Machado y Silvetti en el Lejano Oeste
El estudio de los arquitectos argentinos Rodolfo Machado y Jorge Silvetti nuevamente es noticia, porque regresarán después de 30 años al escenario de sus estudios de juventud como diseñadores del master plan de la Universidad de San Francisco: un campus universitario considerado por los medios locales como el mayor emprendimiento en toda la historia de la ciudad
El estudio de los arquitectos Rodolfo Machado y Jorge Silvetti resultó ganador de un concurso privado para la realización de una de las mayores inversiones del ámbito universitario del país del Norte. Según lo describieron los periódicos locales, "Rodolfo Machado y Jorge Silvetti, dos inmigrantes argentinos que fueron estudiantes de la Universidad de California en Berkeley hace 30 años, regresarán al área de la bahía como diseñadores del master plan de la Universidad de San Francisco". Los mismos diarios lo calificaron como el encargo más importante en toda la historia de la ciudad.
El concurso ganado comprende el desarrollo del master plan para el área de investigación de la Universidad de San Francisco. Se estima que comprenderá una inversión del orden de los 800 millones de dólares, la más importante que una institución educativa realizará en los Estados Unidos en los próximos años y que insumirá un plazo de construcción de 15 años.
Planta del proyecto para el campus universitario en el que se aprecia la continuidad de la trama urbana y las distintas áreas verdes propuestas
El trabajo lo presentaron en asociación con la firma de San Francisco, Gordon H. Chong & Partners y Olin Partnership, un estudio especializado en el diseño de espacios exteriores.
Luego de cinco meses de dura competencia en el que participaron 16 estudios de distintas partes del mundo en una primera etapa y posteriormente sólo 5 firmas, el team de Machado y Silvetti fue seleccionado para preparar el master plan para el campus de la Universidad de San Francisco en California (UCSF) que abarcará una superficie de 17,4 hectáreas.
Serán 240.000 m2 a construirse en más de 20 edificios, fundamentalmente laboratorios de investigación biomédica y un estacionamiento con 5300 cocheras.
La Universidad de San Francisco, a diferencia de lo que sucede en los tradicionales campus americanos, está integrada por estudiantes graduados y facultades de investigación (todos viven fuera del campus), científicos e investigadores, y desde el punto de vista edilicio predomina la tipología de laboratorio. Según explican los autores en la memoria, esas características y las particulares condiciones del sitio fueron las que dieron origen a un master plan de singular calidad e interés. El proyecto denota una sensible aproximación y estudio del espacio público y sus cualidades.
Tres escalas de espacios
La dupla Machado-Silvetti planteó una trama marcadamente urbana que facilitará la integración con la ciudad de San Francisco y será flexible para futuros crecimientos. Esa propuesta fue destacada por el jurado, ya que el grado de porosidad del diseño permite múltiples accesos al campus y da una grata sensación de apertura.
Vista de la plaza principal propuesta que mira hacia la colina del campus de la Universidad de San Francisco
Por otra parte, las autoridades habían solicitado a los equipos seleccionados que se dispusieran espacios en los cuales los estudiantes pudieran encontrarse y compartir ideas. En tal sentido, señalaron que uno de los requisitos era que el proyecto del nuevo campus no planteara grandes espacios en los que se perdiera esa posibilidad de contacto e intercambio entre los integrantes de la Universidad y con la comunidad.
Con el objeto de dar respuesta a esa demanda, el trabajo propuso tres escalas diferentes de espacio público a nivel ciudadano que se encuentran ligadas entre sí por sendas peatonales:
- La Plaza (así, en castellano), conformada por solar seco con actividades comerciales y limitada por una arcada y una hilera de árboles. Será el sitio al que arribarán el transporte público y sobre él localizará una vereda para ciclistas.
- La Colina verde, que constituye el corazón del campus y en cuyo extremo sudeste se localiza un punto focal del complejo: la torre de administración. El plano inclinado de la colina reproduce la topografía de algunos parques de San Francisco y permitió enriquecer las vistas de la llanura y contar con una renovada visión de la bahía y el centro de la ciudad.
Los arquitectos explican que la colina produce momentos urbanos que se encuentran en diferentes partes de la ciudad: por ejemplo, las entradas a las cocheras bajo el verde rememoran los túneles que cruzan las montañas de la ciudad. Por otra parte, el disponer de una gran superficie de cocheras bajo la colina permite que el estacionamiento de los automóviles no sea el protagonista del espacio del campus.
- Los Patios son sitios que contienen sectores para deportes y que mejoran el intercambio dentro del área y con la comunidad.
A escala de cada manzana se localizarán jardines con características diversas (arbolados, con fuentes, inspirados en jardines asiáticos, etcétera) que vincularán dos o tres edificios entre sí.
Finalmente todo edificio de laboratorio contará en una escala semi-pública con una terraza, patio o bien una sala que, rodeada por oficinas y sectores de esparcimiento, ofrecerá un ámbito acotado de intercambio.
Respecto de los edificios, los diseñadores plantearon que debido a la dificultad de definir su crecimiento en función de que los espacios interiores son genéricos y flexibles por necesidades del programa, se ha buscado una definición pragmática que le dé prioridad a sus formas variadas en función de las necesidades urbanas.
Todos los edificios incorporarán sistemas de conservación de la energía, y los laboratorios particularmente aprovecharán la iluminación cenital.
La imagen de los edificios se referirá a la ciudad de San Francisco, cuyos elementos distintivos aspiran a destacar. Algo que, según los autores, se logrará mediante la creación de volúmenes con colores intensos, expresados con materiales tales como bloques de piedra, ladrillo y madera, y resaltando el carácter tecnológico de manera de representar el aspecto innovador de la ciencia.
Corte longitudinal
Respecto de los criterios del diseño edilicio, los autores expresan que "siempre hemos sostenido que unas claras y apropiadas guías de diseño se pueden establecer sólo si primero se diseña una propuesta arquitectónica y luego se abstraen de ella nuevas guías que se originan en ese trabajo. Para el master plan, las guías se propusieron en un nivel específico para los espacios públicos y más generales para el diseño edilicio, donde las perspectivas comienzan a establecer un sentido unificado del sitio e insinúan una imagen del campus".
Por Horacio G. Levit
Una inteligente relectura del pasado
La firma de los arquitectos Jorge Silvetti y Rodolfo Machado se creó en 1974. Sus integrantes, años antes, habían emigrado de la Argentina con la meta de desarrollar sus carreras en Estados Unidos.
Ambos enseñan en la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard, donde Silvetti dirige actualmente el Departamento de Arquitectura.
El estudio realizó numerosos edificios académicos y culturales, además de haber trabajado en diseño urbano y campus universitarios. Recibió numerosos galardones, incluido el primer premio de la American Academy and Institute of Arts and Letters, ocho premios de la publicación Progressive Architecture, así como de la Sociedad de Arquitectos de Boston y del American Institute Architecs (AIA).
Algunos críticos de arquitectura califican a sus diseños como clásicos, calificación que se justifica por la fuerte impronta que los estilos y estructuras urbanas históricas poseen en sus diseños.
No obstante, se puede afirmar que, producto de la intensa reflexión que sostiene cada proyecto, la dupla Machado-Silvetti ha desarrollado un camino en el que con una inteligente relectura del pasado se llega a diseños plenos de modernidad, frescura y nobleza.
Son diseños que siempre buscan el aspecto único e importante de cada proyecto. Características que se advierten en el master plan de la Universidad de San Francisco en el que el manejo de las distintas escalas del espacio público, y el estudio y reconocimiento de los caracteres que definen a la arquitectura local, les permitió arribar a una propuesta que, de manera sintética y fácil, da forma a los requerimientos de la Universidad para integrarla a la ciudad que le da nombre.