HOSPITAL: el Santojanni abre renovado
Con una inversión de más de 9 millones de pesos, se convierte en establecimiento modelo
Por razones que son a veces entendibles y otras -la mayoría- no, las obras en el terreno del equipamiento para la salud son infrecuentes entre nosotros. De modo que la remodelación y ampliación del Hospital Santojanni resultan destacables por ese atraso que exhibe el campo de la salud, por una parte, y por las cualidades que presenta un establecimiento fundado hace más de sesenta años (data de 1940) y que ha sido integralmente renovado en buena parte de su estructura existente, además de sumar importantes ampliaciones.
Es el objetivo del mayor emprendimiento realizado dentro del Proyecto de Reforma del Sector Salud (Pressal), en la órbita del Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación. El proyecto surgió de un acuerdo entre la República Argentina y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y tiene por objetivo garantizar una mejor calidad de atención a la población necesitada y sin cobertura alguna. Los trabajos, que comenzaron en 2000, abarcan entre obra nueva y remodelación una superficie de 11.700 metros cuadrados y una inversión que supera los nueve millones de pesos.
Estas obras se enmarcan en un proceso de modernización integral planteado por la Secretaria de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que apunta al fortalecimiento de las redes locales de atención mediante la recuperación integral física y funcional del hospital público.
Pautas y logros
Según aclaran los autores, las pautas que orientaron el proyecto fueron:
- El estricto respeto por la implantación existente, con la preservación de jardines y plazas circundantes que se comparten con la comunidad, conservando la imagen tradicional del hospital en su contexto.
- La centralidad de la intervención en las áreas con la mayor complejidad médica, que por el paso del tiempo habían llegado al peor nivel de obsolescencia.
- El mejoramiento de las relaciones funcionales del conjunto a través de un núcleo vertical circulatorio que relaciona ambos edificios.
Con estas premisas, los arquitectos Alvarado, Font y Sartorio encararon el diseño con un modelo que resultara propicio para un mayor aprovechamiento de los recursos de internación mediante la incorporación de la atención progresiva del paciente y el desarrollo de nuevas modalidades de atención como la cirugía ambulatoria y el hospital de día, que apuntan a una reducción de la internación tradicional.
El emplazamiento del hospital en el sector sudoeste de la ciudad, cercano al límite de la misma, define una importante área de influencia que incluye los barrios de Liniers, Villa Luro y Mataderos, además de la zona oeste del Gran Buenos Aires, especialmente La Matanza.
El hospital original, como se dijo, data de 1940 y se fundó como hospital de neumotisiología. El Pabellón de Consultas Externas se construyó a fines de la década del 70, momento en el que se remodeló el edificio más antiguo y se cambió su especialidad a hospital general de agudos.
Se construyeron en total 11.700 metros cuadrados, con lo que se duplicó la superficie del hospital. En el primer subsuelo se amplió el archivo de historias clínicas y se lo unió por medio de un túnel con el área de consultorios externos.
La guardia de planta baja fue ampliada y modificada, con acceso desde la calle Acassuso. También fue ampliada el área de consultorios externos, con una división por especialidades. Hay 22 consultorios nuevos, 10 sillones más de odontología, 12 boxes de kinesiología y 4 boxes de hemoterapia. Los espacios de espera del público y los sanitarios se ampliaron de modo proporcional. Casi todas las áreas tienen luz natural.
En una antigua terraza, sobre el primer piso, se construyó el hospital de día oncológico y clínico quirúrgico, la Unidad de Terapia Intensiva e Intermedia (20 camas en total), Unidad Coronaria (8 camas), Hemodinamia y Electrofisiología.
También en el primer piso se construyó el área quirúrgica, con 11 quirófanos, uno con flujo laminar, 8 de cirugía general y 2 de cirugía ambulatoria. Además de la parte edilicia, se licitó el equipamiento médico por un total de 1.800.000 pesos incluidos en el presupuesto general.
Pese a las limitaciones presupuestarias se logró concretar un centro de salud eficiente y moderno. Se estima que después de las obras realizadas, el hospital recién inaugurado, pasará de las 600.000 consultas que ofrecia por año a 700.000 con las nuevas áreas y el flamante equipamiento técnico instalado.
Como puede advertirse por la descripción somera de la obra realizada, se trata de una gran inversión aplicada en un sector muy postergado durante demasiado tiempo.
El proyecto fue financiado parcialmente con un préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). Así, el Santojanni vuelve a ser un modelo en su género sesenta años después.
Premisas y tecnología de avanzada
Uno de los desafíos que plantea este tipo de obras es el de unir la construcción con un funcionamiento razonable mientras de realiza la misma.
El proceso de construcción de un hospital de esta magnitud afecta su funcionamiento habitual y requiere de un alto nivel de colaboración entre las distintas áreas y servicios. Mudanzas, traslados y relocalizaciones temporarias fueron sobrellevadas para que el establecimiento siguiera con la atención de pacientes.
Esto se realizó, a pesar de todo, respetando las pautas fijadas por los arquitectos
Se simplificó y ordenó la trama de circulaciones públicas y técnicas, en especial en los sectores de guardia, cirugía y terapia. Se puso énfasis en la incorporación de luz natural y color, para optimizar el trabajo del personal y el bienestar de los pacientes. Y una construcción simple, con instalaciones accesibles para el mejor mantenimiento.
En el entrepiso sobre la calle Leguizamón se ubicó el sector de oficinas, y sobre el área de Guardia con frente a la calle Acasusso, el sector de habitaciones médicas.
Las divisiones interiores en general se realizaron con sistema liviano de entramado metálico y paramentos de placas de yeso. Las carpinterías exteriores son de perfilería de aluminio prepintado blanco. El sector quirúrgico tiene revestimientos sanitarios integrales de goma, tanto en solados como en paredes, con las juntas terminadas a tope y soldadas.
Las áreas ampliadas y remodeladas cuentan con instalación central de aire acondicionado, con máquinas enfiradoras de agua en la terraza del 1er. piso y unidades de tratamiento de aire ubicadas en entrepiso técnico suspendido sobre el nivel del primer piso. Se agregaron dos ascensores a los tres existentes en el pabellón ampliado y se añadieron dos nuevos núcleos con tres nuevos ascensores.
La estrella es un quirófano equipado con flujo laminar: un tipo de aire acondicionado que barre el recinto de arriba abajo, como una lluvia, e impide que las bacterias se adhieran a los pacientes.
Ficha técnica
Proyecto:
Estudio Alvarado-Font-Sartorio Arquitectos
Asesores
Estudio de suelos:
ingeniero Eugenio Mendiguren
Instalaciones sanitarias, de incendio y gas:
Estudio Giarini
Estructuras:
ingeniero José A. Blanco
Dirección de obra:
Latinoconsult SA
Construcción:
Calcaterra SA