Xi inaugura los juegos asiáticos de hangzhou con una ceremonia deslumbrante
Por Martin Quin Pollard y Ian Ransom
HANGZHOU, China, 23 sep (Reuters) - El presidente de China, Xi Jinping, inauguró el sábado los XIX Juegos Asiáticos en la ciudad oriental de Hangzhou, una ceremonia espectacular y por momentos estridente que los organizadores esperan que levante el ánimo en una nación que lucha contra una recesión económica.
Los espectadores del estadio de la ciudad, con capacidad para 80.000 personas, lanzaron un enorme rugido cuando Xi fue presentado y entró para sentarse con los dignatarios visitantes, entre ellos el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, y el presidente de Siria, Bashar al-Assad.
Los Juegos, retrasados un año debido a las medidas de China para combatir la pandemia del COVID-19, serán el mayor acontecimiento deportivo del país en más de una década en varias métricas, con unos 12.000 atletas de 45 naciones compitiendo en 40 deportes.
Después de la salida de la bandera china, el primer equipo en desfilar fue Afganistán, cuyas atletas femeninas, afincadas en el extranjero debido a que el deporte femenino está prohibido por los talibanes, caminaron junto a sus homólogos masculinos.
Sus abanderadas portaban la bandera tricolor de Afganistán, utilizada por los movimientos internacionales de resistencia y rechazada por los talibanes.
Varios equipos, entre ellos China Taipei, fueron recibidos con entusiasmo por los espectadores, pero ninguno más que el equipo local, cuyos atletas se espera que vuelvan a dominar el medallero.
Los Juegos también marcan un contraste con los infaustos Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022, que se celebraron bajo las estrictas condiciones de cero COVID de China, que duraron casi tres años, desde enero de 2020 hasta finales de 2022.
En una ceremonia a menudo fascinante, destinada a realzar el estatus de Hangzhou como uno de los centros tecnológicos y creativos de China, docenas de bailarines de ballet flotaron sobre un lago proyectado digitalmente.
En una versión moderna del tradicional encendido del pebetero, un enorme portador de la antorcha animado digitalmente "corrió" a lo largo del estadio antes de posarse sobre el portador real de la antorcha, el campeón olímpico chino de natación Wang Shun.
En sincronía, ambos encendieron un enorme pebetero de múltiples puntas, lo que provocó otra salva de vítores y, poco después, un espectáculo digital de fuegos artificiales.
Control del tráfico
El sábado se bloqueó una amplia "zona de control del tráfico" alrededor del Estadio Olímpico, se cerró al menos una estación de metro y se interrumpieron las entregas.
Algunos consideraron exageradas las medidas de seguridad, siempre estrictas dondequiera que Xi vaya de visita.
"Creo que demuestra que están demasiado nerviosos, ¿no?", dijo Li Jian, de 45 años y residente en Hangzhou.
Entre el numeroso público que acudió especialmente a un mirador situado al otro lado del río desde el estadio para ver la ceremonia desde la distancia, muchos se marcharon antes de tiempo. Otros se mostraron decepcionados.
"Antes se habían publicado muchos tráilers, como una actuación de drones, pero yo no vi nada", dijo un hombre apellidado Wu, de visita desde la provincia de Sichuan. "Es una pena".
Los organizadores no han revelado los gastos de los Juegos, aunque el gobierno de Hangzhou dijo que gastó más de 200.000 millones de yuanes (30.000 millones de dólares) en los cinco años hasta 2020 en infraestructuras de transporte, estadios, alojamiento y otras instalaciones.
Los organizadores esperaban que una ceremonia inaugural de alta tecnología el sábado contribuyera a despertar el entusiasmo por los Juegos. En el país, el interés ha sido escaso, ya que la economía se tambalea y algunos cuestionan el costo de albergar el megaevento.
Tensiones geopolíticas
El lema oficial del acontecimiento, "De corazón a corazón, @futuro", representa el objetivo de unir a los pueblos y países de Asia a través de estos juegos, según las autoridades, pero las tensiones y rivalidades geopolíticas amenazaron con ensombrecer ese esfuerzo esta semana.
El viernes, India protestó por un problema de visados que afectaba a tres de sus atletas en los juegos, lo que llevó al ministro de Deportes indio, Anurag Thakur, a cancelar su viaje.
El máximo portavoz del gobierno japonés declaró el martes que Tokio haría todo lo posible para garantizar la seguridad de los ciudadanos japoneses en China, ya que el vertido al mar de agua radiactiva tratada procedente de la central nuclear de Fukushima ha enfriado los lazos.
"Debemos promover la paz a través del deporte, adherirnos al principio de la buena voluntad hacia los vecinos y el beneficio mutuo y (...) resistirnos a la mentalidad de guerra fría y a la confrontación entre bandos", dijo Xi a dignatarios entre los que se encontraban Bach y Assad en un banquete previo a la ceremonia del sábado, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
Algunos analistas dijeron que Xi también desea enviar un mensaje a los líderes asiáticos de que China está abierta a los negocios.
"Xi Jinping quiere utilizar estos Juegos para demostrar que China sigue siendo un líder económico, la locomotora económica de Asia (...) como respuesta a las críticas de Occidente", dijo Marcus Chu, de la Universidad Liangnan de Hong Kong, que investiga la política deportiva china. (Reporte de Martin Quin Pollard, Ian Ransom y Xihao Jiang; Editado en Español por Ricardo Figueroa)