Segundo sospechoso de ola de apuñalamientos en Canadá sigue libre
El segundo sospechoso de la serie de apuñalamientos del domingo en Canadá, que dejó una decena de muertos, seguía este martes en un paradero desconocido, a pesar del despliegue de cientos de policías y de la intensificación de la caza en la comunidad afectada.
La localidad epicentro de los atentados permaneció en alerta máxima durante varias horas el martes, con el despliegue de numerosas fuerzas policiales que creían que el sospechoso podía estar en el lugar de los hechos.
Periodistas de la AFP en el sitio vieron numerosos vehículos de la policía y un helicóptero que sobrevolaba la zona, cuyo acceso estaba completamente prohibido. Unas horas más tarde, se levantó la alerta.
Dos hermanos originarios de la región, Damien y Myles Sanderson, son sospechosos de haber sembrado el terror en este pueblo y el de al lado el domingo, matando a 10 personas con arma blanca e hiriendo a 18 más antes de huir.
Desde entonces son buscados por las autoridades. Luego de un día de persecución, policías hallaron el cuerpo de Damien Sanderson, de 31 años, cerca de una de las localidades.
Aunque las circunstancias de su muerte aún no son del todo claras, podría haber sido asesinado por su hermano, según la policía.
Mientras Myles Sanderson sigue libre, la policía instó el martes a los residentes a ser "prudentes".
La masiva persecución tiene lugar en una enorme zona rural del centro del país, tres veces más grande que Francia.
"Myles está armado y es peligroso", dijo la policía en un comunicado. También precisaron que tenía 32 años, y no 30 como se informó en días anteriores.
El hombre había sido condenado a unos cinco años de cárcel por robo y estaba siendo buscado desde mayo por haber incumplido las condiciones de su libertad condicional.
Los asesinatos se concentraron primero en una comunidad autóctona en James Smith Cree Nation, y luego en la ciudad vecina de Weldon, en la provincia rural y muy poblada de Saskatchewan.
"Nuestras vidas nunca volverán a ser las mismas", lamentó Ruby Works, de 42 años, habitante de Weldon. "La gente tiene miedo de salir de su casa", dijo a la AFP la mujer que llora a su amigo Wes Peterson, asesinado el domingo.
Hoy las personas "se encierran. Tienen miedo. Podrían volver", advierte la mujer que confiesa que no dormirá "hasta que lo agarren".
Las autoridades creen que algunas de las víctimas estaban en la mira de los sospechosos y otras fueron atacadas de forma aleatoria. Pero la gran mayoría eran autóctonas. Desde entonces la comunidad de James Smith Cree Nation se declaró en estado de emergencia.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, repitió el martes que se emplearon los máximos medios "para poner fin a esta situación". Y, por último, "permitir que la gente haga su duelo sin miedo" tras este "horrible y traumático acontecimiento".
- "Ya sufrieron suficiente" -
En las redes sociales, mucha gente de la comunidad Cree, una de las primeras naciones de Canadá, expresó su tristeza y desasosiego, pidiendo a Sanderson entregarse a las autoridades.
Bobby Cameron, el jefe de la Federación de Naciones Autóctonas Soberanas (FSIN), que representa a las comunidades de la provincia, imploró a "toda la población de la Saskatchewan compartir cualquier información pertinente".
"La incertidumbre sigue provocando estrés y un pánico inconmensurable en nuestras familias, amigos y vecinos. Ya han sufrido suficiente", agregó.
La comunidad vivió anteriormente otros episodios de violencia. Hace prácticamente un año, un tiroteo dejó dos muertos.
En Canadá, los autóctonos representan alrededor de 5% de los 38 millones de habitantes y viven en comunidades muchas veces lastradas por la pobreza y el desempleo.
Según los datos oficiales, 50% de la población de la comunidad con una tasa de desempleo del 24% tiene menos de 24 años. Varios responsables señalaron también los problemas de drogas y alcohol así como las dificultades relacionadas con el trauma generacional causado por un siglo de abusos en los internados para autóctonos.
Darryl Burns, cuya hermana fue asesinada el domingo, explicó a medios locales que los dos sospechosos eran "productos de los internados" y "tenían mucha rabia".
"La batalla que libramos acá no es entre nosotros... La batalla que libramos acá es contra el alcoholismo y el consumo de drogas", agregó.
En los últimos años, Canadá vivió una sucesión de eventos de una violencia rara para este país.
En abril de 2020, un hombre se hizo pasar por un policía y mató a 22 personas con un arma de fuego en Nueva Escocia. En enero de 2017, seis personas murieron y cinco fueron heridas en ataques contra una mezquita en Quebec.
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