Ucrania afirma haber "liquidado" a 750 militares rusos en combates registrados durante las últimas 24 horas
Las Fuerzas Armadas de Ucrania han afirmado este martes haber "liquidado" a 750 militares rusos durante los combates registrados en el último día y han elevado a más de 108.000 el total de soldados rusos muertos desde el inicio de la invasión, desencadenada el 24 de febrero por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
El Estado Mayor del Ejército ucraniano ha dicho en un mensaje en su cuenta en la red social Facebook que desde el inicio de la guerra han muerto "unos 108.190" militares rusos, antes de agregar que han sido destruidos 3.036 carros de combate, 2.033 sistemas de artillería y 214 sistemas de defensa antiaérea.
Asimismo, ha subrayado que en el marco de las hostilidades han sido destruidos 283 aviones, 270 helicópteros, 1.839 drones, 723 misiles de crucero, 16 embarcaciones, 4.735 vehículos y tanques de combustible y 181 piezas de "equipamiento especial". "Las cifras están siendo actualizadas", ha apuntado.
El portavoz del Estado Mayor del Ejército de Ucrania, Andriy Kovalev, ha afirmado en su balance diario que "en enemigo no renuncia a sus planes de entrar en la frontera administrativa de la región de Donetsk" y ha explicado que "los principales esfuerzos (de Rusia) están centrados en mantener el potencial ofensivo y reemplazar las pérdidas, en particular a expensas de los movilizados".
En este sentido, ha señalado que Rusia llevó a cabo durante las últimas 24 horas seis ataques con misiles y 52 bombardeos, incluidos 36 contra "infraestructura civil". Además, las fuerzas ucranianas han derribado 27 drones de presunta fabricación iraní.
"El enemigo, que intenta tomar el control total de las regiones de Donetsk y Lugansk, está concentrando sus esfuerzos en llevar a cabo operaciones ofensivas en Bajmut", ha apuntado, al tiempo que ha hecho hincapié en que Rusia "hace intentos de mejorar la posición táctica en dirección a Liman y Avdiivka".
El Ministerio de Defensa ruso confirmó el lunes la muerte de más de 60 militares en un ataque ejecutado por el Ejército ucraniano con un sistema de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS) contra una localidad en la zona de la región de Donetsk (este), controlada por las autoridades prorrusas.