Por siempre Mies van der Rohe
Sus torres de cristal lo transforman en el arquitecto más trascendente del siglo XX
En diálogo casual con un amigo no arquitecto, éste se declaró incomodado por el exceso de luz que entraba en su oficina, totalmente vidriada o casi. Irritado, profirió un "Yo no sé quién habrá inventado estos edificios". Con módica sabiduría pude responderle de inmediato: "Fue Mies van der Rohe".
Mirado de ese modo, Mies van der Rohe ha sido el arquitecto más trascendente del siglo XX. Ha dejado para el futuro una clase de edificios, las torres de cristal, que se levantan en todas las ciudades importantes, y que se identifican con la gran industria, con la administración de empresas de prestigio, hasta tal punto que son pocas las grandes corporaciones que han logrado prescindir de ellas. La torre de cristal no es igual que el rascacielos. Este último es simplemente -y nada menos- que el edificio de gran altura, pero puede tener cualquier apariencia. Los rascacielos que mejor recordamos, los de Nueva York, tan publicados, están revestidos en piedra y tienen ventanas de tamaño moderado. Son en realidad un producto de los años que concluyen con la Segunda Guerra Mundial. En cambio, los primeros edificios todo vidrio son obra de Mies después de 1950 y se convirtieron en modelo casi universal muy pronto.
Ludwig Mies van der Rohe había nacido en Aquisgrán, la capital de Carlomagno, allá por 1886, y no tuvo instrucción formal como arquitecto. Aprendiz con un grande de la generación anterior, Peter Behrens, después de la Primera Guerra Mundial surgió entre los artistas de la vanguardia berlinesa. En 1919 diseñó un imposible rascacielos de cristal, y hacia 1922 otro igualmente impracticable. En 1958, el Seagram Building en Park Avenue -el rascacielos de cristal posible- sería el prototipo que Mies, emigrado a los Estados Unidos en 1938 e instalado en Chicago, dejaría como legado.
Entre una cosa y otra, algunos edificios de vivienda social, varios proyectos no realizados y el efímero Pabellón Alemán de la Exposición Universal de 1929, fundamentarían su prestigio entre los arquitectos. Fueron arquitectos sus admiradores norteamericanos que le consiguieron un lugar en el futuro Illinois Institute of Technology para que enseñara. Más tarde, Mies aprendió a ensamblarse con la gran empresa y el sistema productivo norteamericano e inició esa segunda carrera en la que finalmente realizó sus torres de cristal.
Mies, debe decirse, no se preocupaba mucho por la habitabilidad de sus edificios de cristal y estaba dispuesto a emplear ese prototipo para variados usos; para una casa cerca de Chicago, que resultó naturalmente inhabitable; para la Galería Nacional de Berlín que es su última obra, Mies perfeccionó su edificio transparente y abstracto, solamente cristales y piezas metálicas rectas y simples, durante 20 años. Es mucho lo que le debe el minimalismo de los tiempos actuales, sin que esa deuda sea siempre admitida.
El autor es arquitecto y profesor titular en la Universidad de Belgrano
El mítico pabellón de 1929
Muerto Mies van der Rohe en 1969, Barcelona reconstruyó años después por la mano del recientemente desaparecido Ignasi de Solà-Morales, el mítico pabellón de 1929, que había excitado la imaginación de los arquitectos modernos a través de unas pocas fotos en blanco y negro.
Allí está, en su emplazamiento original en la base del Montjuic, para producir en las personas de mi generación la fantasía de estar caminando por una foto, ahora en colores. Como si fuera una simulación computarizada, el edificio más idealizado y quizás el más pequeño de Mies van der Rohe se levanta como monumento a éste, que Bruno Zevi llamó "el más silencioso y refinado poeta de la arquitectura del siglo XX".
En la Web
En el sitio del museo Whitney, http://www.whitney.org , se publica toda la información referida a las dos exposiciones simultáneas: Mies en Berlín , en el MoMA, y Mies en América , en el Whitney Museum of Modern Art. Muy bien diagramado, hay información sobre todas las actividades: el libro editado para cada una, y simposios, seminarios y charlas sobre la obra del arquitecto. También se brinda información exhaustiva sobre la vida de Van der Rohe arquitecto, y seis proyectos expuestos en cada museo. Es necesario instalar los plug-ins del Flash 4 y del Quicktime.