El pedido de disculpas de Xavi Hernández tras sus dichos sobre la prisión preventiva a la que fue condenado Dani Alves
Al enterarse de que el jugador había sido condenado de manera preventiva a prisión, el director técnico del FC Barcelona había dicho: “Me sabe muy mal por él”, declaración que fue criticada enfáticamente por la sociedad
El entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, pidió perdón por su falta de “contundencia” cuando habló acerca del ingreso en prisión de Dani Alves. “Se me ha malinterpretado. Pido disculpas, no estuve contundente y es importante que me explique. Es un tema bastante escabroso e importante, pero he obviado a las víctimas, no estuve afortunado”, aclaró. Y entonces subrayó: “Hay que condenar todos estos actos de violencia de género y violaciones, sea Dani o quien sea”.
El técnico culé arrancó la última rueda de prensa en el Camp Nou con esta declaración, que responde a las críticas que recibió recientemente por sus dichos respecto a la situación del exfutbolista azulgrana, quien fue denunciado por una presunta agresión sexual a una joven de 23 años, quien -tal como publicó el diario español El País- renunció a recibir un resarcimiento económico si Alves es encontrado culpable.
Al conocer la noticia de que el jugador fue condenado de manera preventiva a prisión, Hernández había dicho: “Es difícil comentar una situación así. Estoy sorprendido e impactado. En estado de shock. La Justicia dictará lo que sea, no podemos entrar. Me sabe muy mal por él. Estoy sorprendido por cómo es él y cómo ha sido con nosotros. No puedo decir nada más”.
Entonces, tras los cuestionamientos que recibió por su declaración, explicó: “No he pasado un día agradable. Me sorprendió este tipo de acto en Dani, pero entiendo la crítica. No estuve contundente en mis palabras”.
El escalofriante relato de la joven de 23 años que denunció a Dani Alves
Según el testimonio al que pudo acceder El Periódico, la presunta víctima de 23 años dijo haber acudido a la discoteca Sutton en la madrugada del pasado 30 de diciembre, en compañía de dos amigas. Allí, un grupo de muchachos las invitó a la zona VIP del establecimiento y ellas los siguieron.
Luego de algunos minutos de charla y risas, un mozo que trabajaba para Sutton se acercó a las tres jóvenes y les comunicó que un cliente deseaba invitarlas a su mesa. En primera instancia, rechazaron la invitación, pero el cliente insistió nuevamente.
Frente a la persistencia del entonces desconocido, las tres mujeres aceptaron ir hasta donde este se encontraba. Una vez allí, divisaron a dos hombres que estaban en compañía de otras dos mujeres -que rápidamente se fueron-. Uno de ellos era Dani Alves.
El futbolista procedió entonces a presentarse, y dijo que “jugaba a las bochas”. A pesar de la “broma”, el amigo del brasileño les explicó que Alves era jugador de Pumas de México (club que decidió rescindir el contrato de Dani Alves tras la denuncia).
Pasada la introducción, y tal como relató la denunciante, el deportista comenzó enseguida a “jugar” con las tres invitadas, “pegándose mucho a ellas y tocándolas”. Después, “se colocó detrás de la víctima en cuestión y empezó a decirle cosas en portugués que no entendía”.
Fue entonces cuando, según dijo la joven, “le agarró la mano con fuerza y se la llevó a su pene”: un gesto que repitió en al menos dos ocasiones, sintetiza el medio español. A continuación, señaló una puerta que ella no sabía a dónde conducía y la llevó hasta allá.
La mujer aseguró que, en cuanto vio que era un baño, quiso salir inmediatamente. Sin embargo, contó que Alves cerró la puerta y se lo impidió. “Me sentó en el inodoro, me subió el vestido y pidió que le dijera que era su “putita” (sic)”, detalló la víctima.
Y siguió: “Me obligó a sentarme encima de él, me tiró al suelo y me forzó a hacer una felación, a lo que me resistí activamente. Entonces, me abofeteó, levantó del suelo y penetró hasta eyacular. Finalmente, me pidió que saliera después de él”.
Cuando la mujer logró salió del baño, fue a buscar a sus amigas y abandonó el lugar. Una vez fuera de la discoteca, y en estado de shock, rompió en llanto. Fue entonces que la asistieron trabajadores del Sutton. Tras escuchar su historia, el responsable del establecimiento llamó tanto la Policía como a una ambulancia para que la joven recibiera tratamiento. La unidad la traslado al Hospital Clínic, donde se le practicó un examen en busca de restos biológicos.
Según las fuentes consultadas por El Periódico, el informe médico recogió la existencia de algunas lesiones compatibles con el forcejeo. Cuarenta y ocho horas después del estudio, ella formalizó la denuncia ante integrantes de la Policía Autónoma de Catalunia.
Con información de Europa Press
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