“Madre, cobro 320.000″: la tarifa de los taxis aéreos del Fantasma en el que los “pasajeros” eran cargamentos de cocaína”
El juez federal de Salta Julio Bavio procesó con prisión preventiva a Jorge Adalid Granier Ruiz por el delito de organizador del transporte de estupefacientes
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Cuando fue indagado, Jorge Adalid Granier Ruiz negó las acusaciones en su contra, sostuvo que era inocente y afirmó que no tiene antecedentes penales en ningún país. Pero para la Justicia, hay pruebas suficientes para considerarlo autor del delito de transporte de estupefacientes agravado. Detras del Fantasma, como conocen al narco, había una flota de taxis aéreos donde sus únicos “pasajeros” eran cargamentos de cocaía que eran abandonados en campos de Santa Fe.
“Este grupo criminal se dedicó a realizar transportes de clorhidrato de cocaína desde Bolivia y Paraguay hacia la Argentina y cobraba por ese servicio de taxi una comisión de aproximadamente 300.000 dólares”, afirmaron los fiscales federales Diego Iglesias y Eduardo Villalba, a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) y Procunar Regional NOA, respectivamente, en dictamen donde solicitaron el procesamiento Granier Ruiz.
En las últimas horas, El Fantasma, un ciudadano boliviano con DNI argentino, fue procesado con prisión preventiva por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de personas intervinientes. En su resolución, el juez federal de Salta Julio Bavio le trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 30.000.000 de pesos.
Granier Ruiz había sido detenido a fines de marzo pasado en un control de rutina de la Policía de Brasil en el estado de Río Grande do Sul. Estaba prófugo desde febrero de 2022. Fue extraditado a la Argentina hace 20 días. Al momento de ser identificado, el fugitivo llevaba un documento falso que, luego confesó, había comprado por 5000 reales en la ciudad de Pará, Brasil.
“La organización liderada por Granier Ruiz se dedica a realizar el transporte de cocaína desde Bolivia y Paraguay hacia la Argentina. Por ese servicio de ‘taxi’ cobraba una comisión de unos 300.000 dólares. Solicitaba un adelanto, salvo en los casos en que conocía a los clientes. Él no realizaba el transporte; lo hacía un piloto de su confianza y, al menos, parte de la droga era cargada en Paraguay. La organización solo realizaba los viajes cuando completaba el máximo de capacidad de la avioneta, entre 380 y 400 kilos de droga, reunidos de varios sujetos dedicados al narcotráfico”, habían sostenido los fiscales Villalba e Iglesias en un dictamen firmado el 18 de febrero de 2022, cuando pidieron la detención de Granier Ruiz, también conocido como Nono.
Al pedir el procesamiento del sindicado narco, los representantes del Ministerio Público Fiscal explicaron que El Fantasma “se valió de la intervención de los ciudadanos argentinos Adelaida Castillo, Fabián Pelozo e Ignacio Quintana entre otras personas que no pudieron ser identificadas”.
Pelozo, un narco rosarino que está detenido en el penal de Ezeiza y era uno de los engranajes claves de las operaciones del Fantasma en el Gran Rosario, donde se encuentran las principales terminales portuarias del país. Se detectó que Pelozo e integrantes del clan Loza, una organización criminal que durante tres décadas abasteció de cocaína a bandas narco y lavó dinero del tráfico de drogas, más de 800 millones de pesos, tenían lugares de acopio de cargamentos de cocaína en Ibarlucea, al norte de Rosario.
Pelozo quedó preso en marzo de 2022 luego de que una investigación federal y de la fiscalía de Criminalidad Organizada de Rosario lo vinculó con el triple crimen que se produjo el 29 de enero de ese año, cuando fueron acribillados una pareja y una beba de un año y medio a la salida del casamiento de los narcos Esteban Rocha y Brisa Leguizamón, que se realizó en Ibarlucea.
Pelozo también fue mencionado por el testigo Carlos Argüelles, asesinado en septiembre de 2022 tras declarar como arrepentido en la causa contra el narco Esteban Alvarado, condenado a prisión perpetua. Ese mecánico advirtió que Pelozo era parte del clan del narco Alvarado y que ambos habían asesinado a Nahuel Fernández, que está desaparecido desde agosto de 2018.
Además, según fuentes judiciales, El Fantasma habría alojado en un departamento de Rodríguez Peña 1057, Recoleta, a uno de los líderes más poderosos del PCC, Gilberto Aparecido Dos Santos, alias Fuminho, que fue detenido por la DEA y la Policía Federal de Brasil en Mozambique al inicio de la pandemia.
Granier Ruiz fue indagado por “haber organizado el transporte de estupefacientes realizado el día 24 de septiembre de 2020 de trece bultos envueltos en bolsa tipo arpillera conteniendo en su interior la cantidad de 367 paquetes con un total de 389 kilos de una sustancia que se sabe es cocaína, que fueron trasladados en la caja de una camioneta Ford, marca Ranger, tipo pick up, cabina doble, de color blanca. Esa conducta, la habría realizado junto con Castillo, mediante comunicaciones telefónicas y encuentros presenciales en varias oportunidades, donde le indicó que una persona, que luego se determinó era Pelozo, le entregaría la droga en la ciudad de Rosario”.
Para comunicarse con sus cómplices, El Fantasma utilizó aplicaciones de mensajería encriptadas como Surespot y Wickr Me y cuatro líneas telefónicas que “descartaba progresivamente como medida de seguridad”.
Sin embargo, los investigadores judiciales y de la Gendarmería Nacional pudieron recuperar chats que mantuvo con Castillo, a la que tenía agendada como “Madre”, “madrecita” y “mamita”.
“A grandes rasgos, de los mensajes que el imputado intercambió con Castillo, surge con claridad que la sustancia estupefaciente era transportada en avionetas, al menos desde Paraguay, y que el origen de esa sustancia sería peruano”, explicaron los fiscales al solicitar el procesamiento del sospechoso.
Los representantes del Ministerio Público Fiscal resaltaron varios mensajes entre Castillo y Granier Ruiz. En uno de ellos, uno donde El Fantasma le avisó a su interlocutora que “mañana las chicas están por mi zona”. Para los fiscales, el sospechoso hacía referencia al envío de un cargamento de cocaína.
En otro de los chats, Castillo le preguntó a Granier Ruiz cuánto cobraba: “Madre, yo cobro 320.000″ y le aclaró que 50.000 eran por adelantado.
“Lo expuesto hasta aquí expone consuma claridad la habitualidad de las maniobras, ya que varios de los mensajes que intercambiaron Granier Ruiz y Castillo refieren a que las cosas se hicieron ´como la vez anterior´ o que las personas con las que hablan o se encuentran ya se conocen ´el amigo que usted conoce, el que iba siempre en la gorda, la chata que era de usted´ todo lo cual refleja que era algo que acostumbraban hacer”, explicaron Villalba e Iglesias para describir la operatoria del Fantasma y sus taxis aéreos.