Un programa piloto liderado por la OMS permite vacunar contra la malaria a más de un millón de niños en África
Más de un millón de niños en Ghana, Kenia y Malawi han recibido una o más dosis de la primera vacuna contra la malaria del mundo, la vacuna RTS,S/AS01 (RTS,S), gracias a un programa piloto coordinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Si se implementa ampliamente, la OMS estima que la vacuna podría salvar la vida de entre 40.000 y 80.000 niños africanos adicionales cada año. Se han obtenido más de 142 millones de euros (155 millones de dólares) Gavi, la Alianza para la Vacuna, para apoyar la introducción, adquisición y entrega de la vacuna contra la malaria para los países elegibles para Gavi en el África subsahariana.
"Como investigador de la malaria al comienzo de mi carrera, soñaba con el día en que tuviéramos una vacuna eficaz contra esta enfermedad devastadora. Esta vacuna no es solo un avance científico, sino que cambia la vida de las familias de África. Demuestra el poder de la ciencia y la innovación para la salud. Aun así, existe una necesidad urgente de desarrollar más y mejores herramientas para salvar vidas e impulsar el progreso hacia un mundo libre de malaria", ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
RTS,S es una vacuna de primera generación que podría complementarse en el futuro con otras vacunas de eficacia similar o superior. En este sentido, la OMS ha dado la bienvenida al progreso en el desarrollo de R21/Matrix-M y otras vacunas candidatas contra la malaria en desarrollo clínico temprano.
Y es que, según el organismo de Naciones Unidas, la finalización con éxito de los ensayos clínicos de estas vacunas será importante para evaluar sus perfiles de seguridad y eficacia. Además, la OMS también acoge con satisfacción la noticia de BioNTech, fabricante de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19, que tiene como objetivo desarrollar una vacuna contra la malaria utilizando tecnología de ARNm.
Asimismo, en el campo del control de vectores, se han presentado a la OMS varias herramientas y tecnologías nuevas para su evaluación. En caso de que demuestren eficacia en el control de la enfermedad, la OMS formulará nuevas recomendaciones o modificará las existentes para respaldar su despliegue. Estos incluyen, por ejemplo, nuevos tipos de mosquiteros tratados con insecticida, repelentes de mosquitos espaciales, enfoques de impulso genético y cebos de azúcar diseñados para atraer y matar mosquitos Anopheles .
También hay nuevos medicamentos en preparación como, por ejemplo, la reciente aprobación por parte de la Administración Australiana de Productos Terapéuticos de comprimidos dispersables de tafenoquina en dosis única para la prevención del paludismo por 'P. vivax' entre los niños.
La tafenoquina también ha sido aprobada para su uso en adultos por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) y por los organismos reguladores de medicamentos en otros países, incluidos Brasil, Perú y Tailandia. Como dosis única, se espera que la tafenoquina favorezca la adherencia del paciente al tratamiento. El estándar de atención actual requiere un ciclo de medicación de 7 o 14 días.
Se están desarrollando otros medicamentos antipalúdicos con nuevos modos de acción para el tratamiento del paludismo grave y sin complicaciones. Ganaplacide-Lumefantrine, actualmente en un ensayo clínico de fase II, es la primera terapia de combinación sin artemisinina y podría ser un activo en la lucha contra la malaria resistente a los medicamentos emergente en África.
Además de la farmacorresistencia, la OMS ha informado de otras amenazas apremiantes en la lucha contra el paludismo, como la resistencia de los mosquitos a los insecticidas, un vector invasivo del paludismo que prospera en zonas urbanas y rurales, y la aparición y propagación de parásitos 'P. falciparum' mutados que son socavando la eficacia de las pruebas de diagnóstico rápido.