Brutal doble crimen. Condenaron a prisión perpetua a los asesinos del mago Alex y de su novia
Dos hermanastros fueron encontrados culpable de los asesinatos cometidos en 2019
- 5 minutos de lectura'
Dos hermanastros fueron condenados ayer a prisión perpetua como coautores del doble crimen de mago Leonardo “Alex” Fernández y su novia, Jésica Alberti Cigola, asesinados a golpes y puñaladas en 2019 en el partido bonaerense de San Fernando, informaron fuentes judiciales. El fallo fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, integrado por los jueces Esteban Andrejin, Osvaldo Rossi y Federico Ecke.
La pena máxima del Código Penal recayó sobre Rubén Andrés Grasso, de 40 años, y su hermanastro Roberto Juan Alegre, de 45, mientras que el tercer imputado del caso, el remisero Alexis Miguel Bonner, de 32 años, fue absuelto por el doble homicidio pero sentenciado a 10 años y seis meses de prisión por los delitos de “encubrimiento agravado” y por el posterior “robo simple” en la casa del ilusionista.
Los jueces consideraron a los hermanastros autores de los delitos de “doble homicidio, calificado por ser cometido criminis causae (para ocultar otro delito y lograr la impunidad), en concurso real con robo simple”. En caso de que quede firme el fallo, con esta pena, Grasso y Alegre no tendrán la posibilidad de pedir la libertad condicional por haber sido condenados por un homicidio agravado y la prisión perpetua equivale a pasar medio siglo en la cárcel.
La sentencia fue en línea con el alegato que había realizado el 17 de noviembre pasado el fiscal Alejandro Musso, el mismo que investigó e instruyó el expediente cuando era fiscal de San Fernando.
En cambio, los abogados de la familia de las víctimas habían pedido también perpetua para Bonnet, y mientras la defensora oficial de los hermanastros había solicitado que solo fuesen condenados “homicidio simple”; el abogado del remisero había pedido 3 años de condena solo por el robo.
Más allá de los videos de las cámaras de seguridad que registraron a las víctimas llegar a la casa de uno de los imputados, la línea de tiempo trazada por el fiscal Musso y los mensajes incriminatorios hallados en sus celulares, otra de las claves del fallo fue la confesión que el condenado Grasso hizo en el juicio. En la anteúltima jornada, Grasso declaró por primera vez en la causa y contó su versión de cómo se desencadenó el crimen del mago, con quien tenía distintos negocios ilícitos, al tiempo que admitió que la novia de “Alex”, Jésica, fue una víctima circunstancial.
“Era él o yo. Yo soy consciente de eso. El detonante de lo que pasó fue que ‘el mago Alex’ amenazó de muerte a mi familia. Le dije que eso no se lo iba a permitir y ahí lo empecé a agredir. La chica no tenía que estar ahí, fue una desgracia”, aseguró Grasso. En ese marco, Grasso recordó que la noche del 23 de octubre de 2019 Alex se presentó en su departamento, en San Fernando, con su novia Jésica, donde discutieron a causa del trabajo que el acusado no había realizado y admitió que junto a su hermano estaban “muy drogados” y llevaban varios días sin dormir.
Grasso detalló que la conversación con Fernández “subió el tono” cuando este amenazó de muerte a la familia del ahora imputado y luego comenzaron a tener una pelea de golpes de puño. “Le dije que eso no se lo iba a permitir y ahí lo empecé a agredir. Hubo una lucha que duró un instante, como un minuto. Todo se fue de las manos. Mi hermano me lo sacó de encima y le pegó con un cortafierros que tenía arriba de mi mesa que lo usaba para sacar la batería de mi moto”, aseguró.
Según Grasso, toda esa secuencia era observada por Jésica, quien comenzó a gritar desesperadamente por lo ocurrido y admitió haberla golpeado y haberla apuñalado con un cuchillo que halló sobre la cama.
Luego del doble crimen, el hombre señaló que, al igual que su hermano, quedaron “shockeados” por lo ocurrido y se retiraron del departamento, para volver a la noche siguiente con el remisero Bonnet en el auto de Fernández y dirigirse a la casa del mago en el barrio porteño de Parque Patricios, donde fueron a robar cocaína.
En el fallo –al que accedió Télam–, el juez Rossi desacreditó esta versión y concluyó: “Aquí no nos hallamos frente a una persona que se defiende de un ataque fortuito producto de una discusión, sino de un plan previamente ideado por dos personas para convocar y dar muerte, al menos, a Fernández, ya que el destino de Alberti Cigola hubiera sido otro si no hubiera acompañado a Fernández”.
En su elevación a juicio y en el alegato, el fiscal Musso siempre sostuvo que este fue un crimen cuya motivación fue el “dinero fácil” producto de las actividades ilícitas que Fernández y los dos hermanos compartían en relación con la venta de drogas, la impresión de dólares falsos y estafas telefónicas”.