Chau porcelanato: nuevas tendencias en revestimientos
Fachadas, pisos, mesadas, baños y hasta mobiliario pueden volverse resistentes a todo con el material que está revolucionando la construcción
Hace ya un tiempo que los materiales de construcción evolucionan a ritmos insospechados. Y los revestimientos verdaderamente asombran ya que nos encontramos con nuevas superficies que cuentan con prestaciones fuera de serie (no se rayan, no se manchan y duran una eternidad) y además pueden ser elaborados a medida como un mármol, posibilitando el uso de grandes piezas, a la medida de cada ambiente. Pero los revestimientos no son solo ingeniería al servicio de una estructura sino también una suerte de piel constitutiva de cualquier sistema constructivo. De ahí es que esta nueva camada de materiales se viene destacando también por satisfacer con creces la función estética.
Dentro de las novedades Neolith parece estar consolidándose como la última tendencia en revestimientos. En parte gracias a sus propiedades únicas, pero también porque para su fabricación se utilizan materias primas 100% naturales, con lo cual hablamos de un material que por fin estaría siendo capaz de enlazar dos cualidades tantas veces reclamadas por los arquitectos: la imbatible resistencia de lo artificial con la nobleza de lo natural.
Neolith es una piedra sinterizada. ¿Qué quiere decir esto? Que para su producción se replica en cuestión de horas el proceso por el cual la naturaleza dio origen a piedras naturales a lo largo de miles de años, sometiendo las materias primas a altísimas condiciones de temperatura y presión. Así es como se consigue fabricar placas de un mínimo espesor –3, 6, 12 o 20 milímetros- de un formato excepcional y con una planimetría perfecta (algo imposible de lograr con un porcelanato para formatos tan extensos).
Estos tamaños en espesores tan ligeros presentan varias ventajas, como el hecho de minimizar la cantidad de juntas y sacar partido a una superficie continua que amplía visualmente los espacios. Además, permiten realizar remodelaciones sin demolición ya que por su fino espesor se pueden colocar sobre pisos, mesadas, muebles y revestimientos existentes. Como se produce a más de 1200 grados, resiste el shock térmico y por lo tanto se le pueden apoyar ollas y fuentes recién sacadas del fuego.
Las aplicaciones del material son prácticamente infinitas, ya que Neolith no solo permite cualquier formato que pueda lograrse a partir de 320x150 cm, sino que ofrece la posibilidad de integrar completamente los espacios dado que se puede utilizar como piso y revestimiento, pero también se puede aplicar en puertas, muebles y mesadas de cocina y baño; permitiendo usar un único color y textura tanto para interiores como exteriores. Resistente tanto a los rayos UV como a todo tipo de abrasiones, manchas y altas temperaturas, tiene una porosidad cercana a cero (con lo cual no propaga bacterias), es fácil de limpiar y además de todo es cien por ciento reciclable. Incluso permite que las construcciones obtengan puntos LEED (Leadership in Energy & Environmental Design), el sistema líder en certificación de edificios sostenibles.
La colección viene en más de 40 modelos, una enorme variedad de acabados mate, rugosos, brillantes o pulidos. Y después de utilizarse en grandes obras a nivel internacional, Neolith aterriza ahora en la Argentina, nada menos que en la remodelación del nivel cero del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). No por nada todos están hablando de una nueva categoría de producto.
LA NACION