Temperaturas de casi 30ºC en España por episodio de calor en pleno invierno
Algunas zonas de España registraron este jueves temperaturas cercanas a los 30°C, afectadas por una ola de calor que dejó niveles similares a los del comienzo del verano en pleno enero, según la Agencia Estatal de Meteorología española (AEMET).
Los termómetros alcanzaron los 29,5°C por la tarde en la región de Valencia, en el este, los 28,5°C en Murcia, en el sureste, y 27,8°C cerca de Málaga, en el sur del país.
Igualmente, en varios puntos se batieron récords locales de temperatura para un mes de enero.
Las temperaturas "han alcanzado o superado los 20°C" en "cerca de 400 estaciones" meteorológicas del país, lo que supone alrededor de la mitad, subrayó el portavoz de AEMET, Rubén del Campo, en la red social X.
En la noche del miércoles el termómetro no bajó de los 10°C en la pequeña estación de esquí del Puerto de Navacerrada, situada en la región de Madrid, a 1.900 metros de altura, según los datos de la agencia.
Se trata de una temperatura "propia de mediados o finales de junio", es decir, "de verano", insistió Del Campo, sobre esta "anomalía".
Según David Corell, investigador de la Universidad de Valencia, este calor en pleno invierno está provocado por la presencia de un potente anticiclón sobre el Mediterráneo.
"No conocemos aún estudios que hayan valorado la tendencia tan a largo plazo de este tipo de eventos, lo que sí que parece claro es que cada vez este tipo de situaciones anormales las estamos viviendo con mayor frecuencia", explicó a AFPTV.
Acostumbrada a las altas temperaturas, España enfrenta episodios de calor cada vez más numerosos, en ocasiones también fuera de los meses de verano, lo que inquieta a los científicos.
El país registró temperaturas anormalmente elevadas en diciembre, con un pico de 29,9°C en Málaga, que marcó un récord nacional para ese mes.
Estas olas de calor llegan, además, en un contexto de fuerte sequía, especialmente en Andalucía y Cataluña, en el sur y el noreste respectivamente, donde las autoridades implementaron restricciones para el consumo de agua, después de encadenar tres años de bajas precipitaciones.
El nivel de los embalses catalanes, que almacenan el agua de lluvia para usarla durante los meses más secos, está por debajo del 17% de su capacidad. Si desciende del 16%, algo que parece inminente, las autoridades deberán decretar el estado de emergencia, lo que implicaría restricciones adicionales.
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