Sonda europea a júpiter realizará una arriesgada maniobra con las gravedades de la luna y la tierra
PARÍS, 19 ago (Reuters) - A última hora del lunes, científicos europeos iban a realizar una secuencia de maniobras orbitales, aprovechando la gravedad de la Luna y luego la de la Tierra en rápida sucesión, para guiar la sonda JUICE hacia Júpiter en el primer intento de doble honda de la historia.
Poco más de un año después de su lanzamiento, la sonda JUICE (Jupiter Icy Moons Explorer) de la Agencia Espacial Europea regresará a la Tierra los días 19 y 20 de agosto y usará el efecto de frenado de su gravedad para tomar un atajo hacia Venus y luego hacia Júpiter.
En una novedosa maniobra doble, la sonda JUICE, construida por Airbus, utilizará primero la gravedad de la Luna para girar hacia la Tierra en una trayectoria exacta.
La operación es arriesgada porque el más mínimo error en la primera fase se vería amplificado por la segunda parte de la rutina, que consiste en usar la gravedad de la Tierra para reducir la velocidad. Los científicos advierten de que eso podría hacer descarrilar la odisea de ocho años para llegar a Júpiter y sus lunas.
"Intrínsecamente esto es un poco complicado, porque habría que corregir cualquier error, y para ello se necesitaría propulsión", dijo en una entrevista Nicolas Altobelli, director de la misión JUICE.
Los científicos llevan décadas usando el método de "asistencia gravitatoria" para navegar por el sistema solar ahorrando propulsión, el que consiste en en rozar un planeta o una luna y acelerar, ralentizar o modificar el rumbo usando su gravedad. Pero el sobrevuelo de esta semana de la Luna a la Tierra supone el primer intento de llevar a cabo dos maniobras consecutivas de este tipo.
Si tiene éxito, JUICE podrá alcanzar Júpiter y sus tres grandes lunas oceánicas (Calisto, Europa y Ganímedes) en 2031 con la ayuda de otras tres asistencias gravitatorias: Venus en 2025 y la Tierra en 2026 y 2029. Los científicos de la ESA habían considerado varias opciones para llevar el JUICE a Júpiter sin el cohete irrealmente grande que se necesitaría para llevarlo allí sin ningún tipo de asistencia gravitatoria. Utilizar la gravedad de la Luna para cambiar el rumbo les permitió alcanzar la Tierra por delante de su órbita alrededor del Sol, lo que tiene el efecto de ralentizar la sonda, mientras que pasar por detrás del planeta la aceleraría, explicó Altobelli.
Esto, a su vez, permitió a los planificadores de la ESA apuntar a Venus y aprovechar su efecto honda excepcionalmente potente. "Es una configuración muy buena de la posición de la Luna alrededor de la Tierra (...) Así que estamos siendo oportunistas", dijo Altobelli a Reuters. (Reporte de Tim Hepher; Edición de Javier López de Lérida)