder reemplazar la tecnología es una buena idea; te puede facilitar la forma de presentarla, pero la síntesis, la pregnancia o la originalidad de un buen diseño no lo puede dar ningún programa de computación.
Otras iniciativas / El valor de los grupos de investigación
El arquitecto Eduardo Bekinschtein, que se ocupó durante años de los cursos de posgrado en la FADU, es secretario de Extensión Universitaria y Relaciones Institucionales de la Facultad. En relación con el concurso de ideas Diario LA NACION, se le formularon algunas preguntas.
-Se sabe que nociones como formación, investigación y extensión universitaria han variado y se han ampliado. ¿En qué medida esos cambios pueden motorizarse en función de la actual situación del país?
-En efecto, el cambio está presente (aunque sería imposible tratar el tema con amplitud en estas líneas) y buena parte de los desarrollos se realizan mediante convenios entre grupos de investigación y empresas (por subsidios o joint-ventures ). Hay también un notorio crecimiento en el campo que denominamos la transferencia tecnológica . Así, a través del trabajo de docentes e investigadores se resuelven problemas surgidos en el sector público o el área privada.
-Dentro de ese panorama, ¿cómo se inscribe en la práctica la participación universitaria en la problemática nacional?
-Los mecanismos que enuncié muy brevemente tienen ya una herramienta en uso en la FADU, y son las incubadoras de empresas, plataformas de lanzamiento de nuevas ideas y proyectos con vocación empresarial. Al concepto investigación y desarrollo se añade la idea de innovación, para profesionales que carecen de mayores estímulos.
-¿Cómo funciona este recurso en la FADU?
-Está en su etapa inicial, lo bautizamos Incubadora FADU , y su objetivo es fomentar la creación de empresas con iniciativas de alto contenido de diseño y, a la vez, propiciar el aumento de la creatividad y el espíritu de iniciativa en el ámbito de nuestra facultad, que es una de las mayores concentraciones de diseñadores de la región y del país.