La pirámide de la discordia
Un secreto, el mejor guardado de la humanidad, yace debajo de una pirámide, punto de partida y de cierre de "El Código Da Vinci", la peripecia best seller de Dan Brown que Ron Howard llevó al cine, en 2006. Pero, antes de ser el refugio ficticio de aquella gran amenaza para la subsistencia de la Iglesia Católica, la pirámide del Louvre fue y es una de las construcciones más polémicas de la historia de la arquitectura francesa contemporánea.
"Una maravilla", dirá el doctor Robert Langdon, profesor de iconología y simbología religiosa en la Universidad de Harvard y héroe de la historia. "Una cicatriz en el rostro de París", responderá el capitán Fache, policía a cargo de la investigación que detona la intriga de la película y de la que Langdon es el principal sospechoso. Pero la apreciación de cada uno no es casual. Langdon es estadounidense. Fache, francés y parisiense. Y si bien fue el entonces presidente François Mitterrand el que solicitó las reformas del famoso museo cuya infraestructura ya no soportaba la afluencia de público, fue un americano de ascendencia china, Ieoh Ming Pei, el arquitecto a cargo del diseño. Un diseño que, luego de su inauguración en 1989, alzó las voces de protesta de los críticos parisienses. Por un lado cuestionaban la elección de Pei, ya que se dejaba en manos de un estadounidense las reformas de uno de los emblemas de la cultura francesa, y por el otro sostenían que la estructura de hierro y cristal transparente no sólo rediseñaba el perfil urbano de la ciudad, sino que significaba la "puerta de entrada a la vulgaridad arquitectónica".
Con poco más de 21 metros de altura, la estructura lumínica fue concebida como la nueva puerta al museo que, gracias a la incorporación del ala Richelieu, en 1993, pasó de tener una forma en L a una forma en U. Pei entonces concluyó que la entrada principal debía mudarse al centro de gravedad de la nueva U. De esta manera, la pirámide se erige en el centro de la plaza Napoleón, flanqueada por un conjunto arquitectónico que nació en 1190 como rústica fortaleza; se transformó en palacio real en tiempos del Renacimiento, tras la Revolución de 1789; se convirtió en museo para el pueblo y, gracias a Dan Brown, en el refugio para el mayor y mejor secreto guardado por la humanidad.
Ficha técnica
Título: "El Código da Vinci" ("The da Vinci Code")
Año: 2006
Director: Ron Howard
Guión: Akiva Goldsman, basado en la novela de Dan Brown
Actores: Tom Hanks, Audrey Tautou, Ian McKellen, Jean Reno, Alfred Molina y Paul Bettany
Duración: 174 minutos
Edita y distribuye en la Argentina: Columbia
Dónde conseguirla: estrenada hace dos años en salas cinematográficas, está editada en DVD y puede conseguirse en cualquier videoclub
Sobre el director: si alguna vez vieron la serie estadounidense de los años setenta "Happy Days", seguro que hay dos personajes que reconocerían enseguida: Arthur "Fonzie" Fonzarelli (The Fonz) y el pelirrojo Richie Cunningham; bueno, Ron Howard era Richie. Luego de la experiencia frente a cámaras, Howard pasa a dirigir series de televisión en 1980 y, en el 1982, dirigió su primer film, "Night Shift", con Michael Keaton y el ex Fonzie, Henry Winkler. Desde allí su carrera comenzó el ascenso con largos como "Cocoon", "Willow", "Apolo 13", "Cinderella Man" y "Una mente brillante", por la que ganó el Premio Oscar al Mejor Director, en 2001. Por estos días se encuentra en la producción de la secuela de "El Código da Vinci", "Angeles y demonios".