Mujer de su casa
Diana Viñoly, como su famoso marido, también sabe crear
NUEVA YORK.- Empezó hace varios años diseñando los interiores de las casas de sus hijos, pero con el tiempo sus clientes dejaron de ser familiares y hoy los tiene en distintos barrios de Manhattan y también en las afueras de la ciudad.
"La gente se acerca a mí porque conoce mis casas y le gusta el clima que creo. Siempre hice la decoración de mi hogar; a Rafael nunca le interesan los interiores de donde vivimos", aclara desde su dormitorio-oficina frente al Museo Metropolitano de Arte.
Siempre le gustaron los objetos y si tiene que elegir un estilo se inscribe en los años treinta y cuarenta, pero prefiere no limitar su ojo para poder diseñar espacios eclécticos como el recientemente inagurado Lot 61: un restaurante muy de moda, en Chelsea, cuyo sello distintivo son los sillones rojos de goma rescatados de una institución hospitalaria.
-¿Cuál es su método para diseñar interiores?
-Hay dos temas fundamentales: primero, creo que las casas deben ser una extensión de la personalidad de quienes la ocupan, por eso es fundamental conocer el espíritu de mis clientes. De otra manera, la casa no da sensación de vida, no hay sentido de la historia y es por eso que hay tantas casas americanas que parecen hoteles de cadena. Por otro lado, los espacios deben transmitir serenidad, ser armónicos desde cualquier lugar desde donde uno los mire.
-¿Tiene un objeto favorito?
-El sofá de Jean-Michel Frank, porque sus proporciones son perfectas, queda bien con cualquier estilo,se puede tapizar con seda, pana o algodón, y siempre es perfecto.
-¿Qué deja de lado y por qué?
-No me gustan los objetos victorianos y detesto todo lo relacionado con el movimiento Arts & Crafts.
-¿Qué diseñador le interesa?
-Siempre quiero ver lo que hace Philipe Starck como diseñador -no como decorador- y, como ya dije, Jean-Michel Frank. Además, voy mucho a los museos y miro cantidad de libros de arte. Pero reconozco que Matisse es mi fuente de inspiracion por su uso de los colores. Voy evolucionando y no me quedo con una sola gama, aunque siempre me gusta poner un toque de rojo. El turquesa también me gusta, pero no siempre lo puedo usar.
-¿El lugar preferido de su casa?
-La cocina, sin duda, pero también me gusta mi dormitorio porque es donde tengo mi mesa-escritorio, desde donde trabajo habitualmente.