Un borrador de la Comisión Europea propone considerar inversión "verde" ciertos proyectos nucleares o de gas
La Comisión Europea ha hecho circular un borrador de propuesta entre los estados miembro de la UE en la que se clasifica como "verde" la inversión en ciertos proyectos de energía nuclear o de gas natural.
La propuesta plantea dar la calificación de "verde" a los proyectos que sustituyan al carbón y emitan hasta 270 gramos de CO2 por kw/h, según el borrador, al que ha tenido acceso la agencia de noticias Bloomberg. Con esta calificación se podrían obtener licencias de construcción hasta 2030, siempre que exista un plan para cambiar a energía renovable o de bajas emisiones antes de finales de 2035.
Así, la energía nuclear podría ser considerada "sostenible" siempre que las nuevas centrales que obtengan los permisos hasta 2045 cumplan una serie de condiciones para evitar un daño importante al medio ambiente y a los acuíferos.
"La comisión considera que el gas natural y la nuclear pueden cumplir una función para facilitar la transición hacia un futuro basado predominantemente en las renovables", ha explicado la Comisión este sábado en un comunicado.
El sistema de clasificación de las inversiones de la UE es uno de los factores más estudiados por los inversores de todo el mundo y podría atraer miles de millones de euros para facilitar esta transición "verde", aunque este cambio deberá obtener aún el apoyo político necesario.
"Incluir la energía nuclear y el gas en la taxonomía de la UE es como etiquetar como orgánico un huevo de gallinas enjauladas", ha afirmado un eurodiputado de Los Verdes alemanes, Michael Bloss. "En lugar de dedicar dinero a inversiones como la solar o la eólica, se puede seguir en modelos de negocio disfrazados viejos y extremadamente caros", ha añadido.
Los Estados miembro y la Plataforma sobre Finanzas Sostenibles tienen hasta el 12 de enero para responder a la propuesta. Entonces la Comisión preparará una ley delegada que será enviada a los países y al Parlamento Europeo para su debate.
La UE ha declarado su intención de lograr la neutralidad de las emisiones de CO2 para 2050 reduciendo la contaminación en todas las áreas, incluidas energía y transporte.