Si no luchamos por la Amazonía, "nadie dice nada", clama líder indígena brasileño
Frente a un Estado brasileño "negligente", Olímpio Guajajara, líder de los Guardianes de la Selva, tiene claro que la defensa de la Amazonía depende en primer lugar de los indígenas, aunque no pierde la "esperanza" en una mejoría si Lula es electo presidente.
"Si nosotros no clamamos, nadie dice nada" ante "la vulneración de los derechos de nuestro pueblo", dice en una entrevista con AFP en París este líder indígena.
Olímpio Guajajara vive en el estado de Maranhão, en el norte de Brasil. Es uno de los líderes de los Guardianes de la Selva, un grupo formado por más de un centenar de indios guajajara y que desde 2012 combate la explotación de la tierra indígena de Arariboia por parte de los madereros ilegales.
Entre mitad de agosto y mitad de septiembre realizó su primer viaje a Europa, con el apoyo de la oenegé Survival. En su periplo por Londres, Berlín, Arles (sur de Francia) y París se reunió con diputados y representantes de Exteriores, para pedir a los gobiernos del Viejo Continente "que presionen al gobierno brasileño a propósito de la deforestación en la Amazonía y los asesinatos de indígenas".
Olímpio Guajajara explica que cuando iniciaron su lucha hace diez años su tierra "estaba totalmente invadida", con 72 vías abiertas por los madereros para explotar esta parte de la Amazonía, donde los Guardianes también tratan de proteger a los indígenas aislados de la comunidad awá guajá.
"Ahora sólo hay 5 entradas" en este territorio de 413.000 hectáreas, apunta el líder indígena, que con sus compañeros promete acabar con ellas de aquí a fin de año, pasada la elección presidencial de octubre.
Sobre el resultado de la misma, dice albergar "un poquito de esperanza" en caso de ganar Luiz Inácio Lula da Silva. Aunque con mucha prudencia, porque bajo su mandato, recuerda, se licitaron en 2010 las obras de la polémica represa de Belo Monte, en el estado vecino de Pará, muy criticada por ambientalistas e indígenas.
"Muchas veces los políticos han prometido el cielo y las estrellas a todos los brasileños, pero cuando ganan no quieren ni ver al electorado. Espero que no ocurra eso", dice Olímpio Guajajara refiriéndose al candidato izquierdista y rival del presidente saliente Jair Bolsonaro, quien a su vez "nos está masacrando a todos".
Durante su mandato, Bolsonaro promovió la minería y la actividad agropecuaria en las zonas protegidas, y el promedio anual de deforestación en la Amazonía brasileña se incrementó un 75% respecto a la década anterior.
- Seis asesinatos -
En sus 10 años de lucha, asevera Olímpio Guajajara, seis miembros de los Guardianes de la Selva fueron asesinados.
Uno de ellos fue Paulo Paulino Guajajara, muerto en una emboscada en noviembre de 2019, un crimen que será juzgado por un tribunal y que para el líder indígena es un logro atribuible en parte a la "presión internacional", porque por lo demás impera la impunidad.
"La justicia brasileña está ciega, sorda y muda en cuanto a las otras muertes ocurridas en la tierra de Arariboia", afirma.
Pese al peligro, añade, el asesinato de esos seis guardianes "no nos hará agachar la cabeza, sino que muy al contrario fortaleció nuestro trabajo".
Eso sí, necesitan un mayor apoyo, incluyendo capacitación para volar drones de vigilancia del territorio Arariboia, un reclamo que formuló durante su visita a Europa.
En su informe anual de 2021, el Consejo Indigenista Misionario (CIMI), vinculado a la conferencia episcopal de Brasil, indicó que el año pasado se registraron en todo el país 176 asesinatos de indígenas. Igualmente hubo 305 invasiones de tierras indígenas en 22 estados.
- Seis meses menos de lluvia -
Olímpio Guajajara incide en el impacto visible del cambio climático en su tierra. Y es que si hasta los años 80 llovía diez meses al año, ahora son sólo cuatro.
"Nuestros cultivos se murieron, el arroz, el millo, la mandioca, porque la tierra está muy seca".
El líder indígena pide por tanto que cada cual cumpla con su parte, incluidas las empresas multinacionales presentes en Brasil, que pueden ayudar "en trabajos de reforestación".
Y promete que ellos mantendrán su lucha por preservar la biodiversidad de su territorio, un mérito este atribuible a los indígenas de todo el mundo y que el IPBES, el panel especializado de la ONU, destacó en un informe publicado el pasado julio.
"Nosotros ya estamos haciendo nuestra parte, derramando sangre. Con apoyo, y sin apoyo".
Avl/zm