Tercera jornada de las elecciones europeas comenzó por Eslovaquia
Las elecciones que renovarán las instituciones de la Unión Europea entraron este sábado en su tercer día con la emisión de votos en Eslovaquia, un país aún sacudido por el intento de asesinato contra su primer ministro.
Malta e Italia también votan este sábado, pero los italianos podrán acudir a las urnas hasta el domingo por la tarde.
Sin embargo, el gran día de estos comicios será el domingo, la última jornada, cuando se votará en la mayoría de los países del bloque, incluyendo a España, Francia y Alemania.
Las elecciones europeas arrancaron el jueves con el voto en Países Bajos, donde una alianza de verdes y la centro-izquierda superó por una diferencia mínima al ultraderechista Partido por la Victoria (PVV).
Los electores eslovacos parecen haber cerrado filas detrás del partido de centroizquierda Smer-SD después del atentado a balazos contra el primer ministro, Robert Fico, el 15 de mayo.
Las autoridades del país afirmaron que la tentativa de magnicidio, emprendida por un hombre de 71 años, tuvo motivaciones políticas.
Fico, quien aún se recupera de sus heridas, divulgó un video donde aseguró que su atacante era "un activista de la oposición", a la acusó por su "política agresiva y de odio".
En Dinamarca, otro de los países que irán a las urnas el domingo, la primera ministra, Mette Frederiksen, fue agredida físicamente por un hombre en una plaza de la capital, Copenhague.
Este sábado, la atención la acaparará Italia, donde el partido posfascista de la primera ministra Giorgia Meloni, Hermanos de Italia, se perfila para desempeñar un papel central.
Las proyecciones sobre el papel de Meloni y su formación son tan optimistas que la presidenta de la Comisión Europea y aspirante a un nuevo mandato, Ursula von der Leyen, no escondió su interés en una alianza.
Por el momento, Meloni no ha adelantado cuál será su postura, e insiste en que su objetivo y el de su partido es hacer que las formaciones europeas de izquierda queden relegadas a la oposición.
Meloni mantiene la cuestión migratoria en el centro de su discurso, un asunto que los partidos de la derecha lograron imponer como fundamental en estos comicios.
Los sondeos pronostican un marcado crecimiento de los partidos de extrema derecha, que podría hacerse con un cuarto de los escaños en el Parlamento Europeo, una perspectiva que arroja un manto de incertidumbre sobre el equilibrio político de los próximos cinco años.
Ese porcentaje resulta insuficiente para formar una mayoría, pero convertiría a esa tendencia en un interlocutor insoslayable para alcanzar acuerdos de fondo.
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