Tensión sanitaria: guardias pediátricas sin respiro
La bronquiolitis y otras infecciones respiratorias están creciendo, en un delicado contexto dado por el insuficiente número de médicos
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Atender a tiempo una afección puede marcar una vital diferencia. A las puertas del invierno y con un 10% de la población que sufre enfermedades respiratorias crónicas, los problemas respiratorios se agudizan.
Además de la gripe, los cuadros de virosis, bronquitis y bronquiolitis son los más habituales, con picos estacionales históricos para comienzos de junio. Entre el 60 y el 70% de las infecciones pediátricas respiratorias que afectan principalmente a los menores de dos años son bronquiolitis, siendo la mayor causa de muerte en bebés de uno a dos meses. El virus sincicial respiratorio (VSR), principal agente etiológico de la bronquiolitis, registra entre enero y mayo aumentos en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) del 56% respecto de 2019, el año con mayor número de casos informados en los últimos siete años.
Este año los casos e internaciones comenzaron en abril, y el pico se alcanzó hace ya unas semanas, tempranamente teniendo en cuenta que las temperaturas aún no descendieron demasiado. El gobierno porteño reportó ya un aumento de casos de alrededor del 25% respecto de la misma época del año anterior.
Si bien no pueden confirmar sus presunciones, los especialistas indican que durante la pandemia el aislamiento redujo la circulación de virus y cambió su estacionalidad. Por eso, con madres que no pudieron transmitir anticuerpos a sus bebés, el número de pequeños afectados se acrecentó.
Se recomienda a la población intensificar la prevención para que estas afecciones alcancen menor impacto estacional. Estar vacunados contra la gripe es fundamental
Ante tos, catarro de vías aéreas superiores y dificultades o alteraciones en la respiración de los más pequeños, que la vuelva más rápida o superficial, con una sibilancia al inhalar, palidez de la piel, y aun sin presencia de fiebre, se recomienda consultar a un médico. En los bebés, puede traducirse en agitación, resistencia a tomar el pecho o a alimentarse y dificultad para dormir. Aparte de los recién nacidos y lactantes, los adultos mayores son quienes tienen más riesgo de desarrollar cuadros graves.
Con el aumento de demanda del sistema público de salud, fruto de la retracción de la contratación de coberturas privadas, y la insuficiencia del número de personal entre médicos y residentes, enfrentamos una saturación del sistema de guardias pediátricas de atención. Los médicos señalan que podrán no faltar camas ni respiradores, pero que probablemente faltarán profesionales, con guardias que imponen hasta 12 horas de espera. Tanto el Hospital Garrahan como el Ricardo Gutiérrez reportan alta ocupación en salas pediátricas y suspensión de cirugías para atender una alta demanda pediátrica. El Ministerio de Salud porteño indicó hace unos días que la ocupación de camas ronda entre el 70 y el 90% en el Hospital Gutiérrez y el 85% en el Elizalde, entre neonatología, terapia intensiva y pediatría. La disponibilidad de camas en centros gestionados por obras sociales también se dificulta cuando el número de consultas crece, y se viven situaciones críticas, como la del Hospital del Niño de La Matanza, donde las guardias pediátricas fueron suspendidas.
Desde Pediatras en Lucha se exigen medidas urgentes y se deslinda “toda responsabilidad ante la vulneración del derecho al acceso a la salud de nuestra población pediátrica que ocurriese en este contexto crítico”. Más de 250 pediatras santafesinos hicieron pública una carta que también denuncia la crítica situación.
Se recomienda a la población intensificar la prevención para que estas afecciones alcancen menor impacto estacional. Estar vacunados contra la gripe es fundamental, al igual que alejar a los fumadores de los niños y ventilar los ambientes cerrados. Las infecciones respiratorias agudas bajas tienen origen en virus, pero también en bacterias que circulan de persona a persona, por lo que la higiene de manos y las precauciones al toser o estornudar siguen siendo importantes.
Los expertos hablan de un momento histórico, un punto de inflexión que supera las expectativas de muchos en la prevención de estas afecciones. En los Estados Unidos, con una eficacia del 83%, se aprobó la primera vacuna para mayores de 60 años contra el VSR, responsable de la bronquiolitis o neumonía, y se espera se autorice para embarazadas. Si bien aún no cuenta con aprobación para inocularse en chicos, se vislumbra que ese será el camino para prevenir hospitalizaciones y cuadros serios. En la Argentina, en el Hospital Militar avanzan los estudios de un prestigioso equipo de profesionales que trabajan en una vacuna que aúna la protección contra gripe y VSR. Vacunas y fármacos signarán el futuro frente a la bronquiolitis. Mientras tanto, habrá que pasar el invierno.