Turquía envía nuevamente a prisión a tres periodistas por informar del papel del Gobierno de Erdogan en Libia
Las autoridades turcas han enviado este martes de nuevo a prisión a tres periodistas por informar acerca del papel en Libia del Gobierno del presidente, Recep Tayyip Erdogan, tras confirmarse la sentencia que les condena por revelación de secretos de Estado.
Los periodistas Baris Pehlivan, Murat Agirel y Hulya Kilinç, han sido encarcelados de nuevo pocos días después de salir de prisión mientras esperaban conocer el veredicto de un tribunal de Estambul, que finalmente ha ratificado su condena por un caso relacionado con la cobertura informativa del funeral de un oficial turco de Inteligencia muerto en Libia en 2020, informa Gazete Duvar.
Pehlivan, que ha sido encarcelado tres veces en los últimos doce años, y Agirel han acudido al Palacio de Justicia de Çaglayan, en Estambul para los procedimientos judiciales pertinentes y posteriormente han sido trasladados a la prisión de Silivri, en las afueras de la ciudad, mientras que Kilinç ha sido detenida en su domicilio en Manisa, en el este de Turquía.
"Quienes no pudieron refutar nada de lo que he escrito hasta ahora piensan que pueden silenciarme con esta injusticia. No se queden callados, no tengan miedo", ha escrito Agirel en su cuenta de Twitter poco antes de poner rumbo a prisión.
Los tres han sido acusados de revelar secretos de Estado en una serie de reportajes sobre el funeral de un oficial de la Agencia Nacional de Inteligencia de Turquía (MIT) que sirvió y murió en Libia en 2020, por lo que ya permanecieron en prisión varios meses en 2020 junto a otros tres compañeros, que sí están libres.
Pehlivan y Kilinç han sido condenados a tres años y nueve meses de cárcel, mientras que Agirel a cuatro años y ocho meses. Las condenas fueron ratificadas por el Tribunal Regional de Apelaciones de Estambul el 2 de febrero, pero no ha sido hasta este martes cuando las autoridades han procedido a su nueva detención.
Turquía, que apoya al Gobierno de unidad de Libia, con sede en la capital, Trípoli, firmó a finales del año pasado un acuerdo con el Gobierno de unidad libio para demarcar la frontera marítima y enviar apoyo militar frente a la ofensiva lanzada por el general Jalifa Haftar contra la capital en abril de 2019.
Amplios sectores de la sociedad turca y de la comunidad internacional han venido denunciado en los últimos años un retroceso de los derechos civiles en el país, coincidiendo con la represión que el Gobierno de Erdogan desplegó tras un fallido golpe de Estado en 2016.