Qué hacer con los pesos: las alternativas para perder menos frente a la inflación
La aceleración de los precios hace cada vez más difícil encontrar herramientas que le empaten o le ganen al costo de vida
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Al menos en el corto plazo, la inflación es un foco infeccioso para el cual hay pocos antibióticos disponibles en el mercado. Defender el valor de los ingresos los próximos meses no será fácil. Y el nivel de complicación para tratar de perder menos poder adquisitivo frente al desbocamiento de los precios dependerá en gran medida de si la inflación de enero (que se conocerá el 14 de este mes) está en la misma línea de diciembre -25,5%- o si muestra alguna desaceleración.
Melina Di Napoli, Analista en Wealth Management en Balanz Capital, es clara con su primer diagnóstico. “La inflación de diciembre nos muestra que la tasa fija es cada vez más insuficiente para cubrirnos de la pérdida del poder adquisitivo y creemos que en este contexto definir el horizonte de inversión se vuelve más que importante”. “Dicho esto -dice Di Napoli- si el tiempo en el que vamos a utilizar el dinero es menor a un mes, no existen actualmente opciones a tasa fija que puedan superar o empardar a la inflación, pero sí morigerar su impacto”.
Para esta estrategia de cortísimo plazo la analista destaca el FCI Balanz Ahorro, un fondo que “en las últimas semanas, se ha ‘despegado’ del rendimiento de un fondo clásico de money market (de rescate en el día) acumulando +11% en el mes, ya que incorpora letras del Tesoro ajustables por CER y bonos Badlar, los cuales han ofrecido retornos superiores a las cauciones y cuentas corrientes remuneradas, que son los activos que componen mayormente a cualquier FCI money market de la industria”.
¿Por qué no hay una cobertura eficiente contra la inflación que derrite los bolsillos? Nicolás Sibecas, agente productor y cofundador de Inversiones Andinas, hace una radiografía de la situación que llevó a la escasez casi total de instrumentos para defenderse. “La política de la nueva gestión en el Banco Central de bajar la tasa de política monetaria, sumado a la de no renovar más vencimientos de Leliq generó una avalancha de pesos que hizo comprimir mucho los rendimientos de los instrumentos tasa fija y CER, por lo que hoy es misión casi imposible encontrar instrumentos en pesos con tasa real positiva”. Para quien necesite el dinero para hacer gastos en el corto plazo, o a lo largo del mes no vemos mejor opción que un FCI money market o a lo sumo un Fondo T+1″, dice Sibecas.
Los plazos fijos tradicionales, están descartados de cualquier estrategia. Su tasa fija de 110% anual y 9% de TNA mensual, queda muy lejos de la inflación proyectada. El rendimiento es casi igual al de un fondo de money market del que el inversor puede entrar y salir sin ningún mínimo de permanencia.
Los plazos fijos UVA -coeficiente que refleja la inflación- sí prometen un resultado en términos reales positivo, pero, sin embargo, tampoco lucen como súper atractivos. ¿La causa? El plazo mínimo requerido es de 180 días, una eternidad en una Argentina en la que no se sabe si habrá nuevos saltos cambiarios o incluso una dolarización de la economía. En ese contexto, el inversor podría perder capital medido en dólares en 6 meses de plazo. Y, si lo precancela (a partir de los 30 días) pierde el ajuste por inflación ganado.
Este tipo de depósitos a plazo pagan al inversor inflación más 1%, pero esa actualización variable lleva un retraso. Es decir, en enero no pagan la inflación de enero sino la de diciembre. Recién ahora están “trasladando” al depositante la inflación de 25,5% de diciembre.
El índice UVA – Unidad de Valor Adquisitivo- es calculado y publicado todos los meses por el Banco Central pero esto sucede cuando el Indec publica la inflación que suele ser a mediados del siguiente. La inflación de enero se dará a conocer a mediados de febrero, y eso hace que índice lleve un rezago.
Atado a la inflación
“El hecho de que la mayoría de los bonos ajustables por CER estén rindiendo tasas negativas dificulta la posibilidad de que se logre empatar la tasa de inflación en el corto plazo”, dice Pablo Repetto, Head of Research de Aurum. Hilando más fino, y buscando algo de diferencia a favor del inversor, suma luego que “la caída que se vio recientemente en estos bonos ajustables empezó a dar cierto atractivo adicional sobre todo si se piensa como una inversión donde se especula con un dólar libre que no siga creciendo con la misma fuerza en los próximos meses”.
En el análisis de Adcap Grupo Financiero, los FCI CER siguen siendo una alternativa para el inversor que busca cobertura con perfil conservador . “Si bien hoy por hoy los bonos CER cotizan a tasas negativas y por ende no son cobertores perfectos, no dejan de ser el instrumento de renta fija que ofrecerían mayor protección ante una mayor inflación a la esperada. Sumado a que son instrumentos administrados por portafolios que pueden diversificar y arbitrar dentro de los distintos plazos de activos CER a conveniencia del fondo”, explica Marcos Tokatlian, CFA Sales & Trading de Adcap Grupo Financiero.
Para el inversor que va solo, sin el paraguas simplificador de los FCI, Tokatlian y el equipo de asset management de Adcap, resaltan dos alternativas: el bono dual a junio TDJ24 y el ajustado por CER T2X5.
“Creemos que el TDJ24 ya ofrece cobertura tanto a una espiralización de la inflación como a un salto del tipo de cambio. Al ser un bono dual con la fecha más reciente de emisión, es el que menos datos de inflación contiene en su cotización, lo cual creemos que lo hace la mejor opción en la curva de DUOs”. “En cuanto a CER, a pesar del posible repricing somos constructivos con la curva especialmente con la parte media (T2X5), ya que de estabilizarse en niveles por debajo del 10% la inflación a mediano plazo, creemos que continuará teniendo un carry interesante para inversores”.
“El riesgo en bonos y FCI ajustados por CER está dado más que nada en el caso de que el gobierno disponga un cambio muy fuerte en su política de tasas y revierta la situación actual de tasas fuertemente negativas que los afecte. No parecería ser la principal idea del gobierno por ahora, pero es un factor a monitorear y tener en cuenta en el posicionamiento de corto plazo”, advierte Repetto.
Mediano plazo
Alargando la mirada y ya con un horizonte de mediano plazo, las oportunidades para el inversor que se anima a tomar algo de riesgo y a asumir la volatilidad dicen presente.
“Consideramos que los instrumentos dólar linked (denominados en dólares, pero pagaderos en pesos a tipo de cambio oficial) pueden ser una buena opción para captar el salto devaluatorio que entendemos que el Gobierno deberá hacer para unificar el mercado de cambios”, plantea Sibecas de Inversiones Andinas como opción.
El vehículo que propone: el bono TV24 para quien piense que ese salto del tipo de cambio se dará previo al 30 de abril de este año. “Hoy rinde devaluación + 5% anual”, apunta.
Di Napoli, de Balanz, remarca que en este contexto y “pensando en mediano plazo generalmente preferimos portafolios expuestos a moneda dura, al menos parcialmente”.
“Ponderamos bonos corporativos argentinos de ley extranjera de calidad para fijar una renta en dólares en el largo plazo. Algunos ejemplos pueden ser el Bono de Aeropuertos Argentina 2000 vto. 2031 (ARC1O) con cupón de 8.5% y rendimiento de 8.2% anual en dólares. Otra opción, el nuevo bono de YPF vto. 2031 (YMCUO) garantizado, con cupón de 9.5% y rendimiento del 9% anual”, enumera Di Napoli.
Desde Adcap, al analizar las alternativas de inversión y el escenario sobre el cuál se arma la estrategia, remarcan en primer lugar que “si bien el ministro de Economía continúa afirmando que la dolarización no está afuera de la mesa, su efectivización no se daría en forma inmediata y el mercado, por su parte, tampoco está descontando una dolarización de la economía”.
Repetto coincide en la idea: “No vemos que haya dolarización de acá a tres meses ni tampoco que sea la única estrategia a seguir”. “Creemos que sigue habiendo valor en la deuda soberana nominada en dólares dado el nivel de paridad y la evolución esperada de los dólares libres”.
Para quien se anime a estirar plazos un poco más, Sibecas pondera la Serie 1 del Bopreal (BPO27). “Es un bono emitido por el Banco Central, por lo que tiene un riesgo menor que sus primos los ALs y los GDs emitidos por el Tesoro Nacional, tiene muchas opciones interesantes que creemos que el mercado no está evaluando correctamente”, dice el socio de Inversiones Andinas. “Si lo consideramos un bono hard dólar (recordemos que de no hacer uso de las opciones de pago anticipado paga interés y amortización en dólares billete), hoy rinde 17,5% anual de TIR”, define.
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