Descubren dos nuevas galaxias “previamente invisibles” en el universo más distante
Las llamaron REBELS-12-2 y REBELS-29-2; este nuevo descubrimiento cambia las percepciones de la evolución de nuestro universo desde el Big Bang
Los astrónomos del Cosmic Dawn Center de la Universidad de Copenhague hallaron dos galaxias previamente invisibles en el universo más distante. La luz de REBELS-12-2 y REBELS-29-2, como fueron llamadas, viajó alrededor de 13.000 millones de años para llegar hasta nosotros. Su descubrimiento sugiere que hasta una de cada cinco galaxias tan lejanas permanecen ocultas a nuestros telescopios, camufladas por el polvo cósmico. El nuevo descubrimiento cambia las percepciones de la evolución de nuestro universo desde el Big Bang.
Las dos galaxias han sido invisibles para la lente óptica del Telescopio Espacial Hubble. Pero con la ayuda de los radiotelescopios gigantes de ALMA (Atacama Large Milimeter Array) en el desierto de Atacama de Chile, que pueden capturar ondas de radio emitidas desde las profundidades más frías y oscuras del universo, las dos galaxias invisibles aparecieron de repente.
“Estábamos mirando una muestra de galaxias muy distantes, que ya sabíamos que existían por el Telescopio Espacial Hubble. Y luego notamos que dos de ellas tenían un vecino que no esperábamos que estuviera allí en absoluto. Como ambos las galaxias vecinas están rodeadas de polvo, parte de su luz está bloqueada, haciéndolas invisibles para el Hubble”, explicó en un comunicado el profesor asociado Pascal Oesch del Cosmic Dawn Center del Instituto Niels Bohr.
El nuevo descubrimiento, publicado en Nature, sugiere que el universo primitivo contiene muchas más galaxias de las que se suponía anteriormente. Simplemente se esconden detrás del polvo que consiste en pequeñas partículas de estrellas. Sin embargo, ahora se pueden detectar gracias al telescopio ALMA de alta sensibilidad y al método utilizado por los investigadores.
Al comparar estas nuevas galaxias con fuentes previamente conocidas en el universo temprano, hace aproximadamente 13.000 millones de años, los investigadores estiman que entre el 10 y el 20 por ciento de tales galaxias tempranas aun pueden permanecer ocultas detrás de cortinas de polvo cósmico.
“Nuestro descubrimiento demuestra que hasta una de cada cinco de las primeras galaxias pueden haber faltado en nuestro mapa de los cielos. Antes de que podamos comenzar a comprender cuándo y cómo se formaron las galaxias en el Universo, primero necesitamos una contabilidad adecuada”, dice Oesch.
Para ayudar con esa tarea, el telescopio Webb -que será lanzado a finales de diciembre- observará aún más profundamente el universo y contribuirá con nuevos conocimientos sobre sus orígenes. Esto, entre muchas otras cosas, ayudará a los investigadores de Cosmic Dawn en el Instituto Niels Bohr a ver a través del polvo cósmico.
“El siguiente paso es identificar las galaxias que pasamos por alto, porque hay muchas más de las que pensamos. Ahí es donde el telescopio James Webb será un gran paso adelante. Será mucho más sensible que el Hubble y podrá investigar longitudes de onda más largas, que debería permitirnos ver estas galaxias ocultas con facilidad”, afirmó Pascal Oesch.
“Estamos tratando de armar el gran rompecabezas sobre la formación del universo y responder a la pregunta más básica: ‘¿De dónde viene todo esto?’ Las galaxias invisibles que descubrimos en el universo temprano son algunos de los primeros bloques de construcción de las galaxias maduras que vemos a nuestro alrededor en el universo hoy. Así que ahí es donde comenzó todo”, concluyó.