Sondeo: crece la voluntad de ayudar en Alemania en pandemia
La crisis desatada por la pandemia de coronavirus ha hecho a los alemanes más sensibles a nivel social pese a la creciente crispación, indica un sondeo realizado por un experto en tendencias futuras a nivel tecnológico, económico y social.
De acuerdo con la consulta del instituto del futurólogo Horst Opaschowski, las tres cuartas partes (76 por ciento) de los 1.000 participantes respondieron afirmativamente a la pregunta de si la pandemia había sensibilizado a la población respecto a sus congéneres.
Especialmente los alemanes dela extinta Alemania Oriental (85 por ciento) y los mayores de 65 años (80 por ciento) mantienen esta opinión, mientras que los alemanes del oeste (74 por ciento) y los menores de 30 años (68 por ciento) son algo más escépticos sobre el impacto social de la crisis.
Sin embargo, los más jóvenes dicen estar más dispuestos a ayudar que los mayores. Entre los menores de 30 años, el 89 por ciento estuvo de acuerdo con la afirmación: "Hoy en día estoy dispuesto a ayudar a amigos y vecinos con más frecuencia".
Los mayores de 65 años sólo están de acuerdo con esta afirmación el 79 por ciento de las veces. En general, el 86 por ciento de los encuestados afirmó estar más dispuesto a ayudar durante la crisis.
"Una abrumadora mayoría de la población experimenta cambios por la crisis del coronavirus", explicó Opaschowski. "La voluntad de ayudar y mantener el contacto con amigos y vecinos se está convirtiendo en una nueva moneda, el 'cemento' social de la convivencia".
El futurólogo citó como ejemplos las ofertas de transportar a otros en el propio coche y asistirlos en las compras, así como los servicios telefónicos, de visitas o de niñera. "En tiempos de necesidad y crisis, la cohesión se crea moviéndose juntos", subrayó el octogenario experto.
La encuesta de su instituto confirma varios estudios similares realizados el año pasado como los del Basel Institute of Commons and Economics o de la Fundación Bertelsmann.
Según Opaschowski, la impresión generalizada de que el estado de ánimo está crispado como consecuencia de las restricciones no contradice los resultados del estudio.
"En la vida cotidiana, muchas cosas son molestas", dijo. "Muchas personas se sienten abandonadas, especialmente por las instituciones. Pero buscan con éxito la ayuda de su entorno cercano".