Amor intravenoso en el Chelsea Hotel
Sucedió en la habitación Nº 100. Sangre cubierta con heroína. Terminaba una vida y comenzaba el final de otra. Nancy Spungen, de 20 años, moría en el baño del Chelsea Hotel en Nueva York apuñalada por su novio, Sid Vicious, ex bajista de la banda punk Sex Pistols. O, por lo menos, ésa es la versión que puede verse en Sid & Nancy . Ya separado de la banda, Vicious se instala junto con Spungen en el mítico hotel. ¿Por qué allí? Porque ya por el solo hecho de vivir en el Chelsea Hotel, estaban diciéndole algo al resto de sus pares.
Para Sid y Nancy era demostrarle a sus ex compañeros de banda y a toda la tribu urbana que ellos eran la realeza del punk. A su vez, las paredes del Chelsea Hotel, acostumbradas a excentricidades diversas de la escena artística neoyorquina, parecían lo suficientemente elásticas y tolerantes como para recibir por tiempo indeterminado a dos junkies lacerados en cuerpo y espíritu.
El edificio, con doce pisos y un estilo victoriano gótico, fue inaugurado en 1884 como una estructura de departamentos de lujo. Fueron los primeros dúplex, penthouses y roof gardens de la ciudad. Pero en 1905, razones económicas mediante, se convirtió en hotel. Los departamentos originales, de enormes salones, fueron fraccionados en formas muy extrañas de manera que, entre los 400 cuartos, no hay dos que se parezcan. La ubicación del edificio fue crucial para el desarrollo de su personalidad. Chelsea lindera con Greenwich Village y fue en ese barrio donde, luego de la década del 10, comenzó a reunirse gran parte de la intelectualidad neoyorquina.
El escritor Mark Twain fue la primera celebridad que se hospedó en el hotel y, a partir de él, los nombres y las excentricidades comenzaron a sucederse: la actriz Sara Bernhardt dormía durante el día en un ataúd; el poeta Dylan Thomas bebió 18 vasos de whisky, uno detrás del otro. Rompió un récord y murió en un hospital cercano. Luego de la depresión de la década del 30 y de la Segunda Guerra Mundial, llegó para descansar en el Chelsea la generación beat con Burroughs, Kerouac, Pollock y Ferlinghetti instalándose en sus habitaciones por largas temporadas. Porque una de las peculiaridades del hotel es que admite residentes sin fecha de salida estipulada de antemano. El dramaturgo Arthur Miller, por ejemplo, vivió allí con su familia durante siete años. Mientras que en un cuarto Miller escribía Luego del otoño , Arthur C. Clarke escribía en otro el guión de 2001: Odisea del espacio , y Bob Dylan organizaba el track list del álbum Blonde on blonde . Janis Joplin vivió una noche de amor con el compositor Leonard Cohen y, como producto del encuentro, se concibió la canción Chelsea Hotel .
Pero Cohen no fue el único en homenajear esta estructura de ladrillo a la vista descolorido y balcones de hierro forjado. Andy Warhol filmó allí The Chelsea Girls y Nico, vocalista invitada de The Velvet Underground, bautizó a su disco solista también como Chelsea Girl .
Y fue allí, entre tanta bohemia y creatividad intelectual que el punk, movimiento nihilista y anarquista por excelencia se mató a sí mismo. Fue allí que el amor intravenoso de Sid y Nancy se convirtió en una trampa sangrienta, allí, en la habitación Nº 100 del Chelsea Hotel.
Ficha técnica
- Título: Sid y Nancy ( Sid &Nancy: Love Kills).
- Año: 1986
- Director: Alex Cox
- Guión: Alex Cox y Abbe Wool
- Actores: Gary Oldman, Chloe Webb, Andrew Schofield, David Hayman y Courtney Love
- Duración: 112 minutos
- Productor: MGM
- Dónde conseguirla: está disponible en VHS o DVD en cualquier videoclub
Sobre el director
Alex Cox es un director y actor de culto, uno de esos para los que el cine no es sólo un trabajo: es una forma de vida. Oriundo de Liverpool, del año 1954, Cox siempre estuvo relacionado con el movimiento punk y bandas como The Clash, The Pogues y, desde ya, Sex Pistols. Como fuertes influencias cinematográficas, Cox siempre mencionó las de Luis Buñuel y Akira Kurosawa. Tanto que bautizó su compañía productora El Angel Exterminador, en homenaje a Buñuel. Si bien Sid & Nancy fue muy bien recibida por la crítica en el momento del estreno, no sucedió lo mismo con algunos punks originales como John Lydon, también conocido como Johnny Rotten, vocalista de los Sex Pistols. Para Lydon, la película fue una celebración del consumo de heroína.