Siete países piden a Afganistán "garantizar" los derechos de las mujeres y la educación de los niños
Siete países han pedido este jueves a las autoridades de Afganistán "garantizar" los derechos de las mujeres y la educación de los niños, ambos mermados desde la llegada al poder de los talibán en agosto.
En un comunicado conjunto emitido al término de la tercera Reunión de Ministros de Exteriores de países vecinos de Afganistán, China, Irán, Pakistán, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán han remarcado igualmente la importancia de "garantizar" los derechos básicos de todos los afganos, incluidos todos los grupos étnicos, mujeres y niños.
En este sentido, han señalado la importancia de que Afganistán logre una "reconciliación nacional" a través del diálogo y la negociación, mejorando una estructura política amplia e inclusiva y siguiendo una política tanto interior como exterior moderada y firme, además de desarrollar relaciones amistosas con todos los países del mundo, especialmente sus vecinos.
Así, han hecho hincapié en la necesidad de que todas las partes fortalezcan el diálogo y la comunicación con las autoridades afganas a este respecto.
Además, tras la reunión celebrada en Tunxi, en China, los siete países han reafirmado el respeto por la independencia, la soberanía, la integridad territorial y la unidad nacional afganas, además de apoyar al pueblo afgano para que determine de forma "independiente" el futuro y el destino del país. También han mostrado su respeto por el principio básico de "dirigido por afganos, propiedad de afganos".
Los siete países han instado así a Afganistán, como su principal responsable de la situación actual del país, a cumplir "con seriedad" su compromiso con la reconstrucción económica y el desarrollo del futuro de Afganistán, que si es "pacífico, estable y próspero" se "ajusta" a los intereses comunes de otros países de la región. También han pedido a Kabul saber si está "dispuesto" a seguir desempeñando "juntos" un papel constructivo en este sentido.
Además, han reiterado su oposición a la "politización" de la ayuda humanitaria y han expresado su "respeto" al liderazgo de las autoridades afganas pertinentes en la distribución y uso de esta ayuda, entregada por la comunidad y las organizaciones internacionales.
Así, han reconocido el papel de la ONU en la prestación de asistencia humanitaria y han pedido a la comunidad internacional "acelerar la provisión" de esta ayuda, debido a la "difícil" situación humanitaria, económica y de seguridad a las que se enfrenta Afganistán.
En el ámbito de la seguridad, los siete países han reconocido que las organizaciones terroristas siguen siendo uno de los factores que más afectan a la estabilidad de la situación en Afganistán. Por ello, han pedido a las autoridades afganas tomar medidas "más visibles" para trazar una "línea clara" con varias fuerzas terroristas, vigilar la trayectoria de sus actividades y "atacarlas y eliminarlas resueltamente". También ha remarcado su voluntad de fortalecer la cooperación en materia antiterrorista.
Los talibán han instaurado un gobierno marcado por la falta de mujeres y de representantes de otros grupos políticos tras hacerse con el poder en agosto. Buscan algún tipo de legitimidad por parte de la comunidad internacional, ya que ningún gobierno extranjero ha reconocido al grupo desde que tomó el poder.